Un grupo de católicos que han abandonado el estilo de vida homosexual alentaron a los participantes del Sínodo de los Obispos sobre la Familia a defender la enseñanza de la Iglesia sobre la castidad para todos sus miembros.

Temo que la castidad podría no tener una voz suficientemente fuerte en el Sínodo”, afirma Rilene Simpson, una miembro y vocera de Courage, un importante apostolado católico que ofrece ayuda a hombres y mujeres que sufren la atracción a personas del mismo sexo. En declaraciones a ACI Prensa indicó que “necesitamos tener el apoyo de la Iglesia”.

“Estamos hablando de castidad para todos. Estamos hablando de castidad para la gente con atracción del mismo sexo. Estamos hablando de la castidad dentro del matrimonio y sobre la castidad para la gente que se ha divorciado y se ha vuelto a casar”, afirmó.

“Es una hermosa virtud, es una gracia de Dios y una forma de acercarnos a Él. Por ello necesitamos escuchar un poco más sobre la castidad”, aseguró Simpson.

Rilene dio su testimonio en un importante evento realizado en Roma en el que se presentó una serie de recursos pastorales de la Iglesia para acompañar a personas con atracción del mismo sexo.

La conferencia tenía como título “The Ways of True Love – Pastoral Approaches to Welcome and Accompany those Living with Homosexual Tendencies” (Las formas del amor verdadero: Aproximaciones pastorales para acoger y acompañar a quienes tienen tendencias homosexuales).

El evento se realizó en la Pontificia Universidad Tomás de Aquino, conocida también como el Angelicum y fue organizado por Courage, Ignatius Press, y el Napa Institute, para el que se buscó una fecha cercana al Sínodo de los Obispos que se inicia este domingo también en Roma.


“Lo que espero de los Padres sinodales es que puedan ver la verdad y no se dejen engañar por las mentiras”, dijo a su turno David Prosen, un terapeuta católico de la Franciscan University en Steubenville, que también compartió su testimonio en el evento del 2 de octubre.

Habiendo vivido el estilo de vida homosexual antes de aceptar las enseñanzas de la Iglesia sobre la castidad, Prosen dijo a ACI Prensa que alguna vez un sacerdote le dijo que “estaba bien tener relaciones sexuales con un hombre siempre y cuando lo amara”.

“Eso es muy dañino. Entonces, lo que espero del Sínodo es que los Padres sinodales realmente vean la verdad de lo que somos, todos nosotros, hombres y mujeres con dones que Dios nos ha dado porque somos creados a su imagen y semejanza y porque somos sus hijos e hijas; y no por quien me sienta yo atraído”.  

La presentación de Prosen estaba titulada “No soy gay… soy David” y mostraba las diversas luchas por las que pasó cuando era joven.


“Lo sé por mí mismo. Cuando estaba en esa cultura, todo el asunto de la identidad tenía que ver con pertenecer a algo”, dijo a ACI Prensa. “No encajaba en la secundaria. En algún momento llegué a sentir que pertenecía a algo pero no estaba recibiendo lo que realmente necesitaba. Años después descubrí que la razón de eso era que eso no era lo que soy. Estaba abrazando algo que no era cierto”, explicó

David recordó que en secundaria admiraba diversas cosas de otros que sentían le faltaban a él. “Veía a mis compañeros y pensaba ‘Dios, si solo me viera como él o si fuese atlético como este otro o popular, tal vez así encajaría’. Y estaba esta vergüenza. En la pubertad eso se exageró y allí fue que creí en algo que realmente no era verdadero”.

“En realidad no estaba afirmado en mi género y eso es lo que estaba buscando”.

David Prosen aseguró que desde entonces ha logrado tener amistades plenas y castas con otros hombres, básicamente gracias a la ayuda del apostolado de Courage.

Hay una profunda paz y alegría en una vida casta”, precisó.

Al menos dos Padres Sinodales participaron en este evento: el Cardenal africano Robert Sarah, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos: y el Cardenal australiano George Pell, Prefecto de la Secretaría de Economía.

En declaraciones a los periodistas al final del evento, el Cardenal Pell dijo que la Iglesia ayuda a las personas con atracción del mismo sexo desde hace mucho. “Se ve ya en muchos lugares. Ninguna ong ofrece más ayuda y acompañamiento para por ejemplo, personas con VIH, que las parroquias, las comunidades como Courage y las familias cristianas”.

“Estamos obligados a eso porque somos cristianos”, resaltó.

El evento también tuvo como uno de sus ponentes a Mons. Livio Melina, Presidente del Pontificio Instituto Juan Pablo II para el Matrimonio y la Familia con sede en Roma, quien habló sobre la perspectiva antropológica cristiana de la homosexualidad.

La conferencia del viernes también surgió en respuesta al Sínodo de la Familia del 2014 en el que las personas que sufren de atracción del mismo sexo no tuvieron una participación adecuada, según indicaron los organizadores.

(Libros sobre la atracción por el mismo sexo y cómo afrontarla y superarla)