Jueves, 18 de abril de 2024

Religión en Libertad

Blog

Tu Matrimonio como Dios lo pensó.

Paz interior. Comentario para Matrimonios: Mateo 5, 38-42

por ProyectoAmorConyugal.es

EVANGELIO

Yo os digo que no hagáis frente al que os agravia
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 5, 38-42

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Habéis oído que se dijo: “Ojo por ojo, diente por diente”. Pero yo os digo: no hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también el manto; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas».

Palabra del Señor.

Paz interior.

Descubro que en el fondo, busco la paz interior y cuando alguien actúa injustamente contra mí o me ofende, me da la sensación de que alcanzaré esa paz si respondo a esa agresión con otra igual que “compense” la recibida. Nos da la sensación de que en el “equilibrio” (ojo por ojo y diente por diente) encontraremos la paz interior y no es así. Por eso dijo Cristo que no había venido a sembrar paz, sino espada.
La paz es un don de Dios, pero me ayuda a acogerlo cuando soy fiel a Su voluntad: Mi vocación. Para ello, tendré que batallar contra mis tendencias desordenadas hasta tenerlas controladas y esa es la gran batalla que sembró Cristo en mi corazón. No consiste en no sentir ni padecer como proponen los estoicos o al “nirvana” de eliminar mis deseos como propone el budismo, sino en ordenarlos al bien, al fin último. Por tanto, la paz no es un equilibrio sino el resultado de una lucha hacia ese fin último de nuestra vida, que en nuestro caso es la caridad conyugal.
Sin embargo, la paz total y definitiva, sólo la alcanzaremos cuando nos unamos a Dios plenamente, porque sólo Él, satisfará todas nuestras necesidades interiores. También la de justicia.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Luis: Teresa, te veo mucho más complaciente últimamente. ¿A qué se debe?
Teresa: Luis, he experimentado que, las situaciones en las que he respondido a lo que he percibido como una ofensa tuya devolviendo otra igual, no me he quedado en paz, sino más inquieta interiormente que antes. Además, mi relación contigo no ha quedado “en paz”, sino que se ha tensado más y he abierto la puerta a una “segunda ronda” de ofensas peores entrando en una escalada muy destructiva.
Luis: Entonces ¿qué haces? ¿Aguantar? Para mí eso es imposible. Además, se va uno cargando contra el otro, cargando… hasta que estalla.
Teresa: Ante una situación así, me planteo que el culpable es el demonio y toda mi agresividad la vuelco contra él y no contra ti. Es el mal el que a veces me hace ver como una ofensa lo que no lo es y otras veces nos empuja a ofendernos mutuamente. Los dos somos víctimas y no le voy a dar juego al mal. Acojo la injusticia con amor para que Dios haga justicia.
Luis: Te entiendo. Me parece estupendo.

Madre,

Danos la fortaleza necesaria no ceder a nuestros impulsos de negatividad, rechazo, oposición… Dejemos a Dios ser Dios. Él hará justicia. Alabado sea.

Comentarios
5€ Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
10€ Gracias a tu donativo habrá personas que podrán conocer a Dios
50€ Con tu ayuda podremos llevar esperanza a las periferias digitales
Otra cantidad Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Si prefieres, contacta con nosotros en el 680 30 39 15 de lunes a viernes de 9:00h a 15:30h
Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter

¡No te pierdas las mejores historias de hoy!

Suscríbete GRATIS a nuestra newsletter diaria

REL te recomienda