La joven Claire Culwell dice que cuando ella fue a visitar su madre biológica por primera vez, le entregó una tarjeta que leía: “Gracias por escoger la vida para mí.”

La joven Culwell, que ahora tiene 21 años de edad, fue criada en un hogar pro-vida y cristiano luego de ser dada en adopción. Ella quería expresar su gratitud a su madre biológica por haberla traído al mundo. Aunque su madre lloró lágrimas de felicidad al momento de su encuentro, las palabras escritas en la tarjeta provocaron una reacción distinta que la que la joven Culwell esperaba.

“Lo que al principio era lágrimas de mucha felicidad se convirtieron en lágrimas de mucha tristeza también,” dice la joven Culwell. Su madre entonces le explicó a ella las circunstancias de su nacimiento: ella había sobrevivido un atentado de aborto, un aborto que había terminado con la vida de su hermana gemela.

La señorita Culwell cuenta su historia para La Red de Difusión Cristiana (Christian Broadcasting Network/CBN) en los Estados Unidos de América durante una entrevista, en que explica que su madre quedó embarazada a la edad de 13 años, y fue llevada por su madre a una clínica de aborto, donde el procedimiento letal fue llevado a cabo a los cinco meses de gestación.

Sin embargo, la joven Culwell dice que, pasado un mes, era claro que su madre no había regresado a su estado normal. Luego de consultar de nuevo con el abortista, a ella se le dijo que ella había tenido gemelas, y que solamente una de las gemelas había muerto durante el aborto. Dos semanas más tarde, ella parió a la joven Culwell.

La señorita Culwell habla ahora de sus experiencias como una sobreviviente de aborto en iglesias y ante otros grupos, y dice que ella habla “en honor” de su hermana gemela que no sobrevivió.

“Muchos me han preguntado si siento ira, o si me siento disgustada, y yo digo que ‘no,’ porque mi madre biológica es, con toda probabilidad, mi heroína más grande, porque ella no tenía que haberme contado todo. Fue debido a su valentía, su fuerza y su abnegación, que las vidas de otras personas están siendo cambiadas,” le dijo la señorita Culwell a la CBN.

“El aborto no solamente afecta a una sola persona. Tiene un efecto de dominó. Y aunque eso pasó, ello se ha convertido en algo tan hermoso,” ella añade. “Realmente Dios me ha enseñado a depender de Él, que esto no se trata solamente de mí. Se trata de Él, de su gracia, y del regalo maravilloso de la vida que no has dado. Aunque parezca que la vida es algo que damos por sentado, porque la tenemos, es un regalo. Él es capaz de hablar por medio de mi historia y por medio de la historia de mi madre biológica, de la historia de mis padres, y de compartir este regalo con el mundo.”