Miércoles, 09 de octubre de 2024

Religión en Libertad

Blog

Cansado de tanto falso profeta

por La Columna del #CoronelPakez

Aquí el personal anda dando lecciones y olvida la fundamental: "Sin mí no podéis hacer nada".
 
Es la más simple y obvia de todas las frases de Jesús, que es Dios: si Él quiere, nos morimos ahora mismo, dejamos de respirar y de bombear sangre y el mundo se acaba. Sencillo.
 
San Pablo la amplía sin necesidad: "En Él somos, nos movemos y existimos", pero ya sabemos que la vanidad de los teólogos es inmensa aunque sean santos. Esta frase no añade nada a la de Jesús.
 
Bien. Me subleva, entristece e irrita profundamente que los profetas de todos los tiempos, falsos y verdaderos, anden disparando agonías desde que el mundo es mundo –ese que es del buen Dios, y no hay otro, ni Dios, ni mundo.
 
Algunos pintan a Dios como un cazador de perdices apostado tras un árbol a ver si tira a algún pecador, y ¡bang, bang! al infierno eterno. Es su Dios al acecho con el que amenazan a la propia Misericordia infinita de nuestro padrecito.
 
Otros repiten la misma brasa durante días y semanas y meses y años: cállese ya; y, si tanto le preocupa el problema, rece y ayune a pan y agua durante el resto de su vida, imbécil.
 
Muchos te vienen con la lucha o combate espiritual. ¡Que no, por Dios bendito! Que no. Todo es Gracia. Y si lo fían todo al esfuerzo –de boquilla te dicen que no, que la Gracia y tal– al final se la pegan y se rompen y tienen varios finales: la rutina disimulada, el vicio oculto, la rotura psíquica o, antes, el Partido Comunista y hoy, cualquier nacionalismo más o menos violento. 
 
Luego están los profetas del mundo, esos que siendo curas visten de dependiente de El Corte Inglés o de macarra de playa. ¿Es usted sacerdote de Cristo? Se ponga la sotana, siervo inútil. ¿No lo es? No se la ponga. Tan sencillo y tan difícil por la soberbia disfrazada de "soy un hombre como los demás". Pues no, mire. Lo más probable es que sea usted mucho peor, pero ha sido elegido y ha dicho que sí. Apechugue.
 
Vienen los teóricos de salón sobre la ortodoxia. Lo más parecido a un fariseo, sepulcros blanqueados.
 
Están los teóricos de salón de la puesta al día de la Iglesia. Lo más parecido a los saduceos: colaboracionistas con el poder y, en consecuencia, descreídos y ajenos a toda apertura al Misterio ("No creen en la resurrección de los muertos").
 
Rondan por ahí los cruzados de boquilla. Se definen solos.
 
Y los cumplidores de "Excel". Nada que decir: tibieza fosilizada ajena a todo amor que rompa el horario.
 
Los profesionales de la compasión y de la solidaridad. Estos deberían de hacerse budistas o algo por el estilo.
 
Los intelectuales y escritores que practican el deporte más viejo del mundo –no, no es la prostitución y el fornicio–. El deporte más viejo del mundo es echar pestes del momento presente en que se vive.
 
(Y los que se lían con la política y la fe y sacan un brebaje que no hay quién se lo trague. Un cóctel italiano, no sé si me explico).
 
Miren, escuchen... Cristo pasó treinta años de gris anonimato. Y cuando el Espíritu sopló le tocó pringar, muy a su pesar. "¡Cómo deseo beber este cáliz y prender fuego a la tierra!". Claro, que pase pronto toda esta tortura y mi vida con esta generación que me harta, ¡hasta cuándo tendré que soportar vuestra presencia, homínidos!
 
La Pasión y la muerte, con intento de chantaje al Padre: si puede ser, que no me coma el marrón, papito...
 
Así que, concluyo, vivan felices, y no me repitan tanto lo de sufrir, lo de la Cruz, y lo de padecer y ofrecer: ni Cristo lo deseaba, ¡fariseos! La Cruz es una putada gigantesca: Jesús la llevó tan mal, tan mal, que cayó tres veces bajo su peso y tuvo que venir un pobre hombre en su ayuda. Sufrir de veras es sufrir hasta gritar, es quejarse, es querer suicidarse, huir, como Santa Juana de Arco o Santo Tomás Moro, que lo firmó todo menos la renuncia a la autoridad del Papa, para salvar una vida que entregó al final con humor inglés. Por favor, recuerden los heraldos del martirio: "Si os maltratan en una ciudad, HUID a otra..." 
Y si no os hacen caso, "sacudíos el polvo de vuestras sandalias" y a otra cosa, mariposa.
 
Que no, rufianes de guante blanco. Que no. Dejad de atar cargas a la pobre gente. Si el personal quiere convertirse es cosa del personal, no vuestra. Que el mandato es anunciar, y solo anunciar. 
 
Y el que no escuche, avisado queda. 
 
Disfruten, pues, que los lirios no hilan y visten como nadie en el universo; y los pájaros no trabajan, y comen de todo, siempre. Pax et Bonum.
Comentarios
5€ Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
10€ Gracias a tu donativo habrá personas que podrán conocer a Dios
50€ Con tu ayuda podremos llevar esperanza a las periferias digitales
Otra cantidad Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Si prefieres, contacta con nosotros en el 680 30 39 15 de lunes a viernes de 9:00h a 15:30h
Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter

¡No te pierdas las mejores historias de hoy!

Suscríbete GRATIS a nuestra newsletter diaria

REL te recomienda