Sábado, 20 de abril de 2024

Religión en Libertad

Blog

Reflexión sobre fín de año

¡No malgastemos nuestro tiempo!

por En Espíritu y Verdad

Quedan pocas horas para que finalice el año 2015, y yo querría simplemente llamar la atención de todos sobre el privilegio que supone terminar el año teniendo fe y -en mi caso- en la capilla, delante del Señor Sacramentado, adorándolo, frente a tantas otras maneras que hay de terminar un año y comenzar otro. Nunca daremos gracias bastantes a Dios por el don de la fe y personalmente por haber sido llamada, escogida, por haber sido consagrada y por haber sido apartada de tanto vacío y de tanto mal. 
 

Esta es una noche -todos lo sabemos- en que parece que, porque un año termina, todo el mundo tiene derecho a hacer de todo y se da rienda suelta... ¡a todo! Todo se considera lícito. Y muy poquitos, muy poquitas personas son las que se acuerdan del Señor. Y fín de año tiene que llevarnos a la reflexión de que un año que termina y un año que comienza son un paso adelante hacia el encuentro definitivo con el Señor, que la vida se nos va pasando y el tiempo se va. Cada vez tengo más presente -y estoy profundamente convencida de ello- que cada minuto que pasamos sin amar a Dios, es un minuto perdido que no vamos a poder  recuperar nunca. El tiempo es un don, el tiempo es un regalo. La vida está en el tiempo, la vida es un don, la vida es un regalo... y solamente tenemos el corto espacio de esta vida para darle a Dios. Después la eternidad: sin límites y fuera del tiempo es la hora de Dios. Ahí es cuando Él se va a derramar y nos va a dar "a lo Dios", sin límites, ahí nosotros ya... no podremos dar, solamente podremos recibir y gozar.

¡No malgastemos el tiempo! ¡No desperdiciemos nuestro tiempo! Que el nuevo año que va a comenzar sea un año de gracia, que sea un año -pidámoslo al unísono- en que crezcamos en santidad y en número los que estamos con Jesucristo.

Y al mismo tiempo os invito a rezar -como hacemos en mi monasterio- el miserere con verdadero espíritu de mediación, de intercesión, de expiación, de reparación, pidiendo perdón. Perdón por nosotros, por nuestras faltas personales, y por las faltas de la humanidad entera. Tenemos que pedir perdón -sobre todo- por las faltas de omisión: por todas esas veces en que cerramos los ojos y nos negamos a ver y nos negamos a amar y nos negamos a socorrer los dolores que hay a nuestro alrededor. Tenemos que pedir perdón, y tomarnos muy en serio a partir de ahora, todas esas veces que no hemos luchado por sanar y aliviar los dolores que hay a nuestro alrededor.

Todas esas veces que no he sido de verdad samaritana y no he calmado la sed de amor de Dios ni la sed de amor de mis hermanos, ni he sanado las heridas del Corazón de Cristo y de tantas hermanas y hermanos que me rodean, que están ahí y están heridos. ¡Cuántas veces me he dedicado a juzgarles e incluso a condenarles! y ¡qué poquito me he parado a amarles!

Pidamos perdón por todo eso tenemos que pedir perdón. Perdón por todas esas veces en que el egoísmo ha sido la fuerza motriz de nuestra vida.

www.madreolgamaria.com 

Comentarios
5€ Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
10€ Gracias a tu donativo habrá personas que podrán conocer a Dios
50€ Con tu ayuda podremos llevar esperanza a las periferias digitales
Otra cantidad Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Si prefieres, contacta con nosotros en el 680 30 39 15 de lunes a viernes de 9:00h a 15:30h
Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter

¡No te pierdas las mejores historias de hoy!

Suscríbete GRATIS a nuestra newsletter diaria

REL te recomienda