Ante el gran sufrimiento y la estremecedora cifra de muertes de ancianos en muchos países europeos durante la pandemia COVID-19, la Comunidad de Sant’Egidio lanza un llamamiento para que se reafirmen con fuerza los principios de igualdad de tratamiento y derecho universal de asistencia sanitaria, así como para se dediquen todos los recursos necesarios para proteger el mayor número posible de vidas, humanizando el acceso a la atención sanitaria para todos.

El manifiesto europeo ha sido firmado por el fundador de Sant’Egidio Andrea Riccardi, junto a destacadas personalidades de la política, las letras, la cultura y los negocios, como el expresidente de Italia y de la Comisión Europea, Romano Prodi, el expresidente de Gobierno de España, Felipe González, el filósofo y catedrático Manuel Castells, Stefania Giannini, directora adjunta de la UNESCO, Irina Bokova, ex directora de UNESCO, Jeffrey Sachs, director de UN Sustainable Development Solution Network, entre otros.

No a la “sanidad selectiva”

Muy preocupados por la mortalidad de ancianos en las residencias y por la generalización de una “sanidad selectiva” en la que se sacrifican unas vidas por encima de otras, los firmantes llaman a “superar la institucionalización” de los ancianos y la “cultura del descarte” en términos del Papa Francisco.

El manifiesto considera inaceptable que la mayor vulnerabilidad de los ancianos y su avanzada edad justifique una forma de “elección” que favorece a los más jóvenes y los más sanos y pide una revisión profunda de los sistemas sanitarios públicos y las buenas prácticas para “llegar a todos y curarlos con eficacia”.

“Esperamos que se desate una revuelta moral para que cambie la dirección en la atención sanitaria a los ancianos y para que estos, sobre todo los más vulnerables, jamás sean considerados un peso o, aún peor, inútiles”.