La voz de los no nacidos
por Piedras vivas
«Este sábado celebraremos la solemnidad de la Anunciación del Señor. En vuestra patria es también el Día de la Santidad de la Vida. Como signo de la necesidad de proteger la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural, el «Sí a la Vida», la Fundación destina a Zambia la campana «La Voz de los No Nacidos» que he bendecido esta mañana. Su sonido lleve el mensaje de que toda vida es sagrada, toda vida es inviolable. Los bendigo de corazón». Son palabras de papa Francisco al bendecir una campana destinada a la catedral de Lusaka en Zambia.
Día del Síndrome Down
Unos días antes se ha celebrado el Día Mundial del Síndrome Down para concienciar a la sociedad sobre quienes padecen esta enfermedad. Se trata de una alteración causada por la existencia de material genético extra en el cromosoma 21 que se traduce en discapacidad intelectual, y mayor proclividad a otras enfermedades. Son una parte de los No Nacidos a causa del aborto.
Desde la ONU se quiere recordar la dignidad y valía de estas personas con discapacidad intelectual, así como resaltar su capacidad para tomar muchas decisiones. Y falta hace porque hoy día a muchos no se les deja nacer.
El acceso adecuado a la atención de la salud, a los programas de intervención temprana y a la enseñanza inclusiva, así como la investigación adecuada, son vitales para el crecimiento y el desarrollo de la persona.
Lejeune descubridor de la trisonomía
El mundo científico reconoce a Jérôme Lejeune como padre de la genética moderna y descubridor de la trisonomía 21. Falleció en 1993 dejando un ejemplo de científico y de hombre de fe. Su funeral en la catedral Notre-Dame de París, fue un plebiscito sobre su fama de santidad. Se leyeron unas sentidas palabras del papa Juan Pablo II que le honró con su amistad, y le nombró director de la Academia Pontificia de la Vida.
Sus trabajos e investigaciones le llevaron por el mundo a participar en congresos durante los años sesenta del pasado siglo. A partir de los setenta, en cambio, le darán la espalda por defender a estos niños con capacidades distintas, los mongólicos como antes se decía, por su parecido externo a esa raza.
Ha sido un adelantado en mostrar las consecuencias inhumanas de las prácticas eugenésicas. A partir de los años ochenta encontró la oposición de muchos científicos y grupos de poder empeñados en establecer el aborto en el mundo, de hecho fue apartado de la candidatura a Premio Nobel. Fue su larga travesía por el desierto del rechazo por su lucha para evitar la eliminación programada de los niños trisómicos diagnosticados en el seno materno.
Si hay un mundo que lo rechazaba, en cada uno de los continentes había otro que lo reclamaba para dar testimonio: el mundo de las familias y de los defensores de la vida humana. El fundador de la genética moderna, al principio cortejado por todos y luego abandonado y condenado al ostracismo, se convierte en incansable apóstol de la vida. La lista de invitaciones es inversamente proporcional a la de los congresos que le rechazan.
Lejeune no era un joven de temperamento aguerrido con liderazgo pero sí ejerció una fortaleza heroica, que sostiene aún la esperanza de tantas familias con algún hijo Down, que ha nacido gracias a sus investigaciones y batallas en defensa de la vida.