Cuando Benedicto XVI vio que los obispos locales y las Conferencias Episcopales locales eran muy ineficaces a la hora de investigar casos de abusos, dictaminó que las acusaciones con fundamento se centralizasen en Roma. El hombre que las estudiaba y analizaba, por el que pasaron miles de informes describiendo horrores, fue el maltés Charles J. Scicluna, que hoy es el arzobispo de Malta y uno de los padres sinodales en Roma.

Pocos oficiales vaticanos han estudiado tantos casos duros como él, pocos han tomado decisiones sobre abusadores. Este martes estuvo presente ante la prensa mundial en la Sala de Prensa del Vaticano. Conoce bien los casos de sacerdotes indignos y abusadores. Pero pide a la prensa tener en cuenta también a los muchos sacerdotes “santos” que trabajan y “confían en el Señor”. “La santidad es el encuentro entre la debilidad del hombre y la misericordia de Dios”, explicó.

Sobre los casos de abusos, dijo que “sin justicia no se puede vivir” y “buscar la verdad es esencial”. Respondiendo a las preguntas de los periodistas, Scicluna señaló que el tema de los abusos aparece en el “Instrumentum laboris en el apartado 66” (es el documento de trabajo del Sínodo de los jóvenes). Los abusos son una fuente de “vergüenza”, dijo, sobre todo porque “la mayoría de las víctimas son jóvenes, con heridas infligidas precisamente por quien debería haberlas curado”, lo que exige elevar el “umbral de responsabilidad”.

Cada día del Sínodo comparecen en la sala de prensa algunos padres sinodales y auditores, resumen temas tratados y hablan con los periodistas; este martes hablaron Scicluna, el obispo francés Gobilliard y el periodista italiano Leoncini

El arzobispo maltés dijo que “la justicia no debe tomarse una cantidad de tiempo exagerada”. Afirmó que el Papa Francisco también sufre a causa de esta lentitud, aunque es consciente de los tiempos de la “jurisdicción civil”. Scicluna apuntó que aunque “todos necesitamos misericordia”, “la misericordia está vacía si no respeta la verdad y la justicia”.

Recordó que el tema de la protección a los menores se tratará en el Vaticano en febrero y pidió ir a la “raíz” del problema, recordando que “el ministerio debe ser un servicio y no un abuso de poder”.

Las declaraciones de Scicluna sobre los casos de abusos eclipsaron los datos sobre los trabajos de los Padres Sinodales que estudian cómo transmitir la fe a los jóvenes, el tema del Sínodo.

Temas que se están tratando en el Sínodo

El Padre sinodal elegido por la Conferencia Episcopal francesa, Emmanuel Gobilliard, obispo auxiliar de Lyon, enumeró algunos temas tratados en el Sínodo:

- la solidaridad entre las generaciones,
- la contribución de las mujeres a la Iglesia,
- las migraciones
- la sexualidad,
- la santidad.

Cada joven está llamado a la felicidad, a la santidad, al encuentro con Cristo”, dijo, recordando también las recomendaciones del Papa Francisco a los obispos.

En la Oficina de Prensa del Vaticano también estuvo presente Thomas Leoncini, periodista italiano de 33 años, autor de los libros "Dios es joven" y de "Generación líquida" y auditor en el Sínodo. Expresó su satisfacción porque en el Sínodo la Iglesia se ponga a la escucha buscando “respuestas radicales”. Recordó que el Sínodo no se dirige solo a los jóvenes católicos sino también a los “ateos, agnósticos”, a todos los jóvenes “que buscan esperanza y futuro” en estas sociedades “líquidas”.