Tu Matrimonio como Dios lo pensó.
El rastro que dejo. Comentario para Matrimonios: Mateo 5, 13-18
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EVANGELIO
Vosotros sois la luz del mundo.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 5, 13-18
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán?
No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente.
Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte.
Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa.
Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en los cielos».
Palabra del Señor.
El rastro que dejo.
¿Nosotros somos la luz del mundo? ¿Porque somos muy buenos? No. Somos la luz del mundo porque Dios nos da Su gracia, es decir, una participación en la vida Divina para mayor Gloria Suya. A nosotros los esposos se nos da una Gracia Sacramental especial para ser luz en medio del mundo.
Pero ¿Qué pasa si perdemos la gracia? Que no perdemos la imagen de Dios, porque esa es constitutiva nuestra desde que nos creó, pero sí perdemos la semejanza. En consecuencia, dejamos de ser "transparentes" y ya no transparentamos no la luz de Dios a nuestro alrededor.
Eso ya no hay quien lo solucione. Sólo un milagro puede recuperar la pureza de nuestro corazón, y ese milagro es el Sacramento de la Confesión. Y si no recurrimos a él, ¿para qué servimos? Y lo que es peor ¿a quién servimos cuando transmitimos nuestra oscuridad?
Aterrizado a la vida matrimonial:
Manuel: Carmen, tengo que reconocer que tenías razón. Confesar cada dos semanas es fundamental. Estando en gracia experimento una fortaleza ante las tentaciones mucho mayor. Además, noto que tengo más paciencia y más alegría.
Carmen: Bendito sea Dios, que te lo ha hecho ver. Se te nota mogollón. Y también, se nota en el rastro que dejas cuando estás con alguien, conmigo o con los niños sobre todo. Queda un ambiente tan agradable, lleno de luz y de alegría... A mí me dieron este consejo en una ocasión: Mira para atrás y contempla si dejas una estela blanca o negra.
Manuel: Ahora que lo dices, es verdad. Cuando uno no está en gracia es una mala influencia para los de alrededor deja rastro maloliente. Y viceversa. Me ha gustado eso de mirar el rastro que dejo... Lo incorporaré a mi examen de conciencia diario. Gracias, esposa. ¡Cuánto me ayudas¡
Madre,
Que sepamos aprovechar la Gracia que recibimos de Dios con los sacramentos y en tantos momentos en que nos asiste, para que brille Su luz. Alabado sea el que es la Luz.