Año Nuevo con el Papa Francisco

En tres intervenciones nos dejado su pensamiento sobre el año que comienza: Vísperas del día 31, Misa del día 1 y Ángelus del mismo día.

   El sentido de la felicitación del Año nuevo tiene sentido al escuchar la bendición del Señor en el  libro de los Nm 6, 24-26. “Es muy significativo escuchar de nuevo  esta bendición precisamente al comienzo del nuevo año: ella acompañará nuestro camino durante el tiempo que ahora nos espera. Son palabras de fuerza, de valor, de esperanza. No de una esperanza ilusoria, basada en frágiles promesas humanas; ni tampoco de una esperanza ingenua, que imagina una esperanza mejor por el hecho de ser futuro. Esta esperanza tiene razón de ser precisamente en la bendición de Dios, una bendición que contiene el mejor de los deseos, el deseo de la Iglesia para todos nosotros impregnado de la protección amorosa del Señor, de su ayuda providente.”

   El día primero del año es el día de la Paz. Desde hace 47 años, los Papas  los Papa han publicado un mensaje sobre el tema.

    La Paz es nuestra tarea de creyentes al comienzo del año. “Ayer he recibido la carta de un señor, quizás uno de ustedes, que me ponía en conocimiento de una tragedia familiar y sucesivamente me ponía una lista con tantas tragedias y guerras del mundote hoy y me preguntaba: ’¿ Qué está pasando en el corazón del hombre para que le haya llevado a hacer todo esto?’ Y decía: ¡Es hora detenerse! También yo creo que nos hará bien detenernos en este camino de violencia y buscar la paz. Queridos hermanos y hermanas, hago mías las palabras de este hombre: ¿Qué está sucediendo en el corazón del hombre? ¿Qué está sucediendo en la humanidad? ¡Es hora de detenerse!”

   Da vergüenza hablar de la Paz cuando tenemos varias guerras funcionando a toda marcha. Cuando los atentados nos acechan o las víctimas son despreciadas por los verdugos.

   Tampoco podemos ver  correr el agua a miles de kilómetros como meros espectadores. Hablando de Roma dice el Papa: “La Roma del nuevo año será mejor si no hay personas que miran <>, <>, que miran su vida solamente desde el balcón, sin involucrarse en tatos problemas humanos, problemas de hombres y mujeres que al final… y desde el principio, lo queramos o no, son nuestros hermanos.”

   El Papa nos muestra dos campos concretos en los podemos intervenir:

    1º Cambiemos nosotros: Roma y nuestra ciudad serán mejores si nosotros estamos más atentos y somos más generosos con los viven en dificultades. Si sabemos colaborar con espíritu constructivo y solidario por el bien de todos. Todos formamos un mosaico que podemos embellecer o afear.

    2º La familia. La familia Iglesia, la familia Diócesis, la familia Parroquia, la familia Comunidad Religiosa. Nuestra propia familia humana: “Iniciemos en nuestra casa, justicia y paz entre nosotros. Se comienza en casa y después se va hacia delante, hacia toda la humanidad, pero tenemos que comenzar en casa.”

   Como María. El Papa habla de ella con cariño en los tres documentos. Muchas frases podíamos citar nos quedamos con estas: “A ella que extiende su maternidad a todos los hombres, le confiamos el grito de paz de las poblaciones oprimidas por la guerra y la violencia, para que el coraje del diálogo y de la reconciliación prevalga sobre las tentaciones de la venganza, de la prepotencia y de la corrupción. A ella le pedimos que el evangelio de la fraternidad, anunciado y testimoniado por la Iglesia, pueda hablar a cada conciencia y abatir las murallas que impiden a los enemigos reconocerse como hermanos.”

    ¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!!