Dos de los miembros del patronato del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona nombrados por el Cabildo de la Catedral han negado las informaciones periodísticas que aseguraban que en dicho centro de salud se practican abortos.
 
Así lo han hecho saber este martes Joan Benito Tolsau y Josep M. Turull Garriga, miembros del ente administrador del hospital nombrados por el Cabildo de la Catedral de Barcelon a través de un comunicado que publica el arzobispado de Barcelona,
 
En el comunicado, el Cabildo informa que “el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona forma parte de una Fundación Privada dirigida por la MIA (Muy Ilustre Administración), cuyo patronato está integrado por dos miembros designados por el Ayuntamiento de Barcelona, dos por la Generalitat de Catalunya y dos por el Cabildo Catedral de Barcelona. La gestión directa del Hospital, desde el año 1990, la lleva a cabo otra Fundación denominada de Gestión Sanitaria del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, con personalidad jurídica propia”.
 
Asimismo, señala que “en todo momento los representantes del Cabildo de la Catedral de Barcelona en el Hospital de Sant Pau, se han manifestado a favor de la vida humana desde el mismo momento de su concepción y trabajan para que este principio sea el que rija en las actuaciones del Hospital. Han seguido fielmente en este tema las orientaciones de la moral católica, expresada claramente en repetidas ocasiones a nivel publico por el mismo cardenal arzobispo de Barcelona, Dr. Lluís Martínez Sistach”.
 
Más adelante da a conocer que “en el momento en que aparecieron las primeras referencias a los hechos que nos ocupan, se investigó hasta qué punto se correspondían con la realidad y la dirección del Hospital informó que, de acuerdo con los principios éticos en que se inspira desde su fundación, no se practican interrupciones voluntarias del embarazo, aunque excepcionalmente concurran circunstancias médicas que lleven a actuaciones que puedan tener como consecuencia la pérdida del feto”.
 
Finalmente dice que “el Convenio Institucional de 1990, que rige el funcionamiento del Hospital de Sant Pau, comporta el respeto a los principios éticos y morales de la Iglesia Católica. Caso que alguno de estos principios haya sido vulnerado, se tomaran las medidas oportunas para su cumplimiento”.