Alicia Latorre, presidenta de la Federación Española de Asociaciones Provida (www.provida.es) ha pronunciado un discurso animando a la acción en defensa de la vida y la transformación de la sociedad "para que ninguna mujer embarazada se sienta desamparada y sola".

"Mostramos testimonios valientes y ejemplares", explicó en la multitudinaria marcha Cada Vida Importa de Madrid este sábado 14 de marzo. "No nos puede la oscuridad, seguimos poniendo en marcha todos los recursos personales, materiales, espirituales y sociales, con los brazos levantados y el corazón alerta", añadió. 

Y remitiéndose a San Pablo (Romanos 12,21, aunque sin citarlo) afirmó: "el mal sólo se vence con abundancia de bien".

A continuación, copiamos el discurso íntegro de la presidenta de las asociaciones provida.



»Gracias a todos por venir y a los que desde tantos rincones de España y del mundo, alientan esta lucha por la vida humana y su dignidad y no bajan las manos ni ceden al desaliento.

»Hoy es un día grande porque en el corazón de España, ante el mundo y la historia, escuchamos la voz más silenciada, la del ser más inocente y débil y nos comprometemos a defenderlo y a terminar con las leyes que legitiman y subvencionan su muerte.

»Hoy es un día grande porque mostramos públicamente que tenemos la mano tendida y el corazón abierto, para que ninguna mujer embarazada, se sienta desamparada y sola.

»Hablamos especialmente del no nacido y de sus madres, por la vergüenza de que quienes pueden y deben proteger la vida humana han decidido no hacerlo y asentar la cultura de la muerte, por los que sólo piensan en la economía pero mantienen los negocios de la muerte y desprecian el capital humano, como activo más precioso y necesario.

»Pero nuestra lucha es desde el principio hasta el final de la vida, es en la enfermedad y pobreza y en todas las circunstancias en las que cualquier ser humano es vulnerable y necesita protección.

»España es un pueblo grande y generoso, capaz de lo mejor y no vamos a callar ni a encogernos de hombros ante tal tragedia completamente evitable. No vamos a dejar que se disfrace de progreso y libertad la muerte violenta de un ser humano en el vientre de su madre.

»Queremos unas leyes que protejan siempre y en toda circunstancia a todo ser humano y debe ya terminar este holocausto silencioso y consentido.

»A ti mujer, que llevas una vida dentro, queremos decirte hoy. “¡Enhorabuena por ese hijo que tanto te quiere y te necesita! Y tú, no estás sola, te ayudamos en lo que necesitas. Que nada te impida que tu corazón de madre luche como una leona por él, ni nadie te prive de la alegría de la maternidad. Enhorabuena, porque a veces es lo único hermoso en el mundo hostil que te rodea”.

»A ti madre, padre, profesional que hiciste algo horrible por acción u omisión, por soledad o confusión, ¡te queda mucho bien por hacer, transforma el dolor en vida, tu experiencia puede abrir muchas conciencias!

»A diario convivimos con el dolor y la dificultad, con la muerte y la impotencia . Y no somos insensibles ante ello, ni tampoco invulnerables. Y sin embargo nuestras manifestaciones son alegres, y hay quien no lo entiende. Son alegres porque celebramos la grandeza de la vida, porque mostramos testimonios valientes y ejemplares,

»Muchas de las personas que están aquí y otros miles de las que comparten su amistad y su vida con nosotros, están porque alguien agarró bien fuerte la mano de sus madres e impidió que dieran el paso irreversible de la peor decisión de sus vidas.



»Muchas defienden ahora la vida, porque el mal que hicieron les ha destrozado el alma y en vez de hundirse en la desesperación y desprecio de sí mismos, dedican su vida a salvar la de otros. Esto es motivo de reconocimiento y alegría. Muchos llevan a cabo proyectos maravillosos a favor de personas diferentes o con necesidades especiales.

»Nuestras manifestaciones son alegres porque nos negamos a perder la esperanza y a olvidar a tantas personas buenas que siguen construyendo la cultura de la vida día a día, año tras año.

»No nos puede la oscuridad, seguimos poniendo en marcha todos los recursos personales, materiales, espirituales y sociales, con los brazos levantados y el corazón alerta. Y la cultura de la vida sigue avanzando.
No caigamos en la tentación de pensar que no se puede hacer nada, que de nada sirve venir a esta manifestación o ayudar a las madres, que habría que hacer esto o lo otro o que el mal es tan grande que no podemos vencerlo, el mal sólo se vence con abundancia de bien, como la oscuridad se vence con la luz.

»No seamos un pueblo de corazón encogido y miras bajas, que sólo sabe maldecir la oscuridad. Saquemos lo mejor que España tiene en su historia y en el corazón de tantas personas de bien.

»El éxito de esta manifestación no se mide por el número de asistentes, que somos muchísimos (que lo recojan la cámaras y se entere el mundo) el éxito es el propio mensaje que transmitimos, la esperanza que nos mantiene y que está llegando a tantos hogares. Sólo con que una madre que dudaba haya decidido dejar nacer a su hijo, sólo con que alguien se haya sentido un poco más valiente o haya despertado su conciencia, la manifestación ya es un éxito.

»Queridos amigos a quienes “Cada vida importa”:
Abramos los ojos a la verdad y creamos en la fuerza transformadora y arrolladora que hacer el bien tiene en toda persona y en la sociedad. Sigamos trabajando cada uno en el lugar y circunstancias que le han tocado vivir, porque el bien que cada uno puede hacer es de su responsabilidad. No somos capaces de imaginar la transcendencia de cada uno de nuestros más sencillos actos.

»GRACIAS a todos de nuevo y ánimo siempre y como Cada Vida Importa, ¡aprovechemos a tope la nuestra!"