

Novak Djokovic, actual número 1 del tenis mundial y ganador de 15 trofeos del Grand Slam, está dispuesto a colaborar económicamente para salvar una capilla ortodoxa en Niza, según informa Le Figaro.
Se trata de la capilla de la Dormición, situada en el puerto de la ciudad. Es el único templo de la región que depende orgánicamente del patriarcado de Serbia. Hace dos años falleció la propietaria del local en el que se aloja la capilla, y sus seis herederos quieren desalojar a los actuales inquilinos y venderlo.
Para la comunidad ortodoxa de la Costa Azul francesa supone una gran pérdida, porque tiene mucha tradición. El mismo Djokovic colgó en su cuenta de Instagram, el pasado 22 de diciembre, una foto suya junto con su hijo Stefan poniendo ambos una vela ante un icono de la Virgen María.
"Stefan y yo visitamos una iglesia serbia en Niza muy especial", explicaba Novak en el texto que acompañaba a la foto: "Es un pequeño lugar de donde se nutren la comunidad y la cultura serbias. Las familias se juntan todos los segundos domingos y pasan un tiempo unidos realmente bueno. Los profesores juegan con los niños: leen una historia y luego crean una especie de representación teatral para dar vida a las palabras que han leído. Stefan y yo participamos haciendo de León y de Cordero. Fue maravilloso ser parte de este día especial en el que las familias serbias se reúnen y comparten momentos hermosos". Un emoticono de las manos unidas en oración remataba el post.
El templo es pequeño (75 metros cuadrados) y reciente. Data de los años 60, cuando se acondicionó para el culto una antigua carbonera. Su auténtico valor, aparte del que tiene afectivamente para los ortodoxos de la región, es la decoración. Las paredes fueron decoradas con frescos de la Virgen María y los Apóstoles -cada uno de ellos asociado a un santo de la reglión- por el sacerdote que fundó la capilla, Eugraph Kovalevsky, descendiente de exiliados rusos en la Costa Azul, que fue nombrado obispo en 1964 con el nombre de Jean de Saint-Denis para presidir la comunidad ortodoxa en Francia.
"Para nosotros sería inaceptable ver desaparecer un tesoro semejante", declara a Le Figaro el presidente de la asociación que organiza el culto, Bertrand Bouissou. A los dos oficios semanales, uno en francés y otro en serbio, asisten semanalmente unas sesenta personas.
El tenista serbio ya ha ayudado en otras ocasiones a la Iglesia ortodoxa, en concreto al monasterio de Gracanica, en Kosovo. Y en el pueblo natal de su abuelo, en Montenegro, financió la construcción de una pequeña capilla. La esperanza ahora para los fieles ortodoxos de Niza es que se implique en la compra del local.