Miércoles, 24 de abril de 2024

Religión en Libertad

Blog

De la virginidad en el Nuevo Testamento (1). Hoy, los evangelios

por En cuerpo y alma

TAGS:
 

 
            En los Evangelios existe una doble referencia al tema de la virginidad. El primero es el que se refiere a la madre de Jesús, María, en los libros de Mateo y de Lucas, no así en cambio, en los de Marcos y Juan, tema que ha hecho correr ríos de tinta y que no es objeto propiamente de este capítulo.
 
            El origen de Jesucristo fue de esta manera: Su madre, María, estaba desposada con José y, antes de empezar a estar juntos ellos, se encontró encinta por obra del Espíritu Santo. […] Todo esto sucedió para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta: Ved que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel” (Mt. 1, 18-23).
 
            “Al sexto mes envió Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María” (Lc. 1, 26-27).
 
            Existe también una alusión clara de Jesús. Es aquella en la que aparentemente hablando de sí mismo, dice Jesús (en el Evangelio de Mateo y sólo en él, por cierto):
 
            “Porque hay eunucos que nacieron así del seno materno, y hay eunucos que fueron hechos tales por los hombres, y hay eunucos que se hicieron tales a sí mismos por el Reino de los Cielos. Quien pueda entender, que entienda” (Mt. 19, 12)
 
            Un afirmación que, referida en este caso a la virginidad masculina, podemos considerar la primera de naturaleza tal en la Biblia –en la Biblia cristiana, bien entendido, que añade el Nuevo Testamento al Antiguo, no a la Biblia judía que sólo recoge aquél-, la cual, como se sabe, en ninguno de sus epígrafes recoge exaltación alguna hacia derivada tal de la virginidad. Y que además, ni siquiera parece contener invitación ninguna a practicarla, sino una mera información de que algunas personas, por el Reino de los Cielos, lo hacen. La exégesis ha tendido de manera casi unánime a pensar que Jesús habla de sí mismo en ese pasaje, y aunque no parece que cuando Jesús pronuncia las palabras lo tenga en mente, ha servido también para ofrecer un argumento al celibato sacerdotal.
 
            Y bien queridos amigos, que tengan Vds. un feliz domingo y que hagan mucho bien y no reciban menos. Nos vemos en la columna.
 
 
            ©L.A.
            Si desea suscribirse a esta columna y recibirla en su correo cada día, o bien ponerse en contacto con su autor, puede hacerlo en encuerpoyalma@movistar.es. En Twitter  @LuisAntequeraB
 
 
Otros artículos del autor relacionados con el tema
(haga click en el título si desea leerlos)
 
Triduo de la virginidad en el Antiguo Testamento (2): hoy, la virginidad como ideal femenino
Triduo de la virginidad en el Antiguo Testamento (1): hoy, virginidad y soltería
Triduo de virginidad en el Antiguo Testamento (3): algunas referencias curiosas
De la única mujer mencionada por su nombre en el Corán: la Virgen María
 
 
Comentarios
5€ Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
10€ Gracias a tu donativo habrá personas que podrán conocer a Dios
50€ Con tu ayuda podremos llevar esperanza a las periferias digitales
Otra cantidad Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Si prefieres, contacta con nosotros en el 680 30 39 15 de lunes a viernes de 9:00h a 15:30h
Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter

¡No te pierdas las mejores historias de hoy!

Suscríbete GRATIS a nuestra newsletter diaria

REL te recomienda