Hoy el reto del amor, querida lavadora, es tocar la música de fin de lavado

08 enero 2015 00:00

Año del Señor 2015
Lerma, 8 de Enero

Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.

VUELTA "PA'CÁ", VUELTA "PA'LLÁ"...

Ayer mi misión del día eran las lavadoras. No pienses que era asunto de poca monta... yo ya estaba en el punto en que tenía que sentarme encima para poder cerrar mi cubo de ropa sucia. Y eso... multiplícalo por cuatro.

Me puse doscientas alarmas. La lavadora grande terminó justo a la hora que había calculado. Pero, cuando fui a ver la pequeña, estaba todavía en el proceso de centrifugado. "No tiene que quedarle mucho", me dije. Me puse de cuclillas a observarla. Vuelta para un lado... Vuelta para el otro... Empecé a sentir que se me dormían las piernas... "Seguro que en unos segundos suena la música de fin de lavado", pensé mientras me sentaba en el suelo. Vueltas rápidas... más vueltas lentas... Con tanto giro, una toalla y una camiseta se estaban transformando en un nudo marinero delante de mis narices, un calcetín iba hecho una bola...

Justo en ese instante entró Joane. La escena era curiosa: yo, sentada cual indio en el suelo, a un palmo de la lavadora, mirándola sin pestañear...

-¿Qué? ¿Te ha hablado ya?- bromeó Joane.

-No -contesté entre risas- Ése es el problema. No deja de dar vueltas... ¡y hasta que no cante no puedo abrir!

Hoy el reto del amor, querida lavadora, es tocar la música de fin de lavado. Puede que alguna vez sientas que todo tu interior no hace más que dar vueltas, tal vez, incluso sientas que estás enredando las cosas...

Hoy, por muy caótico que sientas tu interior, mira a tu lado: ¡¡Cristo está sentado frente a ti!! Él no se aparta jamás. Pase lo que pase, Cristo siempre permanece. Él te observa con infinito cariño y está deseando entrar en tu vida, pero, es tan respetuoso... ¡que está esperando tu señal! Él jamás forzará tu puerta, sino que espera pacientemente a que le abras tu libertad, a que le des permiso para deshacer los nudos y enderezar lo retorcido.

Nuestra lavadora toca una musiquita, en algunas suena un pitido, en otras se enciende una luz... Da igual, se lo digas como se lo digas, Él lo entenderá. ¿Le darás hoy la señal, le dejarás abrir tu puerta?

VIVE DE CRISTO

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