Viernes, 19 de abril de 2024

Religión en Libertad

¿Salvar un niño o miles de embriones? Los instintos no dan respuestas infalibles

Cuando Ben Shapiro deshizo con tino el supuesto argumento infalible de un proabortista en Twitter

Ben Shapiro.
Ben Shapiro, en una reciente intervención en su canal 'The Daily Wire'.

ReL

Un supuesto argumento irrebatible a favor del aborto se difundió hace unos años en Twitter. Publicamos su refutación por el polemista conservador Ben Shapiro, publicada en The Daily Wire.

El incendio, el niño y los embriones

El martes por la mañana, un hilo pro-aborto en Twitter se hizo viral. El hilo planteaba un experimento teórico que el autor consideraba original, aunque existe de una forma u otra desde hace más de una década (leí por primera vez ese experimento teórico a Michael Sandel, filósofo de Harvard, quien argumentaba a favor de la investigación con células madre embrionarias). He aquí la hipótesis, según Patrick S. Tomlimson, cómico y autor de la trilogía The Ark. El desprecio de Tomlimson por el movimiento provida se desprende de su lenguaje:
 
1/9
Siempre que surge la cuestión del aborto, tengo una cuestión que pregunto desde hace diez años a la masa del “La vida empieza en la concepción”. En diez años, nadie la ha contestado nunca honestamente.
 
2/9 Es un escenario sencillo con dos opciones. Nadie quiere elegir una de ellas, porque la respuesta correcta destruye su argumento. Y hay una respuesta correcta, que es la razón por la que la masa provida odia la cuestión.
 
3/9 Hela aquí. Estás en una clínica de fertilidad. No importa por qué. Salta la alarma de incendios. Corres hacia la salida. Cuando estás corriendo hacia el vestíbulo, oyes detrás de una puerta el grito de un niño. Abres la puerta y te encuentras a un niño de cinco años que grita pidiendo ayuda.
 
4/9 Eso, en una esquina de la habitación. En la otra esquina, ves un congelador con la etiqueta: 1000 embriones humanos viables. El humo crece. Empiezas a toser. Sabes que puedes agarrar a uno o a otro, pero no a los dos, antes de sucumbir a la inhalación de humo y morir, sin que se salve nadie.
 
5/9 ¿A quién salvas: A) al niño, B) a los mil embriones? No hay C. C significa que morís todos. En una década argumentando con gente anti-aborto sobre la definición de la vida humana, nunca he conseguido una respuesta sencilla y directa A o B. Y nunca la tendré.
 
6/9 Nunca contestarán honestamente, porque todos comprenden instintivamente que la respuesta correcta es A. Un niño humano vale más que mil embriones. O diez mil embriones. O un millón. Porque no son lo mismo, ni moral, ni ética, ni biológicamente.
 
7/9 Esta pregunta aniquila absolutamente sus argumentos, y su rechazo a responder confirma que saben cuál es la verdad. Nadie, en ninguna parte, cree realmente que un embrión sea equivalente a un niño. Esa persona no existe. Te están mintiendo.
 
8/9 Te están mintiendo para intentar evocar una respuesta emocional, una respuesta paternal, usando una falsa equivalencia. Nadie cree que la vida comience en la concepción. Nadie cree que los embriones sean bebés o niños. Quienes lo afirman están intentando manipularte para poder controlar a las mujeres.
 
9/9 No se lo consientas. Utiliza esta pregunta para desafiarles. Desenmascárales como lo que son. Pídeles que respondan tu pregunta, y cuando no lo hagan, abofetéales con la P escarlata del Patriarcado. Fin.

Un congelador de embriones.

***
 
Dejando de lado el evidente engreimiento de Tomlinson, los comentaristas del hilo de Twitter están justamente desconcertados. Eso es porque Tomlinson acierta en que todos tenemos un instinto moral: salvar al niño de cinco años.

Pero se equivoca si cree que su hipótesis prueba que los embriones no son vida humana o vida humana potencial, y por tanto carecen de valor. Hay al menos cuatro razones para ello.
 
Primera. El instinto moral no siempre implica tomar decisiones morales correctas. Todos tenemos el instinto moral de salvar al niño. Eso no significa que el instinto sea correcto o justificable. Bastan unos pocos experimentos teóricos para demostrar este punto.
 
He aquí otro experimento teórico aún más famoso: estás ante la palanca del cambio de agujas de una vía del tren. En una vía hay un hombre atado a los hierros de la vía; en la otra vía, cinco personas. Se supone que decides bajar la palanca que salva a las cinco personas. Pero ahora viene la segunda parte de la hipótesis: en vez de estar ante una palanca de un cambio de agujas, estás encima de un puente sobre la vía, a la que hay cinco personas atadas. Convenientemente para el caso, hay una mujer contigo en el puente. Si la empujas para que caiga delante del tren, puedes conseguir que el tren se detenga antes de que alcance a las cinco personas. La mayor parte de la gente dice que no lo haría. ¿Significa eso que las cinco personas que hay debajo no son humanas, o que es moralmente correcto no empujar a la mujer?
 
O digamos que, en vez de una caja de embriones aleatorios, hay dos embriones, y son tuyos y de tu esposa, vuestros hijos potenciales, y como en el ejemplo de Tomlinson, sabemos que llegarán a madurar. Tu instinto sería claramente salvar a los embriones, más que al niño de cinco años. ¿Diría entonces Tomlinson que el niño de cinco años no es humano?
 
Ahora digamos que es tu hijo de cinco años el que está en la habitación, y en la puerta de al lado hubiese mil adultos humanos. Tu instinto sería probablemente salvar a tu hijo de cinco años. El mío lo sería. Si he entendido bien, ¿es que los 1000 adultos humanos ya no son humanos?
 
Segunda. El experimento teórico de Tomlinson no dice nada sobre el valor de la vida embrionaria. Podemos coincidir con Tomlinson en que uno debería salvar al niño de cinco años antes que a la caja de embriones, y sin embargo no admitir que la vida embrionaria carece de significación. De hecho, podemos imaginar escenarios en los que elegimos la caja precisamente porque queremos preservar vida humana.
 
Ésta fue la respuesta de Gregor Damschen y Dieter Schonecker a Sandel en la Universidad de Halle-Wittenberg: estás en el experimento teórico de Tomlinson, y los embriones crecerán hasta ser seres humanos mediante medios artificiales (como en el experimento teórico de Tomlinson), pero no ya quedan otros seres humanos sobre la tierra. (Suele ser un planteamiento de ciencia-ficción.) ¿Salvas al niño de cinco años y sentencias a la extinción a la especie humana, o salvas a los embriones? En este caso, la vida humana potencial pesa más que la vida humana actual.

¿Significa eso que el niño de cinco años ya no es un ser humano? ¿Prueba eso, según Tomlinson, el valor de la vida embrionaria?
 
He aquí una más fácil: puedes salvar la caja de embriones o puedes salvar la vida de una mujer que morirá de cáncer mañana. ¿A quién salvas? Si eliges a los embriones, ¿significa eso que la mujer afectada por el cáncer carece de valor moral?
 
Tercera. La mayoría de los provida admiten sin problema el valor superior de la vida ya nacida, pero eso no significa que la vida prenatal carezca de valor. Virtualmente todos los sistemas religiosos, incluida la doctrina católica, permiten el aborto pasivo (el equivalente moral en este caso) para salvar la vida de la madre. Supongamos que una mujer tiene cáncer y necesita quimioterapia para curarlo, pero la quimioterapia supondrá la muerte del feto. No hay tercera opción. La doctrina católica admite que el médico no tendría responsabilidad moral: el aborto es la consecuencia de salvar la vida de la mujer. De modo que la difícil decisión de Tomlinson no demuestra ni remotamente que la vida embrionaria carezca de valor.
 
Cuarta. Lo hipotético no es lo real. Ésta es la refutación más obvia de las consecuencias que Tomlinson extrae de su hipótesis: la decisión de los defensores del aborto no es entre un niño de cinco años y mil fetos. Es la decisión de matar a un feto, en sí mismo. No existe esa difícil decisión en el 99,99% de los casos de aborto. Lo que significa que utilizar semejante hipótesis para justificar que un médico mate a miles de fetos por pura conveniencia es sencillamente ridículo.
 
El experimento teórico de Tomlinson es interesante, pero no demuestra mucho más allá del hecho de que continuamente tomamos decisiones sobre el valor relativo de la vida humana basadas a menudo en el instinto.

Eso no implica que nuestros instintos sean correctos; eso no justifica casos no-hipotéticos; eso ni siquiera prueba el punto central de Tomlinson.

Pero al menos permite a los izquierdistas sacar a relucir su desprecio instintivo por los conservadores sin reconocer la pobreza real de sus argumentos.

Lea también lo que dice sobre esto el filósofo Fabrice Hadjadj.

Publicado en ReL el 19 de octubre de 2017 y actualizado.

Traducción de Carmelo López-Arias.


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