El hospital Santa Ana de Turín es el centro sanitario italiano con mayor número de nacimientos, 6590 en 2022, pero también en el que se cometen el mayor número de abortos en el Piamonte, en torno a 2500. Por eso ha sido el lugar elegido por el gobierno regional, presidido por Alberto Cirio (de Forza Italia, y muy próximo a la primer ministro Giorgia Meloni), para firmar un acuerdo con la Federación del Movimiento por la Vida que servirá para apoyar a las madres que estén pensando abortar.

Se trata de algo tan sencillo como una 'habitación de la vida', una dependencia del hospital atendida por voluntarios provida que les aportarán información sobre ayudas y alternativas. Es la tercera del país, además de las ya existentes en el Mauriziano, también en Turín (funciona desde hace una década), y en el Mangiagalli de Milán, pero es emblemática por la importancia del número de abortos que intenta combatir. Y, sobre todo, porque la iniciativa está llamada a expandirse allí donde cuente con el imprescindible apoyo político para instaurarse en hospitales públicos.

"Esperamos las críticas, pero no las tememos"

Piamonte quiere situarse “a la vanguardia de la protección social de la maternidad, que otras regiones italianas están tomando como modelo”, explica Maurizio Marrone, asesor de políticas sociales del Piamonte, en una entrevista de Andrea Zambrano en La Nuova Bussola Quotidiana.

“La finalidad”, detalla, “es proporcionar apoyo y escucha a mujeres embarazadas que lo necesitan, en el ámbito de un plan más general de ayuda durante y después del embarazo a las mujeres que viven ese momento con dificultades y que podrían considerar la elección de la interrupción del embarazo, o que se sienten obligadas a recurrir a ella por falta de recursos”.

Voluntarios provida como los que prestarán su atención y ayuda a madres en riesgo de abortar, justo en el lugar donde dicho aborto puede producirse.

¿Y por qué en el interior del propio hospital? Porque “se lleva el servicio allí donde es más necesario”, responde Marrone con toda lógica. Lógica que, sin embargo, a la alcaldesa de Turín, Chiara Appendino, del Movimiento Cinco Estrellas, le ha parecido “un delirio oscurantista contra las mujeres, su dignidad y su libertad” y que Nadia Conticelli, del Partido Democrático, considera “violencia institucionalizada”.

“Esperamos las críticas, pero no las tememos”, explica Marrone. E insiste en que “cada vez que una mujer aborta porque se ha sentido abandonada ante el desafío de la maternidad, estamos ante un dramático fracaso de las instituciones”. Por tanto, ofrecer una opción de esta naturaleza, que será siempre de libre elección para la madre, es “una conquista social para toda la comunidad, sobre todo en esta época de preocupante invierno demográfico”.