Con numerosos obispos llegados a Roma para las primeras fases preparatorias del Sínodo de la Sinodalidad, el Papa Francisco este domingo ha ordenado a dos nuevos obispos, cada uno con su historia.

El italiano Guido Marini venía siendo el maestro de las celebraciones litúrgicas pontificias desde 2007, primero como ayudante de Benedicto XVI en estas ceremonias, luego ayudando a Francisco. Él fue quien pronunció el icónico "extra omnes" durante el pasado Cónclave que eligió a Francisco. Él decidía cuándo y cómo entraban o salían cardenales y obispos en ceremonias. Pero sólo ahora ha sido ordenado obispo. Se le envía a pastorear la diócesis italiana de Tortona.

El chileno Ferrada, secretario de la Congregación para el Clero

El otro nuevo obispo que ha ordenado Francisco es el chileno Andrés Gabriel Ferrada Moreira, nuevo secretario de la Congregación para el Clero. Obtuvo el doctorado en Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana en 2006. Trabajó en su diócesis de Santiago de Chile de 2006 a 2018, cuando empezó a trabajar en Roma en la Congregación para el Clero.

Es de los sacerdotes que desde 2010 se distanciaron del sacerdote chileno Fernando Karadima, con quien había tenido un trato cercano, denunciando que sus abusos a menores eran creíbles. El Papa en 2018 redujo a Karadima al estado laical: Karadima murió en julio de 2021.

Una novedad de esta ceremonia fue que por primera vez ofició públicamente el italiano Diego Ravelli, el nuevo maestro de ceremonias pontificias, cargo que compagina con el de responsable de la Capilla Musical Pontificia, quien antes fue jefe de la oficina de la Limosnería Apostólica desde 2013.

La importancia de ser cercanos

El Papa Francisco improvisó mucho en su homilía, añadiendo los consejos que suele dar a los nuevos obispos que visitan Roma. Les recordó la importancia de la oración y el anuncio del Evangelio.

También les pidio 4 "proximidades": mantenerse cercanos a Dios, a los otros obispos, a los sacerdotes y al pueblo fiel.

"Piensen que la proximidad es el rastro más típico de Dios, Él mismo lo dice a su pueblo en el Deuteronomio: 'piensa qué pueblo tiene a sus dioses tan cerca como tú me tienes a mí'. Cercanía, junto a la compasión y la ternura”, insistió Francisco.

Recordó que "al obispo le compete más servir que dominar, según el mandamiento del Maestro: ‘el mayor entre ustedes se ha de hacer como el menor, y el que gobierna, como el que sirve’”.

Les animó (citando a San Pablo) a anunciar la palabra en todo momento, "oportuno e inoportuno". "Adviertan, reprochen, exhorten, con toda magnanimidad y doctrina. Sigan estudiando. Y mediante la oración y el ofrecimiento del sacrificio por su pueblo tomen de la plenitud de la santidad de Cristo la multiforme riqueza de la divina gracia”, añadió.

Los ritos para ser obispo

Tras la homilía, el Papa presidió el rito de la ordenación episcopal, con el interrogatorio y promesas de los dos candidatos al episcopado; el rezo (cantado) de las letanías de los santos mientras que Mons. Guido y Mons. Ferrada permanecieron postrados; la imposición de las manos; el canto de la invocación al Espíritu Santo “Veni creator”; la unción con el crisma, la entrega de los símbolos episcopales: el libro del Evangelio, el anillo, la imposición de la mitra y el báculo pastoral.

Después, en la Liturgia Eucarística en la Basílica de San Pedro, concelebraron numerosos cardenales, obispos y sacerdotes.

Antes de concluir la ceremonia, Guido Marini dio gracias al Papa -en nombre de los dos nuevos obispos- y destacó su deseo de ser pastores. Asimismo, agradeció a su familia por el don de la vida, dirigió una oración de agradecimiento a Dios y a la Virgen María.

Finalmente, los dos nuevos obispos se acercaron a saludar y bendecir a sus familias y recorrieron todo el pasillo central de la Basílica de San Pedro para bendecir a los presentes mientras el coro entonaba el “Te Deum”.

Vea aquí, narrada en español, la misa completa de ordenación de los obispos