129 ¿Por qué sólo puede haber una Iglesia?

Así como sólo existe un único Cristo, sólo puede existir un único cuerpo de Cristo, una única esposa de Cristo, y por tanto sólo una única Iglesia de Cristo. Él es la Cabeza; la Iglesia, su Cuerpo. Juntos forman el «Cristo total» (san Agustín). Así como el cuerpo tiene muchos miembros, pero es solamente uno, así la Iglesia una existe en y está formada por muchas Iglesias particulares (diócesis). [811-816, 866, 870]

Jesús edificó su Iglesia sobre el fundamento de los APÓSTOLES, que permanece hasta hoy. Es la Iglesia que subsiste en la Iglesia católica. La fe de los apóstoles, bajo la dirección del ministerio de Pedro, que «preside en la caridad» (san Ignacio de Antioquía), se transmitió en la Iglesia de generación en generación. También los  SACRAMENTOS, que Jesús confió al colegio apostólico, siguen actuando con la misma fuerza de su origen. 130 ¿También los cristianos no católicos son nuestros hermanos y hermanas?

Todos los bautizados pertenecen a la Iglesia de Cristo. Por eso también los bautizados que están separados de la plena comunión con la Iglesia católica se llaman con razón cristianos y son por ello nuestros hermanos y hermanas. [817-819]

Las rupturas de la única Iglesia de Cristo surgieron por falsificaciones de la doctrina de Cristo, por faltas humanas y por escasa disposición a la reconciliación (con frecuencia en los representantes de ambas partes). Los cristianos de hoy no son responsables de las divisiones históricas de la Iglesia. El Espíritu Santo actúa también en las IGLESIAS Y COMUNIDADES ECLESIALES separadas de la Iglesia católica para la salvación de los hombres. Todos los dones en ellas presentes, como por ejemplo la Sagrada Escritura, los -> SACRAMENTOS, la fe, la esperanza, la caridad y otros -> CARISMAS, proceden de Cristo. Donde habita el Espíritu de Cristo, hay una dinámica interna en dirección a la «reunificación», porque lo que pertenece a un mismo ser tiende a unirse.

La mayoría de los hombres no sospecha lo que Dios haría de ellos si únicamente se pusieran a su servicio. SAN IGNACIO DE LOYOLA (1491-1556, fundador de los jesuítas)

Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todos, que está sobretodos, actúa por medio de todo-, y está en todos. Ef4,4-6

Porque con esta Iglesia [la Iglesia de Roma] en razón de su origen más excelente debe necesariamente acomodarse toda Iglesia, es decir, los fieles de todas partes, porque en ella se ha conservado siempre la tradición de los apóstoles. SAN IRENEO DE LYON

IGLESIAS Y COMUNIDADES ECLESIALES.  Muchas comunidades cristianas se denominan a sí mismas iglesias. Según la concepción católica son «Iglesia» sólo aquellas en las que se han conservado íntegramente los sacramentos de Jesucristo. Esto es válido sobre todo para las iglesias ortodoxas y orientales. En las «comunidades eclesiales», surgidas de la Reforma, no se han conservado íntegramente los sacramentos.

ECUMENISMO (griego oikumene = la tierra habitada, el orbe): Los esfuerzos por la unidad de los cristianos separados.

Jesús, levantando los ojos al cielo, dijo: [...] Para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí, y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. Jn 17,1.21

 131 ¿Qué debemos hacer por la unidad de los cristianos?

Debemos escuchar las palabras y los hechos de Cristo, cuya voluntad declarada es «que todos sean uno» (Jn 17,21). [820-822]

Independientemente de la edad de cada cual, la unidad de los cristianos nos afecta a todos. La unidad fue uno de los deseos más importantes de Jesús: «Que todos sean uno [...] para que el mundo crea que tú me has enviado» (Jn 17,21). Las divisiones son como heridas en el Cuerpo de Cristo, duelen y supuran. Las divisiones conducen a enemistades y debilitan la fe y la credibilidad de los cristianos. Para que el escándalo de la separación desaparezca del mundo es necesaria la conversión de todos los afectados, también el conocimiento de las propias convicciones de fe y las controversias con las de los otros, pero especialmente es necesaria la oración común y el servicio común de los cristianos a los hombres. Los responsables de la Iglesia no deben dejar que se interrumpa el diálogo teológico.

132 ¿Por qué es santa la Iglesia?

La Iglesia no es santa porque todos sus miembros sean santos, sino porque Dios es santo y actúa en ella y por ella. Todos los miembros de la Iglesia están santificados por el bautismo. [823-829]

Siempre que nos dejamos tocar por el Dios trino, crecemos en el amor, somos santificados y santos. Los santos son amantes, no porque ellos sean capaces de amar por sí mismos, sino porque Dios los ha tocado. Ellos transmiten a los hombres el amor que han experimentado de Dios, cada uno en su modo propio, a menudo original. Llegados junto a Dios santifican también a la Iglesia, porque «pasan su cielo» apoyándonos a nosotros en el camino de la  SANTIDAD.

133 ¿Por qué se llama católica la Iglesia?

«Católico» (del griego katholon) quiere decir estar referido a la totalidad. La Iglesia es católica porque Cristo la ha llamado a confesar toda la fe, a conservar y dispensar todos los SACRAMENTOS y a anunciar a todos la Buena Noticia; y la ha enviado a todos los pueblos. [830-831, 849-856]

134 ¿Quién pertenece a la Iglesia católica?

 Pertenece a la plena comunión con la Iglesia católica quien se vincula a Jesucristo en unidad con el PAPA y los OBISPOS mediante la confesión de la fe católica y la recepción de los SACRAMENTOS. [836-838]

Dios quiso una Iglesia para todos. Por desgracia los cristianos hemos sido infieles a este deseo de Cristo. Sin embargo hoy estamos aún unidos entre nosotros estrechamente mediante la fe y el bautismo común.

135 ¿Qué relación tiene la Iglesia con los judíos?

Los judíos son los «hermanos mayores» de los cristianos, porque Dios los amó en primer lugar y les habló primero a ellos. El hecho de que Jesucristo, como hombre, sea un judío, nos une. Que la Iglesia reconozca en él al Hijo de Dios vivo, nos separa. Estamos unidos en la espera de la venida definitiva del Mesías. [839-840]

La fe judía es la raíz de nuestra fe. La Sagrada Escritura de los judíos, que nosotros llamamos ANTIGUO TESTAMENTO, es la primera parte de nuestra Sagrada Escritura. La visión judeocristiana del hombre, cuya ética está marcada por los diez mandamientos, es el fundamento de las democracias occidentales. Es vergonzoso que los cristianos, a lo largo de muchos siglos, no hayan querido admitir este parentesco tan estrecho con el judaismo y, con justificaciones pseudoteológicas, hayan contribuido a fomentar un odio a los judíos que a menudo ha tenido efectos mortales. El papa beato Juan Pablo II, con motivo del Jubileo del año 2000, pidió expresamente perdón por ello. El Concilio Vaticano II deja claro que no se debe imputar a los judíos como pueblo ninguna culpa colectiva en la muerte en cruz de Jesús.

 

SANTIDAD Es el primer atributo de Dios. En latín existe La palabra «fanum» para lo divino, lo puro, aquello que está separado de lo profano, lo cotidiano. Dios es el totalmente otro, el «Santo de Israel» (Is 30,15); Jesús viene al mundo como el «Santo de Dios» (Jn 6,69). En él se puede ver Lo que es «santo»: amar sin límites, misericordiosamente, ayudando y sanando, hasta la culminación en la Cruz y la Resurrección.

Así como en la Iglesia católica hay también elementos no católicos, también se puede encontrar fuera de la Iglesia católica algo católico. Muchos que parecen estar fuera, están dentro; muchos que parecen estar dentro, están fuera. SAN AGUSTÍN

Y todo Lo puso bajo sus pies, y lo dio a la Iglesia, como Cabeza, sobretodo. Ella es su cuerpo, plenitud del que llena todo en todos. Efl,22 s

No creáis que he venido a abolir La Ley y Los Profetas; no he venido a abolir, sino a dar plenitud. Mt5,1 7

La religión judía no es para nosotros algo externo, sino que en cierto modo pertenece al interior de nuestra religión. Tenemos con ella relaciones no comparables a ninguna otra religión. Sois nuestros hermanos preferidos y, como se podría decir, en cierta manera, nuestros hermanos mayores. BEATO JUAN PABLO II en la visita a la Gran Sinagoga de Roma, 1986

LIBERTAD RELIGIOSA

«EL derecho a La Libertad religiosa no es ni la permisión moral de adherirse al error, ni un supuesto derecho al error, sino un derecho natural de la persona humana a La libertad civil, es decir, a la inmunidad de coacción exterior, en Los justos límites, en materia religiosa por parte del poder político» (CCE 2108). EL reconocimiento de la libertad religiosa o de culto no quiere en modo alguno decir que todas las religiones sean iguales e igualmente verdaderas.

136 ¿Cómo ve la Iglesia a las demás religiones?

La Iglesia respeta todo lo que en las demás RELIGIONES es bueno y verdadero. Respeta y fomenta la libertad religiosa como derecho humano. Sin embargo, ella sabe que Jesucristo es el único Salvador de los hombres. Sólo él es «el camino y la verdad y la vida» (Jn 14,6). [841-845, 846-848]

Todo aquel que busca a Dios nos resulta cercano a los cristianos. Hay un grado especial de «parentesco» con los musulmanes. Al igual que el judaismo y el cristianismo, el islam pertenece también a las RELIGIONES monoteístas (-> MONOTEÍSMO). También los musulmanes veneran al Dios creador y a Abraham como padre de su fe. Para el Corán, Jesús es un gran profeta. María, su Madre., es la madre del profeta. La Iglesia enseña que todos los hombres que sin culpa suya no conocen a Cristo ni a su Iglesia, pero buscan sinceramente a Dios y siguen la voz de su conciencia, pueden alcanzar La salvación con la ayuda de la gracia. Sin embargo, quien ha conocido que Jesucristo es «el camino, la verdad y la vida», pero no quiere seguirle, no alcanza la salvación. Esto es lo que se expresa con la frase «Extra ecclesiam nulla salus» (Fuera de la Iglesia no hay salvación).

137 ¿Por qué la Iglesia se llama apostólica?

La  IGLESIA se llama apostólica porque, fundada sobre los APÓSTOLES, mantiene su tradición y es guiada por sus sucesores. [857-860, 869, 877]

Jesús llamó a los APÓSTOLES como sus más estrechos colaboradores. Fueron sus testigos oculares. Después de su Resurrección se les apareció en varias ocasiones. Les concedió el Espíritu Santo y los envió como sus mensajeros autorizados por todo el mundo. En la Iglesia primitiva eran los garantes de la unidad. Su misión y poder los transmitieron, mediante la imposición de las manos, a los  OBISPOS, sus sucesores. Así se hace hasta hoy. Este proceso se denomina SUCESIÓN APOSTÓLICA.