El matrimonio cristiano es muy exigente, el noviazgo cristiano también, en varios países escasean los jóvenes cristianos (especialmente los varones) y a ciertas edades es difícil encontrar pareja para asumir este modo de vida radical.

Si un cristiano tiene claro que quiere casarse con otro cristiano puede buscar su media naranja allí donde hay cristianos: en las parroquias, asociaciones, movimientos, en peregrinaciones… Pero si en esos ámbitos no lo encuentra, puede ser bueno que acuda a los sitios de citas online, y específicamente a sitios cristianos o católicos.

Un estudio de 2010 citado en el libro “Love in the Time of Algorithms”, de Daniel Slater, dice que en EEUU un 20% de las “relaciones comprometidas” empiezan en Internet. En otros países puede ser distinto, pero han pasado 5 años desde el estudio y la Red ha crecido mucho.


Una ventaja de los sitios de citas para solteros cristianos es que atraen gente que quiere casarse a corto o medio plazo, no gente que quiere noviazgos indefinidos e inacabables.

Una desventaja es que junto con personas maravillosas y maduras, en los sitios de citas online se pueden encontrar personas muy raras, emocionalmente dañinas o directamente depredadores sexuales o emocionales: van allí buscando víctimas vulnerables.

Por eso, en los sitios de citas online dan una serie de consejos de seguridad, y en los sitios cristianos añaden también consejos espirituales básicos. Repasamos algunos de los más comunes.


A lo mejor Dios no quiere que te cases y te está llamando a otra vocación. Hay quien se lanza a los sitios de citas online buscando pareja como Jonás buscaba un barco hacia Tarsis, huyendo de lo que Dios le pide. Eso no es sabio y acabará mal. Rezar también sirve a lo largo de todo el proceso, para que te guíe en el trato con las personas online, la selección de perfiles, etc…


Antes de acudir a Internet lo más sabio es buscar pareja en entornos cercanos (parroquiales, asociativos, cofrades, etc…) no digitales, del barrio o la ciudad. En principio es ventajoso que un futuro noviazgo se desarrolle en una zona geográficamente cercana y conocida. Internet es el recurso para cuando esta posibilidad ha demostrado ya por la vía práctica poca eficacia.


Parece una tontería, pero mucha gente sube fotos inadecuadas a su perfil en la web de citas. La foto es el 80% de lo que interesa en una primera impresión al que busca pareja. La clave es sonreír. Casi nadie es físicamente tan atractivo como para que guste a la gente si no sonríe. Y casi nadie es tan poco agraciado como para que su sonrisa le perjudique (si tienes malos dientes sonríe con la boca cerrada). Ni siquiera el católico más sombrío, serio y penitencial querrá citarse con una chica que no sonríe en la foto.

Hay otros errores posibles en las fotos: usar fotos de playa y bañador (que quedan muy raras consultadas en invierno), vestir raro (tapar o destapar demasiado), mala iluminación, mal encuadre, mentir con el photoshop y los retoques fotográficos, etc…




Te van a leer perfectos desconocidos, algunos muy raros. Di tu ciudad, barrio o comarca, pero no tu calle o piso. Usa un pseudónimo, o sólo tu nombre sin apellidos. Explica tus aficiones, pero sin especificar las asociaciones o clubes que frecuentas, sobre todo si son pequeños (puedes decir que eres socio del Barça o Real Madrid, no es peligroso y quizá te atraerá o alejará la gente adecuada).

Sé tú: no digas mentiras, no presumas de estudios, aficiones o intereses que no tienes. Es mejor no casarse que construir relaciones falsas sobre arena.

Sé sincero al explicar lo que estás buscando, pero no desnudes tu alma contando tus heridas pasadas por Internet. No publiques tus cuentas de Facebook, Twitter, e-mail, teléfono, postal… Si una posible pareja te pide un e-mail, crea uno sólo para este tipo de contactos, uno que no te importe perder. Si alguien quiere enviarte un regalo físico y te pide una dirección postal, recházalo. Los regalos físicos son para entregar en personas aquellos que se conocen.


No en todos los sitios online lo permiten, pero es mejor usar tarjetas prepago que contratar sitios online de pago que puedan ser dudosos y de difícil cancelación.

También hay sitios online gratis, llenos de publicidad de apps para tu móvil… y de enlaces a sitios raros y peligrosos. No descarges ni aprietes “download” en ningún sitio que no sepas lo que hace.


Si tu perfil parece abandonado y no participas mucho en el sitio de citas, es probable que pases desapercibido y parezca que es un perfil anticuado o falso. Se ha de ver detrás a una persona ilusionada e ilusionante: tú. Es bueno que participes en los chats, concursos, encuentros, etc… del sitio.

Ten una actitud positiva, esperanzada y optimista, y atraerás gente, que es lo que quieres. Como además buscamos pareja cristiana, muestra que tienes fe, esperanza y caridad, tres frutos del Espíritu Santo.


Ya hemos dicho que el 80% de lo que llama la atención es la foto… Hay quien ve una foto que le gusta y enseguida envía un mensaje para contactar. Eso es un error: hay que leer el perfil, conocer las aficiones e intereses, lo que la persona expresa, y en el mensaje para contactar con ella demostrar que se ha leído. El mensaje de contacto no puede ser sólo: “Hola, ¿hablamos?” La gente desconfía de esos mensajes de una línea, y por buenas razones.

En cambio, un buen mensaje demuestra que se ha leído el perfil y que nos ha despertado interés. Por ejemplo, esto es un buen primer mensaje: “Hola, Jose; soy Alicia; he visto en tu perfil que te gustan las películas del Oeste. A mí también. Pero citas sólo clásicos antiguos. ¿Qué piensas de las películas más modernas?” Un mensaje así muestra que es verdad que tienen un interés común.




El paso de encontrarse presencialmente con una persona contactada en esta web de citas debe darse cuando ya conoces mucho de la persona. Conoces sus aficiones, su edad (aunque sea aproximada), te ha respondido muchas preguntas sin evasivas raras, también ha mostrado un interés razonable por ti.

Hacer muchas preguntas antes de quedar es bueno y necesario. Si es un sitio para cristianos que buscan pareja cristiana debería haberte podido hablar de su fe y sus devociones y su formación cristiana.

Al quedar con esta persona, no le des un móvil ni teléfono de contacto: acordad un sitio, hora y forma de reconoceros. Que sea un sitio público y con gente, del que sea fácil entrar y salir y ser visto. Avisa a alguien de confianza de a dónde vas y a qué hora esperas volver. Asegúrate de que puedes llegar y marcharte del lugar por tus propios medios. No admitas que la otra persona te lleve en su vehículo. Tampoco le lleves tú: hay quien después chantajea amenazando con denuncias de acoso o abusos a menos que se le pague. Asegúrate de que las condiciones de la cita te permitan desaparecer sin dejar rastro en el radar de esa persona si así lo deseas.


Si contactas con alguien (a través de la web de citas o al quedar) que te pide dinero con cualquier excusa ("es para una ONG con la que colaboro y así veo si eres generoso") ya puedes sospechar que no es trigo limpio, puede ser un timador o un vividor. Otra estafa común es que te den un número de teléfono extrañamente largo o con prefijos raros: puede ser un número de pago, y cada vez que llamas te cobran un dineral. Evítalo.


Todos estos consejos parecen hacer la búsqueda de pareja por Internet algo muy complicado, pero lo cierto es que en unas cuantas tardes se pueden revisar y contactar muchísimas más personas “casaderas” que en años de confianza en el mero azar.

Y tanto en Internet como fuera de Internet, se puede acudir también a la tradicional intercesión de santos “buscadores de pareja”, como San Antonio de Padua o Santa Ana. Como dice el Evangelio, “pedid y se os dará”.

(Este es un artículo de Hemeroteca, el artículo se publicó originariamente el 19 de febrero de 2015; en ReL recomendamos también los consejos para detectar webs de búsqueda de pareja engañosas y dañinas de Es.Sos-Internet.com: léalos aquí)