El Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que es la corte internacional que interpreta la Convención Europea de Derechos Humanos, falló el 12 de octubre que el Vaticano tiene inmunidad soberana y no puede ser juzgado en tribunales locales de otros países.

Es la primera vez que este tribunal aborda un caso sobre inmunidad soberana de la Santa Sede.

Por 6 votos contra 1, los magistrados determinaron que Bélgica no violó el Artículo 6, numeral 1 de la Convención, sobre el derecho del acceso a un juicio, cuando se declinó la jurisdicción con respecto al Vaticano.

El caso es conocido como "J.C. y otros contra Bélgica". Lo presentaron 24 ciudadanos belgas, franceses y holandeses contra el Vaticano, pero también contra jerarcas católicos y asociaciones católicas en Bélgica.

Los denunciantes, que dijeron que fueron abusados sexualmente por sacerdotes católicos hace décadas, cuando eran niños, buscaron llevar una demanda civil contra el Vaticano, acusando a la Santa Sede de abordar los abusos de “forma estructuralmente deficientes”.

Presentaron su demanda colectiva en Gante, Bélgica, hace 10 años, en julio de 2011, y pedían una compensación de 10.000 euros para cada afectado. El tribunal dijo en 2013 que no tenía jurisdicción sobre la Santa Sede. Con todo, 20 de los denunciantes obtuvieron compensaciones a través del centro católico que arbitra las denuncias de abusos en el país.

El grupo presentó después la denuncia ante el Tribunal Europeo en febrero de 2017. Ahora se les confirma la soberanía jurisdiccional vaticana.

El fallo no es definitivo: puede ser elevado dentro de un plazo de tres meses a la Gran Sala de la Corte Europea, donde un grupo de cinco jueces decidiría si escucha el caso y ofrece una sentencia definitiva.