Martes, 23 de abril de 2024

Religión en Libertad

El pan que yo daré es mi carne

ReL

Hch 8,26-40

En aquellos días, el ángel del Señor le dijo a Felipe:
- «Ponte en camino hacia el Sur, por la carretera de Jerusalén a Gaza, que cruza el desierto.»Se puso en camino y, de pronto, vio venir a un etíope; era un eunuco, ministro de Candaces, reina de Etiopía e intendente del tesoro, que había ido en peregrinación a Jerusalén. Iba de vuelta, sentado en su carroza, leyendo el profeta Isaías.
El Espíritu dijo a Felipe:
- «Acércate y pégate a la carroza.»
Felipe se acercó corriendo, le oyó, leer el profeta Isaías, y le preguntó:
- «¿Entiendes lo que estás leyendo?»
Contestó:
- «¿Y cómo voy a entenderlo, si nadie me guía?»
Invitó a Felipe a subir y a sentarse con él. El pasaje de la Escritura que estaba leyendo era éste:
«Como cordero llevado al matadero, como oveja ante el esquilador, enmudecía y no abría la boca.
Sin defensa, sin justicia se lo llevaron, ¿quién meditó en su destino?
Lo arrancaron de los vivos.»
El eunuco le preguntó a Felipe:
- «Por favor, ¿de quién dice esto el profeta?; ¿de él mismo o de otro?»
Felipe se puso a hablarle y, tomando pie de este pasaje, le anunció el Evangelio de Jesús. En el viaje llegaron a un sitio donde había agua, y dijo el eunuco:
- «Mira, agua. ¿Qué dificultad hay en que me bautice?»
Mandó parar la carroza, bajaron los dos al agua, y Felipe lo bautizó. Cuando salieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe. El eunuco no volvió a verlo, y siguió su viaje lleno de alegría.
Felipe fue a parar a Azoto y fue evangelizando los poblados hasta que llegó a Cesarea.

Sal 65,8-9.16-17.20

Aclamad al Señor, tierra entera.


Bendecid, pueblos, a nuestro Dios,
haced resonar sus alabanzas,
porque él nos ha devuelto la vida
y no dejó que tropezaran nuestros pies.

Fieles de Dios, venid a escuchar,
os contaré lo que ha hecho conmigo:
a él gritó mi boca
y lo ensalzó mi lengua.

Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica
ni me retiró su Pavor.

Jn 6,44-51

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:
- «Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me ha enviado.
Y yo lo resucitaré el último día.

Está escrito en los profetas: "Serán todos discípulos de Dios."
Todo el que escucha lo que dice el Padre y aprende viene a mí.
No es que nadie haya visto al Padre, a no ser el que procede de Dios: ése ha visto al Padre.

Os lo aseguro: el que cree tiene vida eterna.
Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron: éste es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera.
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre.
Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.»

Comentarios
5€ Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
10€ Gracias a tu donativo habrá personas que podrán conocer a Dios
50€ Con tu ayuda podremos llevar esperanza a las periferias digitales
Otra cantidad Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Si prefieres, contacta con nosotros en el 680 30 39 15 de lunes a viernes de 9:00h a 15:30h
Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter

¡No te pierdas las mejores historias de hoy!

Suscríbete GRATIS a nuestra newsletter diaria

REL te recomienda