Jueves, 28 de marzo de 2024

Religión en Libertad

Presenta «¿Democracia sin religión?»: ReL lo entrevista

Rocco Buttiglione, político cristiano: «No hay batallas perdidas pero es necesario organizarse»

Rocco Buttiglione dice que no hay que rendirse en la lucha cultural ni política y que vale la pena invertir en organización, cultura, testimonios y juventud
Rocco Buttiglione dice que no hay que rendirse en la lucha cultural ni política y que vale la pena invertir en organización, cultura, testimonios y juventud

Pablo J. Ginés / ReL

Han pasado casi 10 años del “Caso Buttiglione”, que en algunas universidades se estudia en politología o Ciencias de la Comunicación. En 2005 se buscaba un comisario para la Unión Europea, Italia propuso a Rocco Buttiglione, catedrático de Ciencias Políticas, profesor y hombre cultísimo y Ministro de Asuntos Europeos.

De repente, lobbies gays y feministas sacaron declaraciones manipuladas y arremetieron desde la prensa y en pasillos contra Buttiglione, presentándolo como “homófobo”, básicamente por ser católico y no aceptar las prácticas homosexuales como algo éticamente correcto. Tras unas semanas de campaña durísima en toda la prensa europea, su candidatura quedó desestimada por ser cristiano. En Italia nunca bajó su prestigio y desde 2008 es vicepresidente de la Cámara de Diputados.

Rocco Buttiglione, cercano al movimiento católico Comunión y Liberación, ha pasado por España para presentar el libro ¿Democracia sin Religión? (Editorial StellaMaris), que reúne artículos de 15 autores de 7 países que analizan la cristianofobia en Occidente y sus tendencias. Muchos mencionan su caso como un punto de inflexión.

- ¿Qué significó “el caso Buttiglione”, señor Buttiglione?
- El Europarlamento no tenía competencias sobre temas de familia, pero el lobby gay y feminista quería crear un caso ejemplar, modélico. Estaban muy bien preparados, y también sabían improvisar. Cambiaron palabras de mi boca, insistieron, etc… Además, era la época que se debatía sobre las raíces cristianas de Europa, su mención… otro debate que perdimos los cristianos.

- Pero ¿qué justificación legal reclamaban?
- Lo que me ofendié es que el Europarlamento no puede hacer juicios políticos sobre los candidatos a comisarios, que llegan como expresión de los distintos países. La diferencia de pensamiento político no es criterio para rechazar un candidato a comisario. Los criterios son sólo dos: que se rechace a alguien por incompetencia manifiesta (y nunca nadie ma ha acusado de eso) o por falta de integridad moral….

- ¿Se sacó algo bueno de aquel acoso mediático?
- Pues sí. Lo enlacé con la campaña por el referendum sobre la fecundación artificial de esa época en Italia, acudí a 43 encuentros a contar lo que había pasado, cómo actúan los lobbies, llegué así a miles de personas. Resulta que la opción cristiana, ética, ganó ese referendum. Estábamos tan convencidos de que íbamos a perder que durante la campaña intentábamos potenciar la no-participación para que el referendum no alcanzase el mínimo requerido, pero luego vimos con los resultados que con participación alta habríamos ganado igual.

- ¿Usted diría que los partidos hay que jugarlos, que hay que presentarse?
- No hay batallas perdidas. Por ejemplo, en 2012 intentaron hacer a mi amigo Tonio Borg, el candidato maltés, lo mismo que a mí, bloquearlo como comisario porque era cristiano… Pero esta vez él ganó. No hay que rendirse. Necesitamos una iglesia militante sin miedo a la lucha.

- ¿Usted cree que la proporción de ciudadanos europeos pro-vida y pro-familia se corresponde a la proporción de eurodiputados pro-vida y pro-familia?
- No. Pero poca gente va a votar a las europeas, y los católicos aún menos… así que no podemos quejarnos de que el Europarlamento no sea una proyección fiel de los ciudadanos.

- ¿Cómo ve a los partidos democristianos o del Partido Popular europeo? El Fine Gael irlandés está aprobando el aborto, los eurodiputados del PP votaron a favor del informe Lunacek…
- Con la incorporación de nuevos países de Europa Oriental, el Partido Popular europeo ha crecido mucho y ha incorporado muchas tradiciones. No es un partido católico: incluye ortodoxos, protestantes, gente de tradición moral similar… Pero sí ha crecido su secularización. El Congreso del PPE de Bucarest de 2012 se preparó como una batalla política durante 2 años y el PPE siguió declarando como su fundamento la imagen cristiana de la persona, la defensa de la vida… Los del partido belga protestaron, pero no se fueron. ¿Dará el PPE la batalla en todos los casos que querríamos? No. Pero sigue siendo la base de apoyo más importante para dar las batallas que queremos los cristianos. También debemos trabajar con políticos del Grupo Mixto para lograr mayorías.

- Parece difícil…
- La mayoría de los políticos del PPE, como los socialistas, como los liberales, en realidad no tienen opiniones fuertes sobre temas de bioética o familia…. Hay una minoría pequeña y organizada con opiniones contra la cultura de la vida; y hay otra minoría, mas grande pero menos organizada, que somos nosotros, los cristianos…

- ¿Hasta qué punto es importante organizarse?
- Si nos organizamos, podemos ganar. Si no, perdemos. Por ejemplo, en el Europarlamento ganamos contra el informe Estrela y perdimos contra el informe Lunacek. ¿Se hizo todo lo que se pudo? Movilizaciones conjuntas que incorporen a católicos y protestantes, cartas de obispos, grupos familiares y asociaciones…. Con movilización se puede ganar; sin ella, se pierde. La campaña Uno de Nosotros fue la minoría más grande jamás movilizada en Europa: 1,7 millones de firmas, una minoría imponente. Los del otro bando no tienen 1,7 millon de fimas. Pero ¿le sabemos dar continuidad a nuestras campañas?



- Usted en el libro ¿Democracia sin religión? insiste en que para transformar nuestra cultura relativista e individualista sólo funcionará el dar testimonio… Pero quizá esto es menos eficaz hoy, en una época de vídeos fugaces, experiencias momentáneas, que hace 30 o 40 años…
- Mi impresión es distinta. En Italia tenemos 2,2 millones de ni-nis, jóvenes que ni estudian ni trabajan. Parecen ser muy superficiales, pero en realidad desean una amistad firme y continuada. Para llegar a ellos se necesita gente con ganas de perder el tiempo con ellos. Hay que ir donde están y hablar de lo que hablen. Más adelante ya seguirán un proceso. No vendrán a la parroquia si no se les va a buscar. Han de ver un seguimiento y contar con una puerta siempre abierta, un sitio donde estar. Quieren viajar, pero teniendo una casa donde regresar. La relación personal sigue siendo lo fundamental. Y Skype, Internet, etc… permite tener amigos a mil kilómetros. En fin, los jóvenes hoy no son distintos a los de antes, ¡quieren una amistad fiel!

- Usted pide continuidad, seguimiento… ¿pueden los cristianos cambiar Europa y sus valores sin usar dinero, financiar medios, profesionales, etc…?
- Necesitamos dinero, pero más bien necesitamos apóstoles… He vivido la formacion de comunidades cristianas con muy poco o ningún dinero. Pero hemos de pensar distinto sobre nuestros recursos. Por ejemplo, recibir gente en casa, abrir nuestras casas. Sí, necesitamos profesionales con sueldo, pero sobre todo necesitamos no tener miedo. Por ejemplo, para confiar en la genialidad de los propios jóvenes cristianos, en sus iniciativas. En comunicación faltan iniciativas laicales. Hay demasiada preocupación de responder ante los obispos, como ante un burócrata, no como ante un padre. Quizá en España es distinto…

-¿Qué porcentaje de sus ingresos debería dedicar un cristiano de a pie a la acción política o cultural? ¿Está bien donar solo a la caridad y al culto?
- ¡El Estado toma hoy casi el 50% de lo que gana un ciudadano! Es justo pretender del Estado cosas que los israelitas no pedían del Rey de Israel en la época de los diezmos bíblicos. Es justo con esos impuestos pedir que el Estado los use en cultura y acción social. La caridad intelectual y la lucha cultural es tan importante como la actividad caritativa. Pío XII no era un demócrata entusiasta pero cuando llegó a convencerse de que el Espíritu Santo quería estados democráticos hizo algunos discursos de radio en Navidad sobre la democracia y decía: “si en democracia el pueblo es soberano, las virtudes de los soberanos debemos pedirlas al pueblo”. Y parece que nadie ha tomado aun esto en serio.

- ¿Qué implicaría esa “virtud” del soberano?
- Aquí ser soberano, decidir, implica una preparación, información… ¿Cómo va a decidir el pueblo sin conocer, sin información libre y profesionalmente adecuada? Platon ya decía que no habrá buena política donde haya mala música, es decir, malas “musas”, mal arte, mala cultura…. El poder del dinero se impone así a la democracia, recortando la comunicación eficaz y libre, y al final el que tiene mas dinero gobierna la comunicación y manipula los sentimiento populares.

- Hay dos tendencias entre los cristianos: unos piden limitar la libertad de expresión y potenciar el derecho al honor y los sentimientos religiosos; otros están dispuestos a sufrir poca protección del honor y de los sentimientos religiosos a cambio de más libertad de expresión porque temen que una libertad de expresión recortada se use para acallar a los cristianos… ¿Cuál es su tendencia?
- Debemos defender el derecho a la verdad. La defensa del sentimiento religioso no debe parecer un privilegio. Defendamos el deber de respetar. Y vayamos contra la invitación al desprecio o la violencia. El peligro de que intenten recortar nuestra libertad no es solo para los cristianos, sino para todos. Pidamos esta libertad universal. Aunque ciertos límites son necesarios…

-¿Por ejemplo?
- Internet es como una esfera fuera de la ley, y hay que reconducirla dentro de la ley. En Internet se permiten actos graves, la pornografía, el robo de identidades. Defendamos el derecho a la verdad. Enviar cartas falsas, firmadas por Buttiglione pero que no son mías… o crear falsos motivos para una pelea… hay que combatirlo. Ser desprestigiado en Internet por cosas que no has hecho… o que sí hiciste pero tienes derecho a mantener en privado… ¡eso puede llevar a un joven al suicidio! Pero este derecho a la verdad no debe defenderse solo con lo judicial.

- ¿Qué más se puede hacer?
- Protestar. Y estimular la creatividad cristiana. Y enseñar a los jóvenes a leer y distinguir críticamente.

- Un “libre mercado del comunicar”, ¿no favorece a los enemigos del cristianismo? Tienen medios más grandes, pueden difamar, difundir bulos… y difundir bulos siempre es más rápido que refutarlos.
- La gran mayoría de la gente no es cristiana ni anticristiana, así que la gran prensa anticristiana también debe amoldarse a esa gente, y así no es imposible para el cristiano insertarse en esos medios. Otra cosa es que creemos una comunicación cristiana profesional y seria, que está bien fundada y que la gente lo vea. No sería el estilo del “periodista cristiano” sino, simplemente, del buen periodista que cree en la verdad. Pocos periodista buscan y creen hoy en la verdad, cuando es algo clave en esta profesión.

- ¿Y cómo será esa comunicación?
- No seamos ideológicos, hablemos de la vida, de nuestra experiencia… Los hombres no son su ideología, el hombre es un hombre: hay que aprender a poner entre paréntesis las ideologías y hablar de la vida. La gente ve al final lo que es verdadero en la vida. La prueba de la fe es que funciona en la vida, que hace la vida más humana. Eso se ve. No hay que dejar que el enemigo te defina y cosifique. La gracia del Papa Francisco es que no es previsible, y por eso comunica una experiencia.

- ¿El sistema relativista y su dictadura del relativismo caerá por sus propias contradicciones internas? ¿Podemos sentarnos y esperar?
- Hay un cura polaco, intelectual de finales de la guerra mundial, que dijo: “no tengo miedo al comunismo porque es demasiado aburrido y no durará, pero tengo miedo al vacío espiritual que vendrá después”. Lo que hizo, con otros intelectuales, fue crear clubes de intelectuales católicos, pequeños, marginales, mucho más débiles que lo que tenemos hoy en cualquier país católico… pero cuando el comunismo cayó esas fueron las personas que orientaron la nación.

- Se parece a San Benito fundando monasterios al caer el Imperio Romano…
- Sí, es eso. El “imperio” caerá por sus contradicciones internas, pero el peligro es que no quede nada. Por eso, hay que comenzar a reconstruir antes de que se caiga todo.

FICHA TÉCNICA  COMPRA ONLINE
Título: ¿Democracia sin religión? Ocio Hispano
Autor: M. Kugler - F.J.Contreras (eds.)  Amazon (ebook)
Editorial: Stella Maris  
Páginas: 253 páginas  
Precio 17,50 €

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