Han sido beatificados 27 mártires de la Orden de Santo Domingo
Te Martyrum candidatus laudat exercitus
Con la beatificación de los nuevos 27 mártires vinculados a la familia de Santo Domingo de Guzmán YA CONTAMOS CON 2.096 santos y beatos de la persecución religiosa.
El cardenal Marcelo Semeraro comenzaba su homilía citando este precioso texto de Sermón 306, En el natalicio de san Cuadrado:
Esto es ser verdaderamente bienaventurado: él nos emblanqueció de modo admirable con su sangre. Lo dice la palabra divina en el Apocalipsis: Estos son los que han venido de muchas y grandes tribulaciones, lavaron sus vestidos y los volvieron blancos.
¿Dónde los volvieron blancos? En la sangre, no de cualquiera, sino del cordero. Toda sangre tiñe de rojo; la sangre del cordero, de blanco. ¿Cómo la vuelve blanca? He aquí el cordero de Dios que quita el pecado del mundo. No tiene nada de extraño que hayan lavado sus vestidos en la sangre, pues hay cosas que pueden lavarse en sangre, según dice un autor: «Lavan en sangre abundante sus cuellos y brazos». Lavan, sí; pero ¿acaso los vuelven blancos? Por eso estuvo atenta la palabra divina, y, tras haber dicho: Lavaron sus vestidos, añadió para tu extrañeza: Y los volvieron blancos en la sangre del cordero. En efecto, ¿cómo no iba a volverse blanca cualquier cosa que se lavase en aquella sangre de la que se dijo: Esta es mi sangre, que será derramada por muchos para el perdón de los pecados?
Vida Nueva nos explica que en su homilía, el cardenal Semeraro invitó a contemplar a este grupo de beatos que “fueron todos víctimas de la misma persecución” que provocó la muerte de “cientos y cientos de cristianos” obispos, religiosos y laicos. El prefecto destacó la diversidad de las personas de este grupo al que une el carisma de santo Domingo. Propuso el ejemplo del testimonio martirialde sor Ascensión de San José que fue cruelmente torturada para pisar el crucifijo y renegar de la fe, pero que se mantuvo fiel hasta el final.
Destacando el sentido martirial de la eucaristía, el cardenal Semeraro invitó a todos los presentes a vivir la comunión y llevar a cabo su misión en medio del mundo, proclamar el evangelio “con el testimonio de la fraternidad y la comunión”. Invitó a contemplar a estos testigos como “proclamación silenciosa” que estimula los grandes interrogantes. “La del cristiano no es nunca una situación cómoda y fácil”, advirtió el prefecto. Invitó a vivir las bienaventuranzas a pesar de los recelos y sospechas de la sociedad.
“La persecución no es solo una realidad del pasado, también hoy la vivimos. Puede ser de manera cruenta como tantos mártires contemporáneos o de manera más sutil a través de calumnias y falsedades”, advirtió citando al papa Francisco. Ante esto invitó a tener confianza “a pesar de las fragilidades” porque “Dios revela su fuerza a través de los débiles y los indefensos”.