El presidente francés, François Hollande, se comprometió ayer ante un congreso de alcaldes a que la ley del matrimonio homosexual incluya la cláusula de conciencia para aquellos regidores que se nieguen a casar a parejas del mismo sexo.

"Los alcaldes son representantes del Estado y, si la ley es aprobada, deberán aplicarla. Pero existen posibilidades de delegación y que pueden ser ampliadas. Y está la libertad de conciencia", aseguró Hollande en París ante el congreso de la Asociación de Alcaldes de Francia (AMF).

Explicó que el Estado debe respetar "el laicismo y la igualdad", pero precisó que "la ley se aplicará a todos en el respeto de la libertad de conciencia".

El proyecto de matrimonio homosexual en Francia, presentado por el Gobierno el pasado día 7, llegará a finales de enero próximo al Parlamento, donde cuenta con el respaldo de la mayoría socialista y de sus socios de izquierdas. Sin embargo, la derecha y el centroderecha lo rechazan y muchos de sus alcaldes habían reclamado el derecho a negarse a casar a parejas del mismo sexo, en nombre de la libertad de conciencia.

Un centenar de ellos envió una carta al presidente en la que aseguraban que se negarían a efectuar uniones entre personas del mismo sexo.

Centenares de miles de franceses salieron a las calles de varias ciudades el pasado fin de semana, en defensa del matrimonio como institución que vincula solo a un hombre con una mujer.