La ola provida que se está produciendo en muchos estados de EEUU ha llegado también a Oklahoma, en el que viven casi cuatro millones de personas. De este modo, la Cámara de Representantes de este estado acaba de prohibir en la práctica el aborto con una legislación provida que impide acabar con la vida del bebé excepto en el único caso en el que la salud de la madre esté en verdadero peligro.

Con esta normativa que ya fue aprobada en el Senado y que este martes en la Cámara consiguió una amplia mayoría con 70 votos a favor y 14 en contra se podrían salvar la vida de casi 4.000 bebés, cifra de abortos anuales que se producen en Oklahoma.

La ley entrará en vigor en verano, y sólo falta la firma del gobernador republicano Kevin Stitt, que ya se manifestó favorable a esta iniciativa. Ha generado una gran repercusión puesto que el aborto tampoco será permitido en casos de violación e incesto, supuestos que representan un porcentaje casi cero del total de abortos, pero cuyo argumento es siempre utilizado para legalizar o ampliar las leyes abortistas.

La normativa de Oklahoma castigará a quienes lo ejecuten con penas de hasta diez años de cárcel y multa de hasta 100.000 dólares a quienes practiquen o colaboren para realizar abortos que estén fuera de esta nueva ley.

Oklahoma se une a estados como Alabama, Arkansas, Texas y otros más que están legislando a favor de la vida y limitando el aborto a la mínima expresión.

Tal y como recoge LifeNews, el patrocinador de esta ley, el senador Nathan Dahm, ha recordado que los abortos destruyen vidas humanas inocentes. “Durante casi medio siglo, nuestra nación ha sacrificado niños no nacidos, lo que ha costado más de 60 millones de vidas”, explicaba en un comunicado .

De este modo, añadió que “la función principal y propia del gobierno es proteger nuestros derechos. Cualquier intento de quitarle la vida a un inocente a sabiendas y voluntariamente a través del aborto debe ser detenido”.