Gestos y Palabras del papa Francisco

   Suele suceder siempre que hay un relevo en la Iglesia de Dios. Siempre los gestos de nuevo papa nos entusiasman. Si repasáramos los medios de comunicación social, cuando la elección de Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II o Benedicto XVI, encontraríamos el mismo entusiasmo aunque por motivos distintos. Gestos distintos, el mismo fervor.

   La comunidad cristiana vive con intensidad su fe. Cuando le falta el signo visible de Jesucristo, lo siente y se entristece. Cuando la Santa Trinidad le regala el nuevo signo se entusiasma. “Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”. El Papa es parte importante de esa presencia de Jesús. A través de él nos guía bajo la acción del Espíritu Santo.

   Los gestos y las palabras del Papa Francisco han llamado la atención por dos motivos fundamentales:

   1º El Papa es un religioso jesuita. La pobreza es un asunto importante en los Ejercicios de san Ignacio que él tiene bien asimilados. En tendida en sentido amplio. Comprende lo sociológico sin despreciar otras muchas pobrezas como contemplamos todos los días: soledad, enfermedad, abandono, falta de cariño, depresiones etc. etc.

    2º El Papa Francisco, como los religiosos en general, no estamos acostumbrados en nuestras Congregaciones a distinciones externas por los cargos desempeñados, ropajes… No es lo mismo venir de una diócesis donde muchos cargos llevan distinciones externas tanto en el tratamiento como en las vestiduras. Cabildos Catedralicios y dentro de ellos con vestiduras distintas según las categorías.

    Que el Papa Francisco se presentara ante el pueblo sin la muceta roja y se desprendiera rápidamente de la estola papal, responde a su estilo de religioso sencillo.

    ¿Dónde está el peligro? Que nos quedemos en sus gestos externos o en sus palabras espontáneas. Que sus gestos no los aplicamos a nuestra vida. Los ropajes eclesiásticos pudieran sufrir una poda importante. Y quizás los títulos. Cuesta mucho llegar a la persona después de varios Excelentísimos y Reverendísimos. No tomemos tan en serio la reputación externa. Conozco una persona que cogió un rebote tremendo por que no fue citada al principio de una conferencia.

     El Papa con sus gestos nos está diciendo: menos jerarquías tontas y más servicio real. Cuántos disgustos por bobadas meramente externas. Si nuestro corazón es sencillo, actuemos con sencillez.

     Los medios de comunicación juegan con las palabras. Ejemplo: A las religiosas les propone el Papa unas palabras preciosas sobre la maternidad virginal. Los medios de comunicación: Sed madres y no solteronas. Ni se ha enterado de qué va el tema.

     Este papa es un religioso como Dios manda y lo refleja en sus gestos y palabras. Marca un camino. No le convirtamos en un comediante de feria.