Jueves, 25 de abril de 2024

Religión en Libertad

A los 7 años empezó a interesarse por la Cruz

El rabino Setbon «asustó» al primer cura con quien habló... y se convirtió treinta años después

La muerte de su esposa, el ejemplo del cardenal Lustiger y una estampa de la Sábana Santa jalonaron su proceso de conversión.

José María Ballester / ReL

El rabino Setbon, cuando era rabino.
El rabino Setbon, cuando era rabino.

El ser de un padre rabino ultraortodoxo y de ascendencia sefardita y de una madre de origen ashkenazi no fue óbice para que Jean-Maríe Elie Setbon sintiese atracción por la religión católica desde que tenía siete años. No fue un capricho momentáneo y la atracción fue arraigándose hasta que un domingo, cuando tenía quince años, decidió asistir a su primera misa en una iglesia del barrio parisino de Montmartre. Y con osadía: fue a comulgar.

Volvió a esa misa todos los domingos durante tres años y, a escondidas –temía la reacción de sus familiares-, compró un Nuevo Testamento y un crucifijo. Para entonces ya había cumplido los dieciocho años, una edad, pensó, lo suficientemente avanzada para dar el paso definitivo. Estimó que la forma más adecuada era contárselo a un cura en un confesionario.

El susto del cura
-Mire, soy judío y quiero convertirme
-¿Q, q,q, qué me está diciendo? -tartamudeó el cura-. Uf, uf, espéreme aquí, que vuelvo en unos instantes.

Nunca volvió. Del disgusto y del miedo, Setbon salió disparado de la Iglesia y decidió centrarse en su religión: durante ocho años siguió una formación rabínica en Tierra Santa pero sin olvidar del todo la Cruz. De vuelta a Francia, fue nombrado rabino en Grenoble, al pie de los Alpes. Se casó y tuvo siete hijos, a los que dio nombres de claras reminiscencias judías: Raquel, Rebeca, Débora….

Jean-Marie, ya cristiano.

Una vida monótona de rabino parecía trazada. Sin embargo, en 2004, su esposa fallece de cáncer y Setbon se queda de “padre en el hogar” con siete hijos. Fueron años de auténtica precariedad material: el rabino y sus hijos tuvieron que esperar tres años para disfrutar de su primer día, solo uno, de vacaciones. Fue el 6 de agosto de 2007 en una playa normanda.

El mismo día que Lustiger
La visión del mar le produjo extrañas sensaciones. Se atreve a relacionarlo con la muerte, ese mismo día, del cardenal Jean-Marie Lustiger, que también emprendió el camino del judaísmo al catolicismo. De vuelta a París, la sensaciones se intensifican. Setbon no para de hacerse la señal de la Cruz. Esta vez sí, su conversión va a ser definitiva.

"De la kippa a la Cruz": un testimonio.

Inicia una preparación al catecumenado en las Hermanitas de Belén en París. No fue fácil. Según declaró a Famille Chrétienne, él quería conocer a Cristo pero le contestaban: “Sí, pero la Iglesia piensa esto, esto y esto…”. Elaboró entonces una lista de objeciones que presentó a Cristo: “Señor, el rabinito está harto: o me ayudas o lo dejo todo”.

La respuesta vino poco después, cuando se topó con una imagen de la Sábana Santa. Le dijo al Señor: “Deja de jugar al escondite o estallo. No me muevo de aquí hasta que no me hagas una señal”. En ese mismo instante, el rostro de Cristo le volvió a mirar y... “Llegó la Luz: creí todo, acepté todo, incluida la Iglesia: el Señor me abrió a la inteligencia de las Escrituras”.

El 14 de septiembre de 2008, Setbon fue admitido en la Iglesia mediante el sacramento del bautismo. Desde entonces es Jean-Marie Elie. Jean-Marie, su nombre de bautismo; Elie, el que llevaba hasta entonces. Era la culminación de un proceso que había durado 37 años, desde el día en que empezó a sentir atracción por Cristo.

Comentarios
5€ Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
10€ Gracias a tu donativo habrá personas que podrán conocer a Dios
50€ Con tu ayuda podremos llevar esperanza a las periferias digitales
Otra cantidad Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Si prefieres, contacta con nosotros en el 680 30 39 15 de lunes a viernes de 9:00h a 15:30h
Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter

¡No te pierdas las mejores historias de hoy!

Suscríbete GRATIS a nuestra newsletter diaria

REL te recomienda