Becky Roach

vive en Ohio (Estados Unidos) con su esposo y sus cinco hijos. Es la editora del portal Catholic Link en inglés, un proyecto de nueva evangelización basado en los vídeos, de gran atractivo y profundidad. Por su interés, reproducimos esta interesante reflexión de una madre trabajadora con familia numerosa, muchas veces desbordada por el día a día, que nos indica cómo pedir a Dios ayuda de forma rápida y sencilla con el objetivo de recuperar la calma y la paz...


Me sucedió que en las vacaciones escolares, estuve al punto de perder la razón entre escuchar las incansables historias de mis hijos, limpiar las manchas de barro de mi hermoso piso de madera y salvar al pequeño que gritaba mientras era torturado por sus hermanos.

Durante esos momentos me encontraba de pronto murmurando una simple oración. «Ven, Espíritu Santo». Esta era la única oración que podía decir para encontrar un poco de paz y poder corregir a mis hijos sin gritarles.

Existen ciertos momentos en la vida en los que una oración corta es lo que necesitamos para volver a mirar a Dios y recuperar ese sentido de calma.

Puede ser en una situación en la que estamos sobrepasados por el dolor, el miedo, la ansiedad o la preocupación; o  momentos en los que estamos apurados, ya sea saliendo de casa camino hacia el trabajo o mientras el profesor va entregando el examen: siempre hay unos segundos para ofrecerle una pequeña oración. Cualquiera sea la razón, Dios nos dice que importa más la intención del corazón que lo largo o extenso de nuestra oración.

«Y al orar, no charléis mucho, como los gentiles, que se figuran que por su palabrería van a ser escuchados» (Mateo 6, 7).

Es por eso que hemos preparado para ti 15 Oraciones que puedes decir en 10 segundos: