En 2007, cuando se legalizó el aborto en México DF, activistas pro-vida decidieron levantar un memorial a sus víctimas, cuyo número estimado hasta la fecha es de 51.000 vidas.

LifeSiteNews/Notifam, según informa en un reciente despacho, se puso en contacto con la persona que donó los terrenos, y que quiere permanecer en el anonimato pero contó a la agencia una historia llamativa sobre la forma en que pudo llevarse a cabo el proyecto.

Los predios donde se levantó el memorial parecían particularmente apropiados para ello, pues por un lado colindaban con la sección de los niños del Cementerio Civil Dolores, y tras haber sido elegidos por una familia como su lugar de entierro, finalmente habían sido abandonados.

Pero se planteó un problema de difícil solución. En ese lugar había dos árboles de edad inmemorial protegidos por la ley, y las autoridades no autorizaban que fuesen arrancados o trasladados para construir el santuario.

La idea pareció pues un sueño imposible. Pero, providencialmente, primero uno de los árboles pereció durante una tormenta al ser alcanzado por un rayo, y al poco tiempo el otro enfermó y rápidamente murió.

Sin ese problema desaparecía el obstáculo administrativo, y dos grupos provida, Derechos del Concebido y Unión de Voluntades, comenzaron a erigir el memorial, con el apoyo de generosos donantes.

El sitio fue diseñado por el arquitecto Fernando Ogarrio y construido por José Delgado, ninguno de los cuales cobraron por sus trabajos. El altar se construyó encima de la cripta que se encuentra en los predios. Una enorme figura de Cristo crucificado, casi del mismo color que la gran cruz metálica, fue donada por el escultor Gogy Farías. A un lado de la cruz se colocó una imagen de Nuestra Señora de Guadalupe.

 En la parte de atrás del predio hay una imagen de piedra de la Virgen María como Madre de los Niños no Nacidos, que la muestra acurrucando a muchos niños en sus brazos. Una placa reza: “Jesús, protege y salva a los niños no nacidos”. La escultura también fue donada, en este caso, por la Asociación Armada Blanca, cuyo apostolado es el rezo del rosario con los niños.

En otras placas, algunas de las cuales cubren la cripta, puede leerse: “Este santuario es un lugar de oración y sanación, donde todos los niños inocentes, víctimas del aborto, son honrados. Ante la faz de esta tragedia humana, varios grupos civiles y religiosos decidieron erigir este Santuario, como un lugar de oración y encuentro con el amor misericordioso de Dios”.

En otra placa se le pide a Dios lo siguiente: “Quita el velo de la decepción que Satanás ha puesto en los corazones, con que se presenta la promiscuidad como la libertad, y revela lo que es en realidad: la esclavitud del pecado. Coloca en el corazón del mundo un renovado respeto por la vida, desde el momento de la concepción. Amén”.

En una placa vertical a la derecha de la cripta, se lee una cita del Papa Juan Pablo II: “Una nación que mata a sus propios hijos es una nación sin esperanza”.

Hasta la fecha, ningún niño concebido ha sido enterrado en el lugar del memorial, a pesar de la disponibilidad de la cripta para ello. Al parecer las autoridades de Ciudad México no lo permiten por razones de salud pública. Sin embargo, el lugar está preparado para recibir los restos humanos si llegan a estar disponibles. También se pueden enterrar las cenizas de los fetos que han sido cremados, en caso de surgir la oportunidad.

El santuario (Constituyentes, s/n, Colonia 16 de Septiembre, Delegación Miguel Hidalgo) está abierto al público todos los días de 8:00 de la mañana a cinco de la tarde. Se ofrece una misa el octavo día de cada mes a las 12:00 de la mañana. Varios grupos pro-vida rezan el Rosario regularmente en el lugar.