Jueves, 28 de marzo de 2024

Religión en Libertad

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2 de la madrugada del 11 de agosto, en un cruce de carretera de Agullent

por Jorge López Teulón

El 11 de marzo de 2001 el papa Juan Pablo II beatificó junto a 231 mártires de la persecución religiosa a dos seglares padres de familia, los beatos Rafael Alonso Gutiérrez y Carlos Díaz Gandía. Era tal la actividad apostólica desplegada por Rafael Alonso, que al desencadenarse la persecución religiosa, fue la suya la primera detención. La noche del 11 de agosto de 1936 fueron sacados de la Iglesia de San Carlos y los asesinaron en el término municipal de Agullent (Valencia), población cercana a Ontinyent.
Pero el Beato Rafael Alonso no murió en el acto, sino que quedó mal herido en el vientre. A las pocas horas recobró el conocimiento y pidió socorro por señas a alguien que pasó por allí. Pero, en vez de socorrerle, dieron cuenta de ello al comité de Ontinyent, y de allí salió una comisión con intención de acabar con él. Entretanto llegaron gentes de Agullent, que recogieron al herido y lo trasladaron al convento de las Religiosas Capuchinas, donde le prodigaron algunos auxilios y fue atendido por un sacerdote que pudieron encontrar. Poco pudo hablar por el estado tan grave en que se encontraba y murió alrededor de la una de la tarde, perdonando a los que les habían herido y bendiciendo a Dios. No quiso delatar los nombres de los asesinos y exhortó a todos sus familiares a perdonar a sus verdugos con verdadera caridad cristiana.

Así pues, los dos padecieron el martirio en Agullent. El Beato Carlos Díaz tenía 28 años y el Beato Rafael Alonso, 46 años de edad. Fueron enterrados en el Cementerio Municipal. Posteriormente sus venerables restos fueron trasladados al templo parroquial de Santa María de Ontinyent, donde actualmente se veneran.
 
Beato Rafael Alonso Gutiérrez
Nace el 14 de junio de 1890 en Onteniente (Valencia). A los veintiséis años contrae matrimonio con Adelaida Ruiz Cañada (24 de septiembre de 1916), con quien tiene seis hijos. Hombre profundamente religioso, vivió auténticamente su vocación seglar dedicándose al apostolado en la parroquia de Santa María. Ejerció su trabajo cotidiano como administrador de correos en Albaida, facilitando la circulación y difusión de la prensa católica, y años después, en Onteniente, su ciudad natal. Perteneció a varias asociaciones piadosas: Sagrado Corazón de Jesús y Escuela de Cristo, fue terciario franciscano, miembro de la Adoración Nocturna, secretario de la Legión Católica, presidente de los Hombres de Acción Católica y de la junta parroquial de Santa María, colaborando, además, en la catequesis. Hombre culto como era, participó en diferentes círculos de estudio, dando conferencias de propaganda y buenas lecturas cristianas, debiendo soportar denuncias y molestias en distintas ocasiones. Fue un luchador abnegado, dispuesto a aceptar el martirio que presentía desde el primer momento, mostrándose en toda ocasión con igualdad de ánimo y optimista, conservando su alegría de espíritu, exhortando siempre a ponerse en manos de la divina providencia.
Sus paisanos le tenían gran aprecio, destacando su temperamento serio, fuerte y vivo. Una personalidad moral de cualidades extraordinarias, en donde la gracia bautismal había producido espléndidos frutos. Su intensa actividad apostólica le hizo blanco de los enemigos de la religión, que lo consideraban el principal católico de esta ciudad. Al iniciarse, el 18 de julio de 1936, la guerra civil y la persecución contra la Iglesia católica, era consciente de lo que le podía ocurrir, pero su estado de ánimo no vaciló. El 24 de julio, durante la vigilia de la Adoración Nocturna, junto con Carlos Díaz Gandía, ofreció su vida por la salvación de España, y aunque se sentía perseguido no se escondió. Fue asesinado el 11 de agosto.
 
Su biografía más completa la pueden leer en el magnífico trabajo preparado por la archidiócesis de Valencia
 
Beato Carlos Díaz Gandía
Nace también en Onteniente, el 25 de diciembre de 1907. Educado cristianamente, ingresó muy joven en la juventud de Acción Católica y contribuyó a la creación de varios centros catequísticos, donde él daba con gran celo catecismo todos los domingos del año. En 1934 contrajo matrimonio con Luisa Torro Perseguer, de cuya unión nació una hija.
Llegada la revolución procuró la salvación de los templos e intentó salvar la vida de su párroco. Arrestado en la madrugada del 4 de agosto de 1936, fue atormentado de muchas maneras, hasta que en la madrugada del día 11 lo fusilaron en la carretera de Agullent.
En la madrugada del 4 de agosto de 1936, los perseguidores se presentaron ante la puerta de su domicilio gritando: “¡Venimos a por el Presidente del Centro!”. Abrió éste la puerta y fue conducido a la iglesia de San Francisco, convertida en cárcel. El día 7, al anochecer, fue llevado al vecino pueblo de Aielo de Malferit, en donde fue bárbaramente martirizado en el cementerio del mismo, haciéndole cavar su propia fosa y enterrándole vivo en ella, para sacarlo al día siguiente medio muerto y llevarlo a la iglesia de San Carlos, donde fue atado a uno de los pilares, apaleándole tan cruelmente que horrorizados sus compañeros de cárcel le dijeron: “-Creíamos que te mataban” a lo que contestó: “-El Señor no me ha querido aún. Pero no os asombréis ¿vosotros no habéis leído la vida de los mártires cristianos? Ahora recemos el Santo Rosario”.
En la madrugada del día 11 de agosto fue sacado de la iglesia de San Carlos junto con don Rafael Alonso y, al llegar a la carretera de Agullent, le hicieron bajar del auto, diciéndole: “-Ahora vas a ser juzgado”.
A lo que contestó: “-A mí no hay nadie que me juzgue más que Dios”.
Le dijeron: “-Aquí acabarás si no reniegas enseguida de Él”.
Contestó: “-Os equivocáis, yo no acabaré; cuando me quitéis la vida, entonces empezaré a vivir ¡Ay de vosotros si no os arrepentís, porque moriréis para siempre!”.
“-¡Fuego!”, gritaron entonces, y él un potentísimo: “-¡Viva Cristo Rey!”. Su cuerpo acribillado rodó por la carretera.
 
Su biografía más completa la pueden leer en el magnífico trabajo preparado por la archidiócesis de Valencia:
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