Tu matrimonio como Dios lo pensó
Sacando lo mejor. Comentario para Matrimonios: Mateo 7, 15-20
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EVANGELIO
Por sus frutos los conoceréis.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 7, 15-20
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuidado con los profetas falsos; se acercan con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces.
Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se cosechan uvas de las zarzas o higos de los cardos? Así todo árbol sano da frutos buenos; pero el árbol dañado da frutos malos. Un árbol sano no puede dar frutos malos, ni un árbol dañado dar frutos buenos. El árbol que no da fruto bueno se tala y se echa al fuego. Es decir, que por sus frutos los conoceréis.
Palabra del Señor.
Sacando lo mejor.
Uno que cree ser un buen cristiano y estar cerca del Señor pero que tiene quejas contra su esposo, o está siempre corrigiéndole o está exigiéndole cambiar pero no es capaz de amarle con sus pecados y limitaciones, es como un lobo vestido de cordero. Aparenta fervor, aparenta santidad ante muchos, aparenta ser docto y da muchos consejos basados en su sabiduría, pero los frutos que da con su esposo son algunas de las obras de la carne: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas.
Uno que no se cree con derecho a exigir a su esposo porque conoce su propia miseria, uno que sabe que necesita muchas humillaciones para doblegar su amor propio, uno que no cree que tenga derecho ninguno porque su maestro los perdió todos para entregarse por amor, ese que se hace pequeño y que saca lo mejor de su cónyuge, ese se deja llevar por el Espíritu Santo y por tanto da frutos de santidad, y genera frutos de caridad, alegría, paz, paciencia, longanimidad, bondad, benignidad, mansedumbre, fidelidad, modestia, dominio de sí y castidad.
Aterrizado a la vida Matrimonial:
Clara: Lucas, ¿Crees que estoy sacando lo mejor de ti y ayudándote a tu santidad?
Lucas: Creo que no, Clara. Me exiges, me corriges, me resaltas lo que hago mal, y veo que me desprecias por todo ello.
Clara: No entiendo qué me pasa, rezo mucho y amo al Señor, pero no sé por qué no doy frutos.
Lucas: Por lo mismo que yo. La soberbia nos hace creernos con derecho a exigirnos mutuamente. Nos faltan las claves sobre las que se construye la santidad: La humildad y la mansedumbre. Hasta que no avancemos en eso, no avanzaremos ni en nuestra comunión, ni en nuestra comunión con el Señor.
Clara: Tienes razón. El Señor me pone por delante un montón de situaciones para destruir mi amor propio y no las estoy aprovechando. Gracias Lucas Por darme luz.
Madre,
Alabado sea el Señor que es luz para nuestros pasos.