Jueves, 12 de diciembre de 2024

Religión en Libertad

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Para celebrar un nuevo 28 de octubre, recordando la beatificación de 2007

Beato José Polo, 1000 páginas descargables en tres tomos

por Victor in vínculis

Queridos amigos: mañana es de nuevo 28 de octubre, fiesta de los santos apóstoles Simón y Judas. Han pasado 17 años desde la beatificación del año 2007. 498 mártires de la persecución religiosa fueron elevados a los altares. Sucedió en el pontificado del papa Benedicto XVI. Uno de aquellos fue el beato José Polo Benito, deán de la Catedral Primada de Toledo, que alcanzó la palma del martirio en la madrugada del 23 al 24 de agosto de 1936.

Esta entrada de hoy, es la 2.409 desde que comencé en octubre de 2010 -hace 14 años- la andadura en este magnífico portal de Religión en Libertad. Gracias a Alex Rosal, Carmelo López-Arias, Pablo J. Ginés o José María Carrera.

Os ofrezco en los próximos días las mil páginas que me ha ocupado la biografía que me pidió escribir la familia del beato José Polo. Sin exagerar podrían haber sido 3.000. Yo los he compendiado en tres tomos.

El primer tomo, Salamanca y Plasencia (250 páginas, 2023), trata de la vida del mártir desde su nacimiento en Salamanca el 27 de enero de 1879 hasta que el 25 de enero de 1923 fue nombrado deán de la Catedral de Toledo. Centrándonos en el trabajo pastoral y material en la diócesis de Plasencia, y sobre todo en las Hurdes.

En el segundo tomo Tierra Santa - Peregrinaciones - Miscelánea de artículos (400 páginas, 2023) hicimos un monográfico sobre la vinculación del beato José Polo con Tierra Santa y otros lugares de peregrinación a los que acudió como miembro de la Junta Directiva del Patronato Pro Jerusalén. Y recuperamos los artículos que sobre estos viajes publicó en ABC y en El Castellano de Toledo. El archivo fotográfico que conserva de sus viajes, especialmente de Tierra Santa, es espectacular. Lógicamente presentábamos una selección.

Terminaba este segundo tomo con una miscelánea de artículos escritos para diferentes periódicos. Muchos de ellos pertenecen a una sección que tituló La acción católica en el mundo, y que luego publicará como libro. Sorprende, sobre todo, que es un hombre absolutamente polifacético: tan pronto escribe sobre el Negus de Abisinia, del drama de la pasión en Oberammergau o de la “pasa” de palomas en Echalar (cómo cazarlas)... de política o de arte; de Norteamérica o de África; de las procesiones toledanas o del teatro cristiano... Como hemos señalado en bastantes ocasiones, son muchos los temas de Polo Benito sobre los que se podrá seguir escribiendo y haciendo tesis. Uno de ellos es este de la prensa. No hemos usado ni la mitad de todo el material que hemos recuperado.

El tercer tomo: Toledo y martirio (355 páginas, 2024) desarrolla su fructífero apostolado desde que es nombrado deán de la Catedral Primada de Toledo hasta el día de su martirio.

En este enlace podéis descargaros el primer tomotomo_I.pdf

Y, a continuación, os presento una extensa crítica de mi querido amigo Martín Ibarra, que como experto en la temática martirial, me honra con su análisis.

Martín Ibarra, el último martiriólogo - ReL

[El libro fue presentado al clero de Plasencia el 20 de abril de 2023].

Jorge López Teulón, Beato José Polo Benito. Tomo primero. Salamanca y Plasencia, Talavera de la Reina 2023, 250 págs.

Con frecuencia he escuchado al sacerdote diocesano don Jorge López Teulón que algunos de los sacerdotes que había llevado como Postulador de la Causa de los Mártires de la persecución religiosa para la provincia eclesiástica de Toledo y de la diócesis de Ávila (2002), podrían haber entrado en un proceso de virtudes si no lo hubieran hecho en el proceso de martirio. Y decía que uno de ellos era el deán de la catedral de Toledo don José Polo Benito. Hablaba siempre con mucha admiración sobre él, su labor sacerdotal, social, periodística. Y decía que existía una documentación amplísima sobre él. Al leer estos dos tomos sobre el Beato José Polo Benito, he podido darme cuenta cabal de lo acertado de sus palabras. La personalidad humana, sacerdotal y cristiana del beato Polo me ha deslumbrado.

1. Una historia documentada.

Los libros que ha publicado López Teulón llegan a treinta. Mencionamos los referentes al tema martirial de la archidiócesis de Toledo. Llamados a la santidad. Mártires seglares de la persecución religiosa en la Archidiócesis de Toledo, Toledo 2013. 1931. Cardenal Pedro Segura, Toledo 2018. La persecución religiosa en la Archidiócesis de Toledo (1936-1939). Tomo primero. En la ciudad de Toledo, Toledo 2019, con prólogo del arzobispo de Toledo, primado de España, Braulio Rodríguez Plaza. La persecución religiosa en la Archidiócesis de Toledo (1936-1939). Tomo Segundo. Vicaría de Toledo y Talavera, Toledo 2019, con prólogo del cardenal Robert Sarah. Inspirados por Satanás, Madrid 2022. Comprobamos, por consiguiente, la rigurosa planificación del trabajo; su constancia y sus frutos.

También López Teulón ha creado la página www.persecucionreligiosa.es y es colaborador habitual en un blog dentro de la página www.religionenlibertad.com Colabora como ponente en las Jornadas Martiriales de Barbastro desde su creación en 2013.

Este tomo primero sobre el beato José Polo Benito, De Salamanca a Plasencia, pasando por las Hurdes, consta de veinte capítulos, cinco apéndices y un adelanto de su etapa de deán de Toledo y su martirio.

Los capítulos son muy variados en contenido y extensión, pero nos van presentando poco a poco las diferentes caras de la riquísima personalidad de don José Polo Benito. Enumeramos algunos: “1. A los seminaristas españoles” (11-15); “2. Las Hurdes, revista mensual” (15-19); “3. Un mártir en la tumba de un poeta” (19-26); “5. Apóstol de la Rerum Novarum (33-34); “10. Apostolado en Las Hurdes (49-112); “12. Siempre por la eucaristía (119-158); “14. Novelas en alemán y otro libro (159-165)”; “20. Deán de la Catedral primada de Toledo” (191-200).

Los cinco apéndices “1. La Virgen del Puerto, patrona de Plasencia” (203-7); “2. Prólogo en el libro Manojito de cuentos de José Zahonero” (215-6); “3. Su amistad con el caricaturista Ramón Cilla” (217-8); “4. La acción social de la iglesia placentina por Flores del Manzano” (217-218); “5. Miguel de Unamuno y El Resentimiento trágico de la vida” (219-225). Finaliza con “Deán de Toledo, martirio y su cuerpo incorrupto” (227-245).

El autor ha realizado una selección de la documentación conservada en la postulación, tanto gráfica como documental, ampliada con nuevas búsquedas. Los medios periodísticos y revistas diversas en los que publicó el beato Polo Benito o que hablan de él que nos presenta, son abundantísimos. Los enumeramos por orden alfabético: ABC, de Madrid (115, 174, 177, 186), Ahora, Bibliografía, de Barcelona (167), Boletín Eclesiástico del Obispado de Córdoba (132), Defensor de Córdoba, Diario de Burgos (166-7), Diario de Reus (181-2), El Bloque, de Cáceres (183), El Castellano, de Toledo (114-115), El Debate, de Madrid (185), El Adelanto, de Salamanca (38-40), El Globo, de Madrid (186), El Lábaro, de Salamanca (13, 35, 113-4), El Monte Carmelo, de Burgos (166-7), El Motín, de Madrid (114), El Regional, de Plasencia (27-32), El Restaurador, de Tortosa, Tarragona (41), El Salmantino (159-161), Estampa, de Madrid (232), Extremadura, de Cáceres (19), Gaceta de Madrid (191), Hoja Dominical, de Plasencia (28), Guareña, Badajoz (46-8), Hoy, de Badajoz (15, 23), La Basílica Teresiana, de Salamanca (56), La Cataluña, de Barcelona (40), La Escuela Parroquial, de Los Santos de Maimona, Badajoz (171-2), La Victoria, de Béjar, Cáceres (178-9), Las Hurdes (15-19), La Correspondencia de España, de Madrid (16-7, 185), La Hormiga de Oro, de Barcelona (22, 156, 161-165, 189), La Idea Moderna, de Lugo (177), La Independencia, de Almería (179-181), La Ilustración Española y Americana, de Madrid (49-54, 57-108), La Lámpara del Santuario, de Madrid (157), La Lectura Dominical, de Madrid (21), La Mañana, de Madrid (167-8), La Misión Evangélica de Ibahernando, Cáceres (113), La Semana Católica, de Salamanca (17), L’ Esquella de la Torratxa (41), La Sociedad Española de Higiene, de Madrid (56), Revista Católica de las Cuestiones Sociales, de Madrid (183), Revista Iberoamericana de Ciencias Eclesiásticas, de Madrid (12).

El aparato gráfico seleccionado es abundante, oportuno y ayuda muy bien a comprender al beato Polo Benito y a su época. Hay fotografías suyas a toda página, de joven sacerdote (18), de deán, con teja (225). Hay una fotografía en el Seminario de Salamanca con otros seminaristas (11), con el obispo de Plasencia monseñor Jarrín y un grupo numeroso en el ayuntamiento de Guareña en 1908 (45). Aparece con mineros en Mieres (Asturias), como uno más (45), a caballo en una de sus visitas a las Hurdes (55) [sobre estas líneas]; en la entrada del nuevo obispo de Plasencia (162-5) o con Mons. Ángel Regueras y un grupo delante de la fachada de la Caja de Ahorros de Plasencia (182); acompañando a las hijas de los reyes de Bélgica (232); subido a un banco de la plaza toledana de Zocodover hablando vehementemente a la gente (233); o departiendo en el santuario de la Virgen del Puerto -patrona de Plasencia- con unas religiosas (205). Hay fotografías realizadas en el estudio fotográfico, una de 1904 (30), otra con protectores de las Hurdes (101), o la que tiene con el obispo de Plasencia Mons. Jarrín (133) que está además en la portada. Su fotografía aparece también en la traducción que realiza del libro El falso Rembrandt (166). Otras muchas fotografías, postales y recortes de periódicos ambientan muy bien los temas tratados, como el retablo de la iglesia de Guareña antes de la guerra y después de ser vandalizado (46); la llegada del legado Pontificio a Madrid en 1911 con motivo del XXII Congreso Eucarístico Internacional (119), la postal núm. 23 de este Congreso, que muestra la bendición con el Santísimo en la plaza de Cibeles (139); el edificio de la Caja de Pensiones para la Vejez y de Ahorros de Cataluña y Baleares de la Vía Layetana de Barcelona (188); la puerta del Cambrón de Toledo (240); el viaje de Alfonso XIII a las Hurdes de 1922 (110); don Pedro Segura obispo de Coria en su visita a las Hurdes saludando a los fieles –descalzos- desde el caballo; detrás suyo, su familiar el siervo de Dios Fausto Roncero (112). En la contraportada, fotografías de Salamanca y Plasencia de principios del siglo XX. En las solapas, una fotografía de un grupo de sacerdotes de Plasencia con el obispo Jarrín. En ocasiones trae dibujos o caricaturas, como las de Ramón Cilla (215), Alfonso XIII que dedica el caricaturista Cilla a Polo Benito (216) o la de José Zahonero (211). Resultan sumamente interesantes las fotografías del cementerio de los canónigos de Toledo y las referentes a su exhumación realizada en septiembre de 2007 antes de ser beatificado (242-5).

Las principales publicaciones del beato Polo Benito aparecen bien documentadas. Entre sus primeros trabajos, las conferencias que pronunció en el Círculo Católico de Béjar (Salamanca) en XII-1906, publicados en 1907 por el Establecimiento Tipográfico de F. Muñoz, “Feminismo Social” y “La emigración en Béjar”, folleto de 39 páginas (34). En el año 1908 publica un libro titulado Del periodismo católico, las conferencias que pronunció en el Seminario Conciliar de Plasencia (40). En este año 1908 se publica la crónica del Congreso de Hurdanófilos celebrado en Plasencia en los días 14 y 15 de junio de 1908, en los que don José Polo escribe la introducción, “Discurso de inauguración” y “Las Hurdes y La Esperanza en las Hurdes (49). Este año publica en Madrid en la imprenta de Eduardo Arias el folleto Las Hurdes y Esperanza de las Hurdes: informes y ponencias, de 28 páginas. En el año 1911 se celebra en Madrid el XXII Congreso Eucarístico Internacional, en el que participa don José Polo y se publica como separata Plasencia por Jesús Sacramentado. Tradición eucarística (19 octubre 1488) (121-131). Ese mismo año publica junto con Teodoro S. Marcos El Libro del Congreso Eucarístico en la Librería de Fernando Fe de Madrid (132-155). En el año 1912 asiste al XXIII Congreso Eucarístico Internacional celebrado en Viena, del que publica una reseña en La Lámpara del Santuario, en 1913 (156-7). En el año 1913 traduce la novela del alemán J. A. Geissler, El falso Rembrandt, publicado en la Biblioteca Patria, tomo LXXXIX (166). En el año 1917 publica Crónicas de un año de acción, con prólogo del arzobispo de Sevilla Enrique Almaraz Santos (167). En el año 1919 da a luz El problema social del campo en Extremadura, con prólogo de monseñor Ángel Regueras López obispo de Plasencia (178-9). Mencionamos, por último, su carta a Alfonso XIII, de 1904, en la que habla de las Hurdes, en la que, entre otras cosas, se lee: “A vos queda encomendada la noble empresa de dar vida a 6.000 hombres condenados a morir de hambre, hambre lenta y continua que no mata ni en una semana ni en un mes ni en un año, pero que va poco a poco debilitando el organismo hasta producir terrible y aplastadora anemia” (16-7).

Su labor de periodista queda completada con la mención de otros cargos que tuvo, como el de director de la Semana Católica de Salamanca en el año 1904 (13) o de la revista Las Hurdes en 1904, impulsada entre otros por Francisco Jarrín (después obispo de Plasencia) y él mismo (15-17). Esta actividad le sirvió para hacer amistad con poetas como José María Gabriel y Galán, promoviendo la suscripción nacional para erigirle un monumento en Cáceres (19-26). En Plasencia fue director del periódico Regional, de 1907 a 1914 y de la Hoja Dominical, de 1908 a 1914 (28-29).

Digamos algo de la bibliografía empleada por el autor para completar la abundante documentación que nos presenta del propio Polo Benito. Son numerosos los artículos, libros y hasta una tesis doctoral, que se han empleado. Mencionaremos algunos. Sobre Plasencia, Fernando Flores del Manzano, Historia del movimiento obrero en Plasencia (1868-1936), 2012; La acción social de la Iglesia placentina. Pontificados de F. Jarrín y A. Regueras, 2014. Domingo Sánchez, Trasuntos extremeños. Una semblanza de sabios y poetas, de guerreros y mártires, 1956 (19). Jean Batiste Bidé, médico y antropólogo francés (1892). El periodista Teresiano Rodríguez Nuñez, sobre Gabriel y Galán (23); el sacerdote Moisés Sánchez Barrado (35-7); Crónica del Congreso Nacional de Hurdanófilos celebrado en Plasencia en los días 14 y 15 de junio de 1908 (49); Aniceto de Castro Albarrán, Salamanca 1938 (233); el periodista Luis Moreno Nieto, y su Guía de la Iglesia en Toledo, Tarancón 1974 (242);  Adoración Gómez Camarero, fue director del diario El Castellano de Toledo y después colaborador de El Alcázar; Rafael del Cerro Malecón (201); Antonio J. Armero (15); Manuel Rafael Blanco Belmonte (57-108). La tesis doctoral es de José Soto Vázquez, Ezequiel Fernández Santana y la literatura de acción social católica, Facultad de filosofía y Letras de la Universidad de Extremadura, Cáceres 2007 (173).

2. Hacer comprensible a la persona estudiada y a su época.

Son abundantes los textos de los escritos de Polo Benito y de personas relacionadas con él. Resultan muy variados, agradeciéndose, además de los artículos de periódico, revistas o de libros, los poemas. Una portada de Regional de 1908, “Los civilitos y la gitanilla”, recoge un ingenioso y simpático poema del beato Polo (31-32), que comienza así:

“-Gitana de ojos azules,

Vidilla de mi persona

Que vas a verte en la trena

Porque eres tú la que robas

El cariño de tu padres

Y los juguetes de Antonia…

Así decían dos civiles

Recién entraos en la tropa,

Que el máuser llevan al brazo,

Y en el cinto la pistola,

Más tiesos que los reclutas

Cuando a la revista tocan,

Y los dos tan parecidos

Como una gota a otra gota,

A una chiquilla gitana

Resalada y repreciosa”.

Todo ello hace más amena la lectura que, ciertamente, nos sorprende en numerosos momentos.

Los comentarios del autor son precisos. En ocasiones, después de largas citas, como las “Notas de una excursión a La Alberca, Las Jurdes, Batuecas y Peña de Francia” de Blanco Belmonte (57-108), concluye: “Hasta aquí el largo texto publicado en 1911 que nos ha posibilitado descubrir cómo el beato José Polo Benito fue uno de los principales impulsores de todo lo que se hizo en Las Hurdes en el primer tercio del siglo XX” (108). Las notas a pie de página, escasas pero muy sugerentes, como las de Francisco Cambó, Diego María Crehuet del Amo o Alfredo van den-Brule (220, 228).

Cita la carta a Alfonso XIII del beato José Polo, invitando al rey de España a que visite Las Hurdes. La visita se hizo esperar, pero llegó en junio de 1922. El historiador Antonio García, en su crónica del viaje, escribe: “Ha reconocido S.M. que los únicos que hasta ahora han hecho algo por los hurdanos han sido los sacerdotes, entre los que son dignos de recuerdo imperecedero el difunto obispo de Plasencia, Ilmo. Sr. D. Francisco Jarrín, y el actual deán del cabildo placentino, el conocido publicista Dr. Polo Benito” (111). En ese viaje le acompañó el entonces obispo de Coria don Pedro Segura y Sáenz. López Teulón añade una nota biográfica y el comentario oportuno de una carta del obispo de Málaga don Manuel González, de junio de 1931 a don Pedro: “Como el Señor ha unido nuestras almas en el destierro, debo escribir a V.E. algunas palabras de asistencia y expansión” (112). Más adelante habla nuevamente del cardenal Segura y cómo el deán Polo Benito salió en defensa suya en el año 1931.

Muy sugerente es el apartado “Un mártir sustituye a otro mártir”. “Los beatos Narciso de Estenaga y José Polo fueron consecutivamente deanes de la Catedral primada de Toledo; serán asesinados en agosto de 1936, con diez días de diferencia, durante la persecución religiosa y juntos subirán a los altares en el pontificado de Benedicto XVI, en la plaza de San Pedro, el 28 de octubre 2007” (192).

3. El beato Benito Polo, un sacerdote polifacético.

Así lo califica el autor y así se nos muestra realmente en este libro. Mencionaremos únicamente siete aspectos.

I. Coherencia de vida y liderazgo.

Resulta algo importantísimo, a nuestro parecer. A su deseo de mejorar la vida de la gente, de sus feligreses y condiocesanos dedicó muchos esfuerzos, con su pluma, con sus gestiones, con sus visitas a los lugares y apoyando la labor de otros sacerdotes. Y ellos le correspondieron. Pongamos dos ejemplos. El primero, la fundación del Centro Católico de Serradilla en 1908, por el siervo de Dios Benedicto Barbero. En la crónica del acto, que contó con la presencia de don José se lee: “La fascinación que ejerce sobre estos honrados y sencillos agricultores la palabra vibrante, sonora, ardiente, sincera del joven sacerdote es indecible. En la abigarrada multitud que llena el salón, se pinta la admiración primero, el afecto y la simpatía después, el sentimiento más tarde, la identificación de ideas y sentimientos siempre y el entusiasmo delirante cuando, al terminar su discurso, se levantan hombres y mujeres agitando sombreros y pañuelos y estrechando con efusión, con cariñosa violencia sus manos” (43). De este mismo año es la crónica de Pablo Belmonte, “Notas de una excursión a La Alberca, Las Jurdes, Batuecas y Peña de Francia”, que se publicó en 1911. Llegan a la alquería de Las Mestas, donde los niños corren asustados al ver a los forasteros, temiendo ser castigados. “Después, cuando corrió la noticia de que iba con nosotros don Polo -así suelen llamar los jurdanos al secretario de don Jarrín-, asomaron tímidamente algunos mesteros y fueron acercándose” (66).

II. Hombre reflexivo que ofrece soluciones.

Prosigue la excursión de 1908 a las Hurdes. Al asomarse a un río, contemplaron que a quince metros de altura había una zona verde que podía ser dedicada a huerta. Alguna riada se había llevado el puente existente, no dejando huella alguna de los arcos ni de los estribos. “Polo sacó un cuadernito y un lápiz y procedió a un rápido interrogatorio, anotando cifras. Traía hecho el presupuesto para la reconstrucción. Los mesteros se brindaron a arrimar toda la piedra que se consumiese en la obra; luego agregaron que facilitarían la madera, y, finalmente, se comprometieron a la prestación personal: a trabajar gratuitamente cada vecino durante una semana” (72). De este año 1908 es el I Congreso Nacional Hurdanófilo, del que fue uno de los organizadores (49).

III. Vida sacramental y eucarística.

De su estancia en la diócesis de Plasencia, se dice que fue confesor de todos los conventos (28). Su devoción eucarística será constante. El autor menciona la relación del beato Polo Benito con el sacerdote don Ezequiel Fernández Santana, párroco de Santos de Maimona, que fue un gran pedagogo. Le invita en 1914 con motivo de la celebración de los exámenes finales en las Escuelas Parroquiales. Polo Benito pronunció una conferencia sobre “La comunión y la escuela” (170).

En septiembre de 1912 se celebró en Viena el XXIII Congreso Eucarístico Internacional, en el que participó José Polo en nombre del Consejo de la Adoración Nocturna española (157). También el autor publica el cuarto capítulo de El Libro del Congreso Eucarístico del beato Polo, del año 1911. Este se titula “De la eucaristía a la acción” y tiene ideas muy sugerentes. Escribía entonces: “¡Cuánto valor es preciso para confesar a Cristo en los días estos! ¡Cuánta paciencia y fortaleza debemos tener para no ser vencidos en las luchas sociales y políticas! Pues ¿dónde habíamos de adquirir tan gran caudal de paciencia y valor si no es en la participación frecuente y digna del cuerpo y digna de nuestro buen Jesús?” (138). “Es que el egoísmo idolátrico que corroe a la sociedad moderna tiene su justo castigo en la vacuidad de los bienes de la tierra, con cuya hartura soñamos todos” (141). Hay que difundir la práctica de la comunión frecuente. “¿Cómo ha de ser excesivo alimentarse cada ocho días con el cuerpo de Cristo?” (143). Observa la actitud de muchos católicos en la acción política. “El Papa lo ha dicho: la abstención de los católicos sonaría a traición contra la religión y contra la patria” (147). “Pues el dique único capaz de detener el ímpetu de la ola materialista y sensualista es la comunión frecuente de los jóvenes. En vano esperaremos que la juventud que frecuenta las universidades y las fábricas y talleres sea casta y varonil, viviendo alejada del pan de los fuertes y del vino que engendra vírgenes” (154).

IV. La parroquia y la escuela.

Cuando se nombra a don Ezequiel Fernández Santana como hijo predilecto de Los Santos, se le hace un homenaje y se edita un folleto sobre el mismo. En él aparece un artículo de don José Polo en el que dice: “Yo también soy de los convertidos. Comencé -quizás el primero- en Extremadura alta la cruzada sindicalista, después hice alto y ahora, en el libro que acabo de publicar con el título Las crónicas de un año de acción (1916), el pensamiento fundamental gira en torno de la parroquia y de la escuela” (172).

V. El problema social del campo en Extremadura.

En el año 1919 don José Polo publica este libro, El problema social del campo en Extremadura, culmen de sus preocupaciones constantes durante los últimos años. Dividido en diez capítulos, trata los temas más interesantes. Mencionamos el acierto del auto al traer una recensión bibliográfica sobre el mismo, con lo que nos damos perfecta cuenta de que era un autor reconocido y con peso específico. Citamos una parte de esta reseña: “El famoso deán de Plasencia, el más joven de los deanes de España y el más antiguo en las propagandas sociales, ha obtenido un éxito resonante en la publicación de este libro, a pesar del sabor regional de sus páginas” (179).

VI. Fiel a su sacerdocio y a la sotana.

Su fidelidad al sacerdocio queda clara en sus escritos y en su comportamiento. Pero deseamos destacar que, en la infinidad de fotografías publicadas en este libro, quieto, caminando, a caballo, hablando en público subido a un banco, en la portada de uno de sus libros... aparece siempre llevando la sotana. Hubo fidelidad en lo pequeño, durante toda su vida. Y hubo fidelidad en lo mucho -durante su cautiverio y martirio-.

VII. Devoción mariana.

El 25 de abril de 1931 el beato Polo Benito publicó en El Castellano un artículo saliendo al paso de las imposturas que se decían sobre el cardenal Segura, primado de España. No desea protestar por ello. “Vengo, hermanos míos, para que vosotros y yo pidamos a la Virgen Santísima del Sagrario abra su manto de misericordia y cobije también a los hijos desleales e ingratos; a la Virgen Santísima, cuya lealtad es tan grande y que supo tanto de dolores y de afrentas” (229).

Su devoción mariana le había llevado a fundar la Esclavitud de la Virgen del Sagrario en el año 1924 (234), de la que era presidente. Todos los años se celebraba su fiesta el 15 de agosto. Cuando sea detenido en julio de 1936 vivirá en plenitud esta esclavitud mariana. Escribe sobre esto López Teulón: “Bien puede, pues, el señor deán de Toledo apropiarse la frase de Pablo y enorgullecerse con un título parecido. San Pablo se llama a sí mismo Vinctus Christi; Polo Benito es Vinctus Virginis, el Preso, el Esclavo de la Virgen”. “Y no parece, sino que fue la misma Santísima Virgen la que quiso demostrar que el deán de Toledo era en la cárcel su esclavo y que era Ella a quien Polo Benito hacía la total ofrenda de su libertad y de su vida” (235).

4. Excelente presentación y planteamiento.

Se trata de una edición cuidada, bien presentada, con abundantes fotografías e ilustraciones, bien organizada. Emplea dos colores, para resaltar los títulos y las ilustraciones. Éstas son un complemento esencial del texto. Las notas a pie de página son suficientes y oportunas, sin pretender abrumar en ningún momento. El libro se acabó de imprimir el 19 de marzo de 2023, festividad del Patriarca san José.

La lectura de este tomo primero (y también del segundo) me ha recordado lo que escribía san Pablo a los tesalonicenses: “Ciertamente os hicisteis imitadores nuestros y del Señor, acogiendo la palabra con el gozo del Espíritu Santo, aun en medio de grandes tribulaciones” (1 Thes. 1,6). Para cuando llegue el tomo correspondiente al martirio del beato Polo Benito, vale el comentario de san Juan Crisóstomo a este pasaje: “Se puede estar alegre mientras se sufren latigazos y golpes, cuando se acogen a causa de Cristo. Es característico de la alegría del Espíritu Santo, que haga brotar del seno mismo de la aflicción y de la tristeza un gozo incontenible […]. Naturalmente las aflicciones por sí solas no producen alegría; ésta es un privilegio de los que aceptan los sufrimientos por Jesucristo, y un beneficio del Espíritu Santo” (Hom. Sobre 1 Thes.).

Se trata, además, de un intento del autor por comprender estos años desde la óptica de sus protagonistas -en este caso de un futuro mártir, ya beatificado-. El resultado nos lo muestra de manera ordenada y atrayente, de tal forma que somos capaces de entender la realidad que vivieron y los esfuerzos que realizaron para mejorar esa realidad, procurando cumplir la voluntad de Dios. Y dada la singularidad del biografiado y su relación con tantos acontecimientos y personalidades de la España de aquellos años, resulta una explicación acertada, completa, esperanzadora, desde un profundo amor a la Trinidad Beatísima, la Iglesia Católica, Santa María y los Mártires.

La personalidad humana, sacerdotal y cristiana del beato Polo nos deslumbra. Y nos explica por qué unos años después, fue mártir. Es un acierto pleno que este libro sirva para la formación permanente del clero de la diócesis de Plasencia. Los sacerdotes de Plasencia tienen un ejemplo excelente al que imitar en su camino hasta el Cielo.

Martín Ibarra Benlloch.

Pueyo de Santa Cruz (Huesca), 3-V-2024.

 

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