Viernes, 29 de marzo de 2024

Religión en Libertad

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El Cardenal Segura, desterrado y enfermo

por Victor in vínculis

¡Tres meses en el destierro!

Tres meses fijando los ojos en la Virgen románica de Belloc o en la Inmaculada de Lourdes; antes los restos de San Claudio de la Colombière y los de Santa Margarita María de Alacoque o de Santa Teresa del Niño Jesús. En camas de hoteles y hospederías o en celdas monacales… pero arrastrando, como recordábamos hace unos días, una enfermedad hepática que le hizo sufrir toda la vida. De hecho, tras su renuncia, pasará semanas de dolor y enfermedad… ¡hasta vino uno de los médicos que le atendían en Toledo!

Pero, recapitulemos los dos meses de artículos -desde el pasado 6 de abril- para narrar la tragedia que tuvo que vivir el Cardenal Pedro Segura y Sáenz, Arzobispo de Toledo y Primado de España. Recogemos, para mayor claridad, esta cronología completa, con fechas y lugares de lo sucedido en estos tres meses de destierro.
 
Cronología de un destierro

14 de junio.- Detención en Guadalajara del Cardenal Segura
15 de junio.- A las 16:30 se le sube a un coche y se le manda para la frontera. Duerme en Hendaya.
3 de julio.- Bayona – Monasterio de Nuestra Señora de Belloc
23 de junio.- Se traslada al Convento de Monteaut en Betharram. En Lourdes desde la que el Cardenal firma varias cartas.
10 de septiembre.- Llega a la Maison Colombière de Paray-le-Monial
23 de septiembre.- Camino de Lisieux. Parada en la Abadía cisterciense de Sept-Fons
24 de septiembre.- Lisieux, permanece 19 días en esta localidad
12 de octubre.- Regresa, a la espera de lo que decida el Papa, a Abadía cisterciense de Sept-Fons. Enferma gravemente.
7 de noviembre.- Vichy
22 de diciembre.- Roma. Llega en la Navidad de 1931 y, pasará a ocupar diversos cargos en la Curia Romana. Su “destino” romano durará seis años hasta que, el 2 de octubre de 1937, tome posesión de la Archidiócesis de Sevilla.

 



Retomamos los sucesos del mes de octubre


Seguimos el libro del sacerdote Vicente Cárcel Ortí, La II República y la Guerra Civil en el Archivo Secreto Vaticano [I-2] Documentos del año 1931 (agosto-diciembre), editado por la BAC en Madrid (2011).

Ya dejamos dicho que el 10 de septiembre el Cardenal Segura escribía al secretario de Estado, Cardenal Pacelli, el 10 de septiembre de 1931, informándole de que “obligado a ausentarme de mi residencia de Bayonne por presión del Gobierno de Madrid, después de no pocas molestias he llegado a Paray-le-Monial, donde permaneceré, Dios mediante, quince días en la Maison la Colombière de los padres jesuitas”.

Efectivamente, catorce días después, el 23 de septiembre escribe nuevamente al Cardenal Pacelli desde la Abadía cisterciense de Sept-Fons, mientras hacía escala en su viaje hacia Lisieux.

El 24 de septiembre llegará a Lisieux y permanecerá junto a los restos de la santa carmelita hasta el 12 de octubre. Son los momentos más importantes que al Primado le tocan vivir fuera de su Patria. Como ya narramos, será aquí donde el Cardenal Segura presente su renuncia. El Papa se la aceptará.

El 8 de octubre el Cardenal Segura escribe nuevamente al Papa Pío XI para agradecerle la carta del 1 de octubre con la que el Papa acepta su renuncia y reitera su adhesión filial y fidelidad total al servicio de la Iglesia.
 
Carta del Cardenal Segura al Papa Pío XI

            El 8 de octubre sale una nueva carta dirigida al Papa. En ella el Cardenal Segura agradece la carta del 1 de octubre con la que el Papa aceptó su renuncia y éste le reitera su adhesión filial y fidelidad total al servicio de la Iglesia.
 
Beatísimo Padre:

En el mismo momento en que recibo la aceptación de Vuestra Santidad de la renuncia al Arzobispado de Toledo me apresuro a significar a Vuestra Beatitud mi sentido y sincero agradecimiento por las frases llenas de bondad paternal que me dirige.

Y quiero nuevamente aprovechar esta oportunidad para significar a Vuestra Santidad mi adhesión inquebrantable y mi fidelidad firmísima, al tiempo que con docilidad filial me pongo a discreción en las manos de Vuestra Santidad para servir a la Santa Iglesia con todas mis energías como mejor ella quiera ser de mí servida.

Implorando instantemente la Bendición Apostólica, quedo de Vuestra Santidad admo. devotmo. Hijo

Pedro Cardenal Segura y Sáenz
Lisieux, 8 de octubre de 1931
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