Según informa Catholic Family & Human Rights Institute, asociación norteamericana nacida en 1997 para participar en el debate sobre políticas sociales de Naciones Unidas, jóvenes asistentes a la conferencia de la ONU sobre problemática de la mujer han denunciado que los encargados de seguridad de la Organización confiscaron sus mochilas tras descubrir octavillas relacionadas con un taller aprobado por la ONU encabezado por la doctora Miriam Grossman, psiquiatra infantil y autora del libro ¿Qué le enseñan a mi hijo? Un médico revela las mentiras de la educación sexual y como dañan a tu hijo.

Las octavillas en cuestión, editadas por un proyecto denominado Coalición de niñas para proteger la salud y la inocencia de los niños, patrocinador del taller de Grossman, contenían la petición “Basta ya de sexualizar a los niños”, y denunciaban que la promoción de la “educación sexual integral” por parte de la ONU es perjudicial para la niñez.

Los jóvenes insisten en que no estaban repartiendo el material, lo cual está prohibido en el edificio de la ONU, aunque habitualmente se haga caso omiso de la prohibición. Tanto que según se quejaba amargamente uno de ellos, Kalli Lawrence, no se detuvo a ninguna de las muchas personas que se hallaban entregando panfletos. El mismo estudiante denuncia que los guardias actuaron como lo hicieron al reconocer las emblemáticas mochilas verdes de la agrupación a la que pertenece.

Catholics Family & Human Rights Institute recuerda que “la Declaración Universal de Derechos Humanos establece que ‘toda persona tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de [...] investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión’”. Por su parte, el abogado del Alliance Defense Fund, Piero Tozzi, se preguntaba: “¿Por qué se censura en la ONU que niños respetables y bien presentados se expresen sobre un tema crucial para la salud de los jóvenes?”.