Martes, 18 de junio de 2024
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Evangelio del día
¡Ay de vosotros, si ya tenéis aquí vuestro consuelo!
Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades
Jesús, poniendo las manos sobre los enfermos, los iba curando
¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? Eres el Santo de Dios
Herodes respetaba a Juan, que era un hombre honrado y santo
Cuando des un banquete, invita a los pobres que no pueden pagarte
Entregó talentos a sus empleados, a cada cual según su capacidad
Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas
Estad preparados; cuando menos penséis viene el Hijo del hombre
Hemos encontrado a Jesús de Nazaret, hijo de José. Ven y verás
Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os tragáis el camello
¡Ay de vosotros!
Esforzaos en entrar por la puerta estrecha. Muchos no podrán
Quien se enaltece será humillado; quien se humilla será enaltecido
Uno de ellos, experto en la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba
Tengo preparado el banquete y todo está a punto. Venid a la boda
Estos trabajaron sólo una hora, y los tratas igual que a nosotros
Sabed que un rico difícilmente entrará en el reino de los cielos
Dispersa a los soberbios de corazón y enaltece a los humildes
He de pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla!
Acercaron unos niños a Jesús para que les impusiera las manos
Son una sola carne. Lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre
¿No debías tener compasión de tu compañero, como yo tuve de ti?
Donde esté yo, allí estará mi servidor y el Padre lo premiará
¡Señor, señor, ábrenos! En verdad, os digo, no os conozco
Vosotros sois la sal de la tierra
El administrador fiel y solícito les reparte la ración a sus horas
Pedro y sus compañeros vieron su gloria y a los que estaban con él
El Hijo del hombre vendrá y pagará a cada uno según su conducta
Sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el infierno no la derrotará
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