Viernes, 29 de marzo de 2024

Religión en Libertad

Blog

Es domingo: Contemplar y Vivir el Evangelio

por Dentro, muy dentro de ti

Es domingo: Contemplar y Vivir el Evangelio
 
2º domingo del Tiempo Ordinario
 
[Ya hemos empezando el llamado Tiempo Ordinario. No es un tiempo litúrgico cualquiera: es el tiempo de re-pasar los misterios de Cristo en su Vida pública. Tiempo para celebrar y contemplar esos misterios, asimilarnos y vivenciarlos e irnos así dejando evangelizar. Al tiempo que vamos aprendiendo a ser discípulos misioneros suyos].
 
Si te ayuda, puedes empezar así: -Estás, Señor… -Estoy, Señor… Que tu Espíritu me guía, me ilumine y fortalezca… Que vaya grabando en mí los mismos sentimientos de Jesús, y me vaya asemejando poco a poco a Él… Lo deseo y lo quiero, Señor. Te lo pido.
 
Del Evangelio de san Juan 1,35-42. (Es mejor tener el texto a mano y leerlo ahora)
 
  • Juan fijándose en Jesús que pasaba, dice… Jesús se le quedó mirando (a Pedro) y le dijo…
-Contemplamos la escena, nos fijamos en esas miradas y aprendemos algo de ellas. Parece claro que Juan clavó su mirada en Jesús, que aún no conocía, hecho todo un hombre. A partir de esa mirada su corazón ha dando un salto, como cuando estaba en el vientre de su madre Isabel y María la visitó. Y dio en el clavo: Este es el Cordero de Dios, o sea, el Salvador que ha venido a dar su vida por los hombres. Mirar a Jesús fijamente es ser tocado en el corazón. ¿Miro yo a Jesús? Imagínalo y mírale a los ojos, mírale… O mírale en el rostro del otro, del necesitado, del que sufre, míralo… ¿No te dice nada el corazón? ¿Seguro?
-A su vez, Jesús miró a Pedro y le cambió el nombre: Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce: Pedro).  Nombre y persona se identifican. Cambiarle el nombre es cambiar a la persona por dentro, cambiarle el corazón y la vida. ¿Te animas a dejarte mirar por Jesús? Haz la experiencia. Déjate mirar por Jesús, déjate mirar sin más, y verás cómo te cambia la vida. Mirar a Jesús y dejarse mirar por Él es un modo excelente de orar, de encontrarse personalmente por Él y dejarle que cambie tu corazón y tu vida. Haz la experiencia. Atrévete. ¿No has intercambiado nunca una mirada de amor fresco y genuino con la que te comerías por dentro a la persona? ¡Pues eso!
    Señor, enséñame a mirarte y a dejarme mirar por ti. Enséñame a hacer algo así en mi oración. Enséñame a mirarte y a dejarme mirar por ti de corazón a Corazón.
 
  • Los dos discípulos oyeron sus palabras (las de Juan) y siguieron a Jesús.
-Otro movimiento importante de esta hermosa sinfonía de encuentros: oír-seguir. Los discípulos de Juan oyen sus palabras y siguen a Jesús. ¿Qué palabras oigo que me inviten a seguir a Jesús? ¿Y cuáles me lo impiden? He de caer en la cuenta de esto porque es decisivo en la vida. Porque hay palabras, y las escucho cada día seguramente, que encaminan hacia Jesús, y otras que no. Me pregunto, además, mis palabras (mi testimonio) ¿orientan a los demás hacia Jesús? ¿O les desorientan? Porque puedo hablar muy bien, en cristiano, pero no vivir como tal. ¿O son palabras vacías, pura charlatanería o para impedir que otros me digan algo? ¡Cuántas palabras inútiles!
    Señor, Dame esa coherencia indispensable entre hablar y vivir. Que sepa vivir y escuchar, y con tu gracia, hablar después convenientemente. Que mi decir y vivir, Señor, orienten siempre al bien, al amor, al servicio, a ti en definitiva. Señor.
 
  • Andrés encuentra primero a su hermano Simón y le dice: Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo). Y lo llevó a Jesús.
-Pedro inicia su relación con el Maestro a través del testimonio de su hermano Andrés, que ha tenido una experiencia personal y honda de Jesús: estuvo con Él todo un día. Es hermoso y elocuente. ¿Me ha ocurrido a mí alguna vez? Andrés ejerce de mediador y Jesús, sin perder la oportunidad, se muestra cercano e íntimo conocedor de los demás. Este es el buen y mejor apostolado que puedo hacer: el testimonio personal de tú a tú, de boca a boca. ¿Me veo reflejado en este proceder tan normal como cristiano? Con los míos, familiares y amigos, -sin empachar ni hastiar a nadie-,¿deseo y busco la manera simple y llana de darles a conocer lo que he encontrado oyendo y siguiendo a Jesús, leyendo y viviendo su Evangelio, uniéndome a otros que creen y viven lo mismo? Nunca haciendo discursos ni forzando o violentando de alguna manera al otro, y menos creyéndome dueño de la verdad y el mejor de todos. Teniendo esto muy claro: que solo cuando vamos tras Jesús y pasamos tiempo con Él, descubrimos su auténtico rostro y hasta su corazón, y entonces, solo entonces, somos discípulos misioneros suyos. ¿Cómo ando y me siento yo en  todo esto? Para pasar tiempo con Jesús y contagiarme de Él, ¿hace tiempo que no he realizado algún retiro espiritual de algunos días? ¡No lo dejes para más tarde.
    Señor, si me pongo a pensar en mis primeras experiencias de encuentro personal contigo, mi corazón vuelve a rejuvenecer en tu amor, en tu verdad, en tu vida. ¿Será que son pocos los momentos o días que paso contigo y tu presencia se diluye en mi vida? Señor, no lo permitas. Busco y deseo ir de ti a los demás… ¡Y viceversa! Que no me falte tu Espíritu…
 
  • A modo de lectura espiritual y compromiso de llamada y respuesta:
 
            Bashige Michel, joven senegalés, se resistía a subir al autobús ante la muralla de Melilla. Le devolvía al desierto; entre la rabia del expulsado y la sumisión del dominado, dejó escrito:
“Estoy seguro de que si conociesen mi historia y la de mis compañeros no me obligaría a volver de donde vengo ni me abandonarían en un desierto sin ninguna posibilidad de supervivencia. Quiero vivir y ayudar a vivir a mis hermanos, solo pido eso. Pensaba contárselo en persona, pero este muro que ha sido levantado entre ustedes y yo hace imposible cualquier encuentro verdaderamente humano entre nosotros y nos obliga a mirarnos desde lejos. Dado que ya no podemos hablarnos, permítanme mirarles a los ojos a través de este muro de separación en forma de alambrada”.
 
 
 
Comentarios
5€ Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
10€ Gracias a tu donativo habrá personas que podrán conocer a Dios
50€ Con tu ayuda podremos llevar esperanza a las periferias digitales
Otra cantidad Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Si prefieres, contacta con nosotros en el 680 30 39 15 de lunes a viernes de 9:00h a 15:30h
Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter

¡No te pierdas las mejores historias de hoy!

Suscríbete GRATIS a nuestra newsletter diaria

REL te recomienda