6 de noviembre: fiesta de los mártires de la persecución religiosa en España
Santos Pedro Poveda, Inocencio de la Inmaculada y 2.106 compañeros mártires
Celebramos hoy 6 de noviembre la memoria de los santos Pedro Poveda Castroverde, Inocencio de la Inmaculada Canoura Arnau, presbíteros, y compañeros mártires, en la que los santos Pedro, presbítero diocesano y fundador de la Institución Teresiana, e Inocencio de la Inmaculada, religioso pasionista, encabezan a los 2.108 santos y beatos, obispos, sacerdotes, consagrados y laicos, que dieron a Cristo el testimonio supremo del amor, martirizados en odio a la fe en España, entre 1934 y 1939.
Como ya escribimos hace unos días, el sábado 18 de noviembre con las beatificaciones de un grupo de mártires en Sevilla sumarán 20 beatos mártires más hasta llegar a los 2.128, Dios mediante.
BEATO SATURNINO ORTEGA MONTEALEGRE
El beato Saturnino Ortega Montealegre nació en Brihuega (Guadalajara) en 1866. Realizó los estudios eclesiásticos en Toledo y fue ordenado sacerdote en 1892. Ejerció el ministerio en varias parroquias; en 1912 recibió el nombramiento de párroco de Santa María la Mayor de Talavera de la Reina (Toledo) y arcipreste de la ciudad.
[El cardenal Reig visita la fábrica de cerámica de Ruiz de Luna. A la derecha de la foto dos sacerdotes mártires. El primero el beato Ricardo Pla, secretario del cardenal y junto a él, el beato Saturnino Ortega Montealegre. La fotografía aparece publicada en mayo de 1924 en Toledo, revista de arte].
Apenas iniciada la persecución religiosa, el 19 de julio de 1936 fue arrestado y encerrado en prisión. El 6 de agosto de 1936 fue sacado de la cárcel, siendo objeto de toda clase de vejaciones y escarnios por parte de la turbamulta. Llevado al pueblo de Calera para ser fusilado, y quedando el último, confesó a sus compañeros de martirio y les dio la absolución. Fue beatificado en Roma el 28 de octubre de 2007, dentro del grupo de 498 mártires españoles.
Esta tarde en el templo de San Francisco de Talavera de la Reina (Toledo), donde se conservan el relicario con sus restos óseos, celebraremos su fiesta.