Tu matrimonio como Dios lo pensó
Alegría renovada. Comentario para Matrimonios: Mateo 9, 14-17
Para ver los próximos RETIROS Y MISIONES haz click AQUÍ
EVANGELIO
¿Es que pueden guardar luto mientras el esposo está con ellos?
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 9, 14-17
En aquel tiempo, los discípulos de Juan se acercan a Jesús, preguntándole:
«¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?»
Jesús les dijo:
«¿Es que pueden guardar luto los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos?
Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, y entonces ayunarán.
Nadie echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto y deja un roto peor.
Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos; porque revientan los odres; se derrama el vino y los odres se estropean; el vino nuevo se echa en odres nuevos, y así las dos cosas se conservan».
Palabra del Señor.
Alegría renovada.
Realmente el Señor viene a traernos algo nuevo. Ya no podemos quedarnos en los planteamientos del Antiguo Testamento basados en la ley. Es hora de estar alegres por la fe, aún en medio de las dificultades, porque el Señor está con nosotros.
Y si en algo el Esposo no está conmigo porque le he apartado, tendré que ofrecer sacrificios para doblegar mi amor propio y que pueda estar en Él también en esas situaciones.
Aterrizado a la vida Matrimonial:
Ana: Cuánto he sufrido porque veía que la comunión entre nosotros no es como Dios la había pensado, por culpa de nuestro pecado.
Jaime: Te entiendo. Tienes una llamada muy fuerte del Señor a vivir la comunión conmigo y claro, no estar viviéndola es una idea que te tortura. Si además es por causa de mi pecado, inmediatamente me convierto en el origen de tu sufrimiento, lo que no ayuda para continuar construyendo una comunión.
Ana: Pero Cristo ha venido, se ha entregado para hacerla posible, y eso me debe mantener alegre a pesar de las circunstancias. Así que, debo aprovechar ese sufrimiento como medio para hacer mi corazón más dócil al amor de Dios.
Jaime: Gracias, Esposa. Me ayudan mucho las luces que te da el Señor en la oración. Gracias por compartirlas conmigo.
Madre,
No queremos apartar al Esposo de nuestros corazones. Ayúdanos, Madre. Alabado sea el Señor que nos trae la gloria de Dios.