La Santa Sede ha publicado una declaración, a través del Director de la Sala de Prensa, Matteo Bruni, en la que sale en defensa del cardenal Marc Ouellet, prefecto del Dicasterio para los Obispos de la Santa Sede, ante una acusación de acoso sexual proveniente de Canadá durante su etapa como arzobispo de Quebec.

“El Papa Francisco declara que no hay elementos suficientes para abrir una investigación canónica por agresión sexual por parte del cardenal Ouellet”, afirma el comunicado de la Santa Sede.

Bruni informa que el Papa encomendó una investigación preliminar al jesuita Jacques Servais y su conclusión fue clara: “No hay motivos para abrir una investigación sobre la agresión sexual de la Persona F. por parte del Card. Señor Ouellet. Ni en su informe escrito y enviado al Santo Padre, ni en el testimonio vía Zoom que recogí posteriormente en presencia de un miembro del comité diocesano ad hoc, esta persona hizo una acusación que proporcionara material para tal investigación”.

El cardenal Ouellet, uno de los pesos pesados del Colegio Cardenalicio, fue denunciado por acoso sexual y comportamiento impropio entre 2008 y 2010 por una mujer que era “colaboradora pastoral” en el Arzobispado de Quebec.

Esta acusación se ha hecho pública en un programa de Radio Canadá y está enmarcada en una demanda colectiva contra la diócesis de Quebec. En ella habría 100 presuntas víctimas que habrían sido agredidas sexualmente en la mayoría de los casos en la década de 1950 y 1960

La denuncia involucra a 88 sacerdotes y empleados seglares de la diócesis de Quebec. No obstante su acusación, según prescribe la normativa canónica, habría sido hecha llegar directamente al Vaticano con anterioridad.

Sin embargo, Ouellet no ha recibido ningún tipo de acusación penal hasta ahora.

El abogado de la mujer afirma que el modo de abrazarla o tocarla en los hombros o la espalda, provocaba un profundo malestar en la joven colaboradora pastoral. “Me sentí perseguida. Cada vez era más invasivo, más intenso, hasta el punto de que empecé a dejar de ir a los eventos, para intentar evitar estar en su presencia lo máximo posible”, declaró ella.

El abogado de las supuestas víctimas ha indicado que aunque los actos de los que se le acusa al cardenal parecen ser menos graves físicamente que en otros casos citados en la petición, su impacto y las secuelas que han causado son importantes.