Irlanda vivió este domingo 9 de junio la mayor manifestación provida de su historia (40.000 personas según los organizadores), superando la protesta provida de enero (unos 30.000 manifestantes), y convirtiéndose de una de las mayores manifestaciones de los últimos años. 


Las asociaciones provida protestan contra el intento del Presidente Enda Kenny y su gobierno, del partido democristiano Fine Gael, de permitir el aborto en Irlanda, mediante el coladero de "riesgo de suicidio".

Un papel firmado por alguna autoridad médica asegurando que habría "riesgo de suicidio" permitiría el aborto de fetos de cualquier edad. De ahí, al aborto por depresión o angustia social (que puede señalarse como "causa de riesgo de suicidio") y el aborto libre en la práctica, no dista casi nada.

Caroline Simons, portavoz de la Campaña Provida, recuerda que desde la ciencia médica "no hay nada basado en evidencias que respalde que el aborto sea la respuesta correcta a una amenaza de suicidio".

"Esto en realidad es aborto a petición, es inevitable una vez la amenaza de suicidio sea la base para certificar el aborto", denunció Simons.



Como en otros actos provida, también esta cita, llamada "Vigilia Nacional por la Vida", contó con testimonios, como el de Adele Best, de la organización "Women Hurt" (Mujeres heridas), que habló del dolor que sufren muchas mujeres después de abortar.


Los irlandeses ven con asombro que el Partido Conservador en la vecina Inglaterra potencie el matrimonio homosexual, pero al menos Cameron, el primer ministro británico, ha dado libertad de voto a sus diputados y una mayoría en su partido se ha rebelado.

En Irlanda es más asombroso, porque el gobernante Fine Gael, de ideario democristiano, no sólo es quien impulsa la normativa pro-aborto (excusándose en requerimientos de la Corte Europea que podrían atenderse de otra forma) sino que el presidente, Enda Kenny impide la libertad de voto.

Más aún, el arzobispo de Dublin, Diarmuid Martin, ha pedido que al menos conceda libertad de voto a sus diputados y el presidente Kenny se ha negado.


En este ambiente, el diputado del Fine Gael por Dublín Sur, Peter Mathews, ya ha anunciado que se rebelará contra la disciplina de partido y votará contra la medida: "haré lo que tengo que hacer, que es votar contra la propuesta ", anunció, participando en la multitudinaria manifestación. Es el primer "rebelde provida" entre los democristianos.


El otro gran partido irlandés, los liberales del Fianna Fail, también estaba dispuesto a apoyar la propuesta del aborto libre "por riesgo de suicidio", sin libertad de voto, pero muchos diputados y líderes laboristas que son provida protestaron y ante el riesgo de fractura interna del partido el presidente liberal, Michael Martin, decidió conceder libertad de voto a sus 19 diputados.

El Parlamento irlandés tiene 166 diputados: se consigue mayoría absoluta con 84 votos. Está repartido así desde las elecciones de 2011:

Fine Gael (democristianos, impulsores del "aborto por riesgo de suicidio"): 76 diputados
Laboristas: 37 diputados
Fianna Fail (liberales, darán libertad de voto): 19 diputados
Sinn Fein (nacionalistas unionistas, socios del IRA): 14 diputados
Alianza de Izquierda Unida: 5 diputados
Independientes: 14 diputados
1 puesto vacante


Irlanda tiene una ley que penaliza cualquier aborto provocado. También tiene uno de los mejores índices de salud materna y perinatal del mundo y de Europa occidental (6 muertes por causas ligadas a la maternidad cada 100.000 nacidos vivos; la mitad de muertes que en la abortista Inglaterra, con 12 muertes cada 100.000 nacidos vivos), lo que desmiente la propaganda abortista que dice que prohibir causa mortalidad entre las mujeres.

El ministerio de salud británico cuenta el número de mujeres irlandesas que viajan al Reino Unido a abortar: en 2010, eran 4.400. Cada año son menos: en 2006, por ejemplo, eran algo más de 5.000. Los grupos provida señalan que nunca, ni una sola vez, se ha registrado un caso de irlandesa que abortase en la vecina Inglaterra "por riesgo mortal para su vida".