Jueves, 18 de abril de 2024

Religión en Libertad

En las elecciones catalanas del 27 de septiembre

Criterios de E-Cristians para las elecciones: «Lo esencial son los valores ligados a la religión»

ReL

Josep Miró, en la celebración de los primeros 10 años de E-Cristians
Josep Miró, en la celebración de los primeros 10 años de E-Cristians
La asociación católica E-Cristians (e-cristians.cat), implantada mayoritariamente en Cataluña y presidida por Josep Miró i Ardèvol, ex-político y miembro del Pontificio Consejo de Laicos, ha publicado una  declaración para ponderar un voto en clave cristiana en las elecciones autonómicas catalanas.

"La independencia, mantenerse dentro del Estado o la lucha contra la pobreza, la corrupción y otras opciones importantes, no pueden ser asumidas si el mismo programa postula objetivos frontalmente contrarios a la concepción cristiana de la vida. En este caso es necesario elegir opciones más equilibradas en todos los aspectos. Un solo objetivo de orden temporal, por bueno que sea, no justifica una concepción contraria a la Fe", afirma la declaración, que no apoya ninguna sigla concreta.

"Nunca el Estado, sea cual sea, puede ser un valor más importante que el de la propia conciencia, y, en este sentido, afirmamos que lo esencial es contemplar los valores relacionados con la religión y sus consecuencias morales", añade el texto.

Copiamos a continuación la declaración íntegra.

Declaración de E-Cristians: Ante las elecciones del 27 de Septiembre. Criterios para reflexionar antes de votar
16 septiembre, 2015


Apreciados todos:

Como en todas las elecciones, E-Cristians ofrece a la consideración de todos unos criterios que son útiles para orientar el voto:

En primer lugar, es necesario hablar de la participación en las elecciones, importante por la trascendencia de la votación, tal y como afirman los obispos catalanes en su nota ante la convocatoria del 27S.

No se trata tanto de hacer afirmaciones genéricas o de utilizar abstractos universales que comprometen a pocos, ya que deben concretarse unos criterios desde la perspectiva de la doctrina social de la Iglesia, que es el marco de referencia para todo católico de fe o de cultura, y más allá, para toda persona de buena voluntad que se fomente en la ley natural común a todos los seres humanos.

En estas elecciones y en el orden más temporal de la política, tiene una especial importancia la opción sobre el futuro institucional de Cataluña, representado por diversas alternativas: independentistas, federales, confederales, autonomistas y de restricción del autogobierno.

En este sentido, afirmamos, como han declarado nuestros obispos, “la legitimidad moral de todas las opciones políticas que se basen en el respeto de la dignidad inalienable de las personas y de los pueblos” (Declaración de los obispos de Cataluña del 7 de septiembre de 2015), siempre y cuando se tenga en consideración que “los derechos y los valores culturales de las minorías étnicas dentro de un estado, de los pueblos y de las naciones o nacionalidades sean respetados e, incluso, promovidas por los estados, los cuales de ninguna manera no pueden, según derecho y justicia, perseguirlos, destruirlos o asimilarlos a otra cultura mayoritaria”.

Entendemos que la independencia, mantenerse dentro del estado o la lucha contra la pobreza, la corrupción y otras opciones importantes, no pueden ser asumidas si el mismo programa postula objetivos frontalmente contrarios a la concepción cristiana de la vida. En este caso es necesario elegir opciones más equilibradas en todos los aspectos. Un solo objetivo de orden temporal, por bueno que sea, no justifica una concepción contraria a la Fe.

Hacemos un llamamiento a los cristianos, y a todas las personas de buena voluntad, a considerar la afirmación que nunca el estado, sea cual sea, puede ser un valor más importante que el de la propia conciencia, y, en este sentido, afirmamos que lo esencial es contemplar los valores relacionados con la religión y sus consecuencias morales.

Un cristiano no puede cerrar el mensaje de Jesucristo en una sola opción política, y, por lo tanto, no es bueno que existan “cristianos” con adjetivación política. A su vez, es bueno y necesario que los partidos se inspiren en la concepción que genera el humanismo cristiano, lo asuman y lo apliquen.

Afirmamos, además, que no se puede confundir la diáspora política de los cristianos, que comporta relativizar el significado de la fe, con el legítimo pluralismo entre opciones buenas.

Hacemos un llamamiento a considerar atentamente los criterios siguientes en relación a la futura obra del gobierno que salga elegido y en la configuración del Parlamento de Cataluña:

-Pleno ejercicio de la libertad religiosa, que no puede ser coartada por prescripciones ideológicas.

-Neutralidad religiosa del estado, es decir, aconfesionalidad. ‘No’ a una concepción laicista del Estado entendida como negar la presencia de la experiencia religiosa en el espacio y la vida pública, y ‘no’ a la afirmación del laicismo como un valor superior que ordena la sociedad.

- Formación religiosa confesional de libre elección y oferta obligatoria y no confesional en la escuela pública. Igualdad de trato y condiciones para los maestros y profesores de religión que para el resto de enseñantes.

- Afirmación positiva de las confesiones religiosas y voluntad de colaborar con ellas por parte de las administraciones públicas, con una especial consideración para la Iglesia Católica por su presencia actual, histórica, cultural y solidaria en nuestra sociedad.

-Los valores prioritarios de la sociedad –porque dan pie y ordenan a todos los otros- son el respeto a la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural y el respeto a su dignidad sin consideraciones instrumentales, ni supeditación a otros intereses personales.

-La búsqueda de la verdad, porque sin ella es imposible reconocer los otros valores, y la libertad necesaria para buscarla y construir la dimensión humana de cada persona; así como la justicia que otorga a cada uno según lo que le corresponde y la solidaridad que da a los dependientes y marginados de acuerdo con sus necesidades.

Son principios constitutivos de la buena política la aplicación del:

- Bien común, entendido como la construcción de las condiciones materiales y concretas que hacen posible que cada persona y el conjunto de la sociedad consiga el máximo bien. Con especial énfasis al trabajo, que para todos es un componente decisivo del bien común, razón por la cual es necesario rehacer el sistema económico, para que su primer fin sea el de dotar de trabajo digno a todos.

-Principio de subsidiariedad, de manera que las sociedades e instancias superiores den apoyo, promocionen y desarrollen la ayuda a las más pequeñas. Un principio que empieza en la consideración de la familia, fundamento de toda sociedad.

-Destino universal de los bienes, de la propiedad privada, de su función social y de la opción preferencial para los pobres.

- Principio de Solidaridad en su doble alcance, como principio social y como valor moral a practicar.

-La participación, muy vinculada a la subsidiariedad que hace posible que toda persona, directamente o por medio de sus representantes, contribuya a la vida cultural, económica, política i social de nuestra sociedad. Esta constituye, por lo tanto, una exigencia de respeto hacia lo creado y de solidaridad hacia las generaciones futuras.

-La salvaguarda, protección y mejora del medio ambiente es un criterio inseparable de la justicia social en el marco de una ecología integral.

Nuestra economía fundamentada en el contrato, la ganancia y el mercado, choca contra los fundamentos de la familia y no deja espacio para el amor. Es necesario rehacerla con el fin de que el vínculo que nace del compromiso, la donación y la reciprocidad pasen a ser sus fundamentos.

-Acción concreta de la paz. De manera especial en Ucrania, Siria, Irak, Libia, Eritrea y Sudán y otras regiones de África y Asia castigadas por la guerra y el terrorismo.

-Posición activa y favorable en el marco de la Unión Europea para acoger de manera organizada el flujo de inmigrantes, perseguir las mafias y establecer rutas seguras, acabar con el escándalo de la baja dotación de recursos de la ONU en los campos de refugiados, proteger a los cristianos y a las otras confesiones perseguidas y erradicar los conflictos bélicos que los provocan.

- Pleno ejercicio del derecho a la objeción de conciencia por razones morales y religiosas.

- Derecho de los padres a la educación moral y religiosa de los hijos y, en consecuencia, al concierto escolar, incluida la escuela diferenciada.

- Afirmación de la plenitud de los derechos de la mujer, defensa ante toda discriminación y violencia contra ella. Rechazo a que esta posición comporte la aceptación de la ideología de género como un marco normativo de nuestro gobierno y administración. Consideración de la prostitución, tanto ligada a la trata de mujeres y a la esclavitud sexual y económica, como gran causa de violencia y, por tanto, creación de medidas para suprimirla o, en su caso, limitarla, actuando decididamente contra toda clase de tercería.

-Protección y promoción de la familia, de su capacidad de descendencia y de educar a los hijos. Las familias con hijos deben ser sostenidas con una ayuda universal proporcional a su coste. Y favorecimiento de la estabilidad del matrimonio como vínculo firme entre un hombre y una mujer.

Es una urgencia y se necesita poner en marcha planes de choque:

-Contra la pobreza y sus manifestaciones, ayudando en especial a las familias con hijos.

- Contra el paro –sobre todo juvenil y de larga duración- con la prioridad a las familias que tienen todas las personas en paro.

- Por la recuperación de los jóvenes que ni estudian ni trabajan, los repetidores escolares reiterados y el abandono y fracaso escolar.

- Por la acogida e integración social y laboral de los refugiados e inmigrantes en general.

Es también una exigencia una ley contra todo tipo de discriminación que equilibre los privilegios legales de los grupos sociales para poner fin al abandono de los colectivos más débiles: tales como inmigrantes, gitanos, pobres, mujeres embarazadas y personas de más de 50 años.

Atentamente,

E-Cristians
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