El club secreto

El titulo, -su origen, su explicación y su significado-, está tomado de un libro que acabo de devorar, titulado "Con vosotros. Un año de mi vida", y escrito por Antonio Moya Somolinos, arquitecto municipal de Cabra desde 1998, quien, aparte de su labor como empleado público, gusta de escribir, y lo hace francamente bien, no ya como pasatiempo sino como actividad que le sirve para darnos a conocer sus pensamientos y sus sentimientos, convertidos en cultura viva, para colocar así su granito de arena en la construcción de un mundo mejor.

En esta obra, dedicada al fallecimiento de su madre, en la que glosa tambien en una cadena de recuerdos entrañables, el de su padre, Antonio nos habla, acaso como invento suyo, del "club secreto", con estas palabras: "como saben quienes me conocen, el 24 de agosto del año pasado 2010 falleció en Madrid mi madre. A partir de esa fecha soy huérfano de padre y madre. Desde el tiempo transcurrido tras el fallecimiento de mi madre, he tenido la sensación de haber pasado a pertenecer a una especie de club secreto, el de los huérfanos de padre y madre, del que antes no tenía noción de su existencia, caracterizado por llevar en sus corazones una silenciosa pena interor que los demás no ven y que sólo es advertida y entendida por quienes, como ellos, han tenido que pasar por el trance de ver morir a sus padres".

A continuación, el autor nos va relatando las últimas jornadas de su madre en la tierra, cuando ya estaba a punto de cumplir los 91 años, y tantos cariños y cuidados como rodearon su estancia en la clínica. Tras el fallecimiento, Antonio se explaya en consideraciones hermosas sobre el significado cristiano de la muerte, con una espléndida selección de txtos.

Al final del libro, el autor nos ofrece una carta imaginaria que sus padres envían desde el cielo, tras le antrada en el gozo de su Señor. No tiene desperdicio. Viene a ser una gran lección teológica, con un lenguaje tan cercano y tan sencillo que todo el mundo puede entenderlo. Este es un libro de los que llegan a alma y hacen pensar y sentir sobre la relación de los padres y los hijos, en sus vertiente más profundas. Su lectura, en otoño, puede ser una magnifica siembra.