La anual Marcha por la Vida en Francia nació pequeña hace 8 años, organizada por algunas asociaciones aconfesionales y otras católicas, bajo la mirada desconfiada de los obispos franceses. En la edición de 2005, apenas reunía a unos 10.000 manifestantes en este país descristianizado y materialista con aborto legal desde 1975. Poco a poco, cada mes de enero, ha ido creciendo y mejorando su imagen, a medida que más obispos iban apoyándola. Aún es pequeña para lo que se acostumbra en estas citas en España, pero Francia es un país mucho más secularizado.

Hace 3 años, eran 12 los obispos franceses que bendecían públicamente el encuentro pro-vida en las calles parisinas. El año pasado fueron 25 (contando obispos diocesanos, auxiliares y eméritos) y se recibió un mensaje de aliento de Benedicto XVI. "Saludo cordialmente a los valientes manifestantes que luchan por la vida y contribuyen a instaurar una nueva cultura de la vida», afirmó el Papa Benedicto XVI en un texto enviado a los organizadores del evento, una alianza de 15 asociaciones pro vida y pro familia". Entonces se llegó a los 20.000 asistentes. Tres de ellos eran obispos: Marc Aillet, de Bayona; François Jacolin, obispo de Mende y el obispo Bagnard, de Belley-Ars. Son asiduos a la cita.

El pasado domingo la Marcha de 2012 contó con el apoyo expreso de 32 obispos, y se consolidó la cifra de los 20.000 asistentes. Además, por primera vez se anunció en parroquias. Repitieron con sus parroquianos los obispos Aillet y Bagnard, y se apuntó a la Marcha el arzobispo emérito de Montpellier, Guy Marie Thomazeau. Entre los clérigos conocidos estaba también el padre Daniel Ange, fundador de la escuela de evangelizadores jóvenes "Jeunesse Lumiere"(www.jeunesse-lumiere.com ). Además, como novedad, asistieron muchos curas jóvenes de la región de Paris, algo que antes no sucedía.

"Creo que una de las formas de proclamar el Evangelio de la Vida es hacerlo en las calles, con paz, alegría y de forma positiva, como se está haciendo hoy", declaró el obispo de Bayona mientras caminaba junto a sus feligreses. "Me parece que mi papel como pastor es acompañar y animar a los fieles que se comprometen realmente y que a veces entregan su vida a esta gran causa". En su opinión, van desapareciendo los "miedos" de ediciones anteriores y aumenta la esperanza con la presencia de muchas familias jóvenes con niños.

Asistieron además delegaciones de grupos pro-vida de Bélgica,. Alemania, Italia y Rumanía.

Como en ocasiones anteriores, los manifestantes llevaban globos blancos y rojos: el blanco simboliza la inocencia, y el rojo, la vida.

Este año hay elecciones en Francia, y las asociaciones pro-vida y pro-familia quieren que se les escuche. Paul Ginox Defermon, el portavoz de la asociación “30 años ya es suficiente” y organizador por octava vez de la Marcha, lamentó que haya 220.000 abortos al año "cuando hay parejas francesas que recorren 10.000 kilómetros para adoptar". Entre los asistentes que escuchaban atentamente este discurso se encontraba la diputada Christine Boutin, presidenta del Partido Demócrata Cristiano, que pide más medidas a favor de la vida, pero no se atreve a pedir la abolición del aborto.

En el dossier de prensa de la Marcha se incluye una lista de medidas anti-vida y anti-familia del gobierno del "conservador" (y tres veces casado) Nicholas Sarkozy:

- distribución gratis de condones en institutos
- píldoras del día después (abortivas) pagadas con dinero de los contribuyentes
- aumento de la detección de niños Down y otros bebés con enfermedad genética
- propaganda anticonceptiva y de ideología de género en todas las escuelas con financiación pública
- más apoyo a las uniones civiles
- mayor puntuación al aborto como actividad médica, para hacerla atractiva a los doctores en los hospitales
- aumento de políticos del UMP (el partido de Sarkozy) que se declaran a favor del matrimonio gay