La persecución religiosa sufrida desde 1931 a 1939 aniquiló cientos de imágenes de María Santísima
El martirio de la Virgen María en 1936. La Virgen de Rosario de Olías del Rey (Toledo)
Para el segundo tomo de la obra sobre La persecución religiosa en la Archidiócesis de Toledo. 1936-1939 elegí esta fotografía de la profanación que sufrió la Virgen del Rosario, de la parroquia de Olías del Rey, pueblo de la Vicaría de Toledo. Lo hice porque ochenta y tres años antes L'Illustration francesa, en un número extraordinario publicado en enero de 1938, puso de portada esta Virgen con Niño. En el pie de foto podemos leer: Talla policromada de madera del siglo XVI. Imagen mutilada: los ojos han sido arrancados (iglesia de Olías del Rey, provincia de Toledo).
Bajo estas líneas la misma imagen, pero con su ráfaga. La ráfaga rodea, enmarca, envuelve las imágenes de la Virgen porque María es la “Llena de gracia”, está llena de Jesucristo, autor de la gracia. La ráfaga también se asocia con los ostensorios eucarísticos, no en vano, es María el primer Sagrario.
La sorpresa del investigador es siempre increíble. Me acabo de encontrar en internet con esta fotografía del fondo Serrano de la Fototeca Municipal de Sevilla. Unas niñas improvisan un acto de desagravio a la dañada Virgen del Rosario, patrona de Olías del Rey (Toledo), sobre las ruinas del templo de San Pedro. Octubre de 1936 (Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla -Servicio de Archivo, Hemeroteca y Publicaciones).
El siervo de Dios Francisco Ramírez Moreno, párroco de Olías, fue asesinado el 24 de julio de 1936. Un mes después, el 23 de agosto, lo fue el canónigo de la catedral de Cádiz, siervo de Dios Calixto Paniagua Huecas, natural de Olías.
Ramírez Moreno, Francisco (persecucionreligiosa.es)
Paniagua Huecas, Calixto (464martires.es)
La iglesia parroquial fue incautadas y saqueada en los primeros días de la guerra; …quedó destruido el órgano, armónium, los altares y retablos...
Juan Jesús Martín Tardío en un trabajo, publicado en mayo de 1.998, que lleva por título Olías del Rey (Toledo), relata que un oliero llamado José María Paniagua y Santos, que vivió aquella locura, había escrito un diario en el que se lee:
«En cuanto al destrozo de la iglesia y su contenido, según el diario, nada más comenzar la guerra le quitaron las llaves al párroco y se apropiaron de ella, pero no la dañaron. Los grupos de milicianos de Madrid y Toledo, que pasaban por el pueblo les decían ¿pero aún no habéis quemado la iglesia? y les amenazaban. Así que un mal día cogieron a dos cavadores fornidos provistos de enormes estacas y comenzó la zarabanda, después entraron otros provistos de hachas, martillos y cuñas de hierro de partir leña y no dejaron nada en pie, ni sano.
Obligaron al sacristán, Desiderio Conejo, a que les deleitase tocando el armónium. Se pasearon por el pueblo en la carroza de la Virgen del Rosario y después la tiraron por el puente del ferrocarril. Decapitaron a la Virgen del Rosario y al niño Jesús que tiene en brazos».
EL AÑO MARIANO DE 1954
El 31 de octubre de 1954, durante el Año Mariano, tuvo lugar en Toledo la mayor procesión de su historia si tenemos en cuenta el número de imágenes y de fieles que recorrieron la ciudad. Las crónicas refieren la asistencia de unas 40.000 personas congregadas en torno a cerca de 150 imágenes, las de más devoción, traídas de pueblos de los arciprestazgos de la archidiócesis toledana, acompañadas de peregrinos y autoridades venidos de lugares de tierras toledanas y de localidades de Guadalajara, Albacete y Cáceres. Bajo estas líneas, feligreses de Olías con la imagen de la Virgen del Rosario.