Todos los fenómenos de masas en la red van y vienen, pero unos dejan huella y otros sólo sirven para un entretenimiento puntual. La canción de Jayce Correia a su hijo Jared parece destinada a ser de los virales que, debidamente interiorizados, nos invitan a pensar.

Jared tiene 8 años y padece múltiples discapacidades a consecuencia de un derrame cerebral que padeció en el mismo seno materno, durante el embarazo: entre otras, parálisis cerebral, hidrocefalia y epilepsia. No puede caminar, hablar ni ver. Vive en Brookfield (Connecticut, Estados Unidos) con sus padres y el pequeño Bryce, de tres años, quien hace una fugaz aparición en escena en el vídeo que ha hecho célebre a su hermano mayor.


Pero... Jared sí puede escuchar y sentir, y lo demuestra sobradamente en la grabación que le dedicó su padre. "Entraba más tarde al colegio ese día", explica Jayce, "así que tuve algo de tiempo extra por la mañana antes de que llegase el autobús. Siempre le pongo música, porque le encanta. Así que puse algo de música y una letra que fue saliendo de mí, directa desde el corazón". En cuanto el joven padre, compositor profesional que trabaja además en un taller de neumáticos, terminó este tema dedicado especialmente a su hijo, se lo quiso cantar y conectó la cámara.

"Él estaba algo cansado esa mañana", recuerda, "pero en cuanto escuchó la música se espabiló y empezó a cantar. ¡Tal vez no vea o no comprenda, pero es capaz de sentir y de seguir un ritmo!".

En el hogar de Jayce y su esposa, Shirley, que trabaja en el sector inmobiliario, hay tres principios muy importantes: "Fe, familia y amigos", como muestra la misma decoración que se ve en el vídeo. Y su número de amigos se ha incrementado notablemente a raíz de la canción, pues han recibido miles de mensajes de otros padres cuyos hijos padecen enfermedades similares a las de Jared.


"Cualquiera que forme parte de una familia con necesidades espaciales conoce las luchas y las bendiciones que eso supone. Como padre, sé las frustraciones que implica. Quiero que la gente sepa que no están solos, que esos sentimientos de frustración son normales. Somos humanos. La vida no consiste en lo duro que puedes golpear, sino en lo duro que puedes ser golpeado y seguir hacia delante", comenta Jayce.

Los médicos le dieron a Jared al nacer unos meses de vida, pero el 30 de junio cumplirá nueve años, que vive rodeado del cariño de los suyos ("él lo es todo para su madre"). Empezó a ir al colegio, donde pronto sus necesidades desbordaron la capacidad del centro, por lo cual sus padres acudieron a una institución católica, la escuela San Vicente para necesidades especiales de la cercana localidad de Trumbull. "Se han portado fantásticamente", dice Jayce: "Desde que empezó a ir al colegio allí, ha avanzado mucho. Ahora se sienta (algo que antes no podía hacer) y es capaz de poner comida en su bandeja y llevársela a la boca".

Los Correia están además buscando ayuda para comprar un vehículo apropiado para trasladarle. Algo que les resultará más fácil tras las conmovedoras palabras que millones de personas han visto a Jayce dedicarle a Jared.