479 ¿Qué podemos aprender del modo de orar de la Virgen María?

Aprender a orar con María es unirse a su plegaria: «Hágase en mí según tu palabra» (Le 1,38). Orar es, en definitiva, la entrega que responde al amor de Dios. Si como María decimos «sí», Dios tiene la oportunidad de vivir su vida en nuestra vida. [2617-2618,2622,2674] •* 84-85,117

Pide a María con devoción, ella no dejará sin atender tu necesidad, puesto que es misericordiosa, aún más, la madre de la misericordia. SAN BERNARDO DE CLARAVAL

Ella se dirige a nosotros diciendo: «No tengas miedo de él. Ten la valentía de arriesgar con la fe. Ten la valentía de arriesgar con la bondad. Comprométete con Dios; y entonces verás que precisamente así tu vida se ensancha y se ilumina, y no resulta aburrida, sino llena de infinitas sorpresas, porque la bondad infinita de Dios no se agota jamás». BENEDICTO XVI, 08.12.2005

AVE MARÍA (lat. = Te saludo, María): La primera parte de la oración más importante y conocida después del Padrenuestro se refiere a la Biblia (Le 1,28; Le 1,42). La segunda parte, «ahora y en la hora de nuestra muerte», es un añadido del siglo XVI.

 480 ¿Qué dice el -> AVE MARÍA?

Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. En latín: Ave María, gratia plena. Dominus tecum. Benedicta tu in mulieríbus, et benedictus fructus ventrís tui, Jesús. Sancta María, Mater Dei, ora pro nobis peccatoribus, nunc et in hora mortis nostrae. Amen.

 

481 ¿Cómo se reza el rosario?

En cada país o cultura hay ciertas adaptaciones, que pueden variar ligeramente, con jaculatorias y otros incisos, como añadir en cada Avemaria, detrás del nombre de Jesús, el misterio que se contempla. La estructura fundamental es:

1.    En nombre del Padre y del Hijo...

2.    Credo (profesión de la fe) u otra oración («Señor mío Jesucristo»).

3.    Padrenuestro.

4.    Tres Avemarias (con las que se pueden pedir las tres virtudes teologales de la fe, la esperanza y la caridad; o invocar a María como hija del Padre, Madre del Hijo y esposa del Espíritu Santo).

5.    Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

6.    Cinco decenas formadas por un Padrenuestro seguido de diez Avemarias y un Gloria.

 Se contemplan los misterios gozosos, luminosos, dolorosos y gloriosos.

Misterios gozosos (lunes y sábado)

1. La Encarnación del Hijo de Dios.

2. La Visitación de Nuestra Señora a su prima santa Isabel.

3. El Nacimiento del Hijo de Dios en Belén.

4. La Presentación de Jesús en el templo de Jerusalén.

5. El Niño Jesús perdido y hallado en el templo.

 Misterios luminosos (jueves)

1. El Bautismo de Jesús en el Jordán.

2. La autorrevelación de Jesús en las bodas de Cana.

3. El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión.

4. La Transfiguración.

5. La Institución de la Eucaristía.

Misterios dolorosos (martes y viernes)

1. La Oración de Jesús en el Huerto.

2. La Flagelación del Señor.

3. La Coronación de espinas.

4. Jesús con la cruz a cuestas camino del Calvario.

5. La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor.

Misterios gloriosos (miércolesy domingo)

1. La Resurrección del Hijo de Dios.

2. La Ascensión del Señor a los cielos.

3. La venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles.

4. La Asunción de Nuestra Señora a los cielos.

5. La Coronación de la Santísima Virgen como Reina de cielos y tierra.

El Rosario es mi oración predilecta. ¡Plegaria maravillosa! Maravillosa en su sencillez y en su profundidad. En esta plegaria repetimos muchas veces las palabras que la Virgen María oyó del Arcángel y de su prima Isabel. Palabras a las que se asocia la Iglesia entera. [...] En efecto, con el trasfondo de las Avemarias pasan ante los ojos del alma los episodios principales de la vida de Jesucristo. [...] Al mismo tiempo nuestro corazón puede incluir en estas decenas del Rosario todos los hechos que entraman la vida del individuo, la familia, la nación, la Iglesia y la humanidad. Experiencias personales o del prójimo, sobre todo de las personas más cercanas o que llevamos masen el corazón. De este modo la sencilla plegaria del Rosario sintoniza con el ritmo de la vida humana. BEATO JUAN PABLO II , 29.10.1978

 ROSARIO Es el nombre de un instrumento y de un ejercicio de oración que se desarrolló en el siglo XII, especialmente entre Los cistercienses y cartujos, cuyos hermanos Legos no tomaban parte en la Liturgia de Las Horas, que era en latín. Por ello, en el rosario tenían una forma propia de oración, que llamaban el «salterio mariano». Más tarde el rosario fue fomentado sobre todo por los dominicos, pero también por las demás órdenes religiosas. Los Papas siempre han recomendado esta oración y es muy apreciada por muchas personas.

 482 ¿Qué importancia tenía la oración entre los primeros cristianos?

Los primeros cristianos oraban intensamente. La Iglesia primitiva se movía por el impulso del Espíritu Santo, que había descendido sobre los discípulos y a quien la Iglesia debía su atractivo: «Y perseveraban en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones» (Hch 2,42). [2623-2625]

El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor. El Señor te muestre su rostro y te conceda la paz. Núm 6,24-26

 483 ¿Cuáles son las cinco formas principales de oración?

Las cinco formas principales de oración son la -> BENDICIÓN, la adoración, la oración de petición y de intercesión, la oración de acción de gracias y la oración de alabanza. [2626-2643]

484 ¿Qué es una bendición?

Una bendición es una oración que pide la -> BENDICIÓN de Dios sobre nosotros. Toda bendición procede únicamente de Dios. Su bondad, su cercanía, su misericordia son bendición. La fórmula más breve de la bendición es «El Señor te bendiga». [2626-2627]

Todo cristiano debe pedir la bendición de Dios para sí mismo y para otras personas. Los padres pueden trazar sobre la frente de sus hijos la señal de la cruz. Las personas que se aman pueden bendecirse. Además el ~> PRESBÍTERO, en virtud de su ministerio, bendice expresamente en el nombre de Jesús y por encargo de la Iglesia. Su oración de bendición es especialmente eficaz por medio del sacramento del Orden y por la fuerza de la oración de toda la Iglesia.

De la bendición de Dl0S todo depende.  Refrán alemán

485 ¿Por qué debemos adorar a Dios?

Toda persona que comprenda que es criatura de Dios reconocerá humildemente al Todopoderoso y lo adorará. La adoración cristiana no ve únicamente la grandeza, el poder y la -> SANTIDAD de Dios. También se arrodilla ante el amor divino que se ha hecho hombre en Jesucristo. [2628].

Quien adora verdaderamente a Dios se pone de rodillas ante él o se postra en el suelo. En esto se muestra la verdad de la relación entre Dios y el hombre: él es grande y nosotros somos pequeños. Al mismo tiempo el hombre nunca es mayor que cuando se arrodilla ante Dios en una entrega libre. El no creyente que busca a Dios y comienza a orar puede de este modo encontrar a Dios. -* 353 La oración no es otra cosa que atención en su forma más pura. SIMONE WEIL

¿Acaso Cristo Jesús, que murió, más todavía, resucitó y está a La derecha de Dios y que además intercede por nosotros? ¿Quién nos separará del amor de Cristo? Rom 8,34-35

Jacob respondió: «No te soltaré hasta que me bendigas». Gen 32,27

 486 ¿Por qué debemos pedir a Dios?

Dios, que nos conoce completamente, sabe lo que necesitamos. Sin embargo, quiere que «pidamos»: que en las necesidades de nuestra vida nos dirijamos a él, le gritemos, le supliquemos, nos quejemos, le llamemos, que incluso «luchemos en la oración» con él. [2629-2633]

Ciertamente Dios no necesita nuestras peticiones para ayudarnos. La razón por la que debemos pedir es por nuestro propio interés. Quien no pide y no quiere pedir, se encierra en sí mismo. Sólo el hombre que pide, se abre y se dirige al origen de todo bien. Quien pide retorna a la casa de Dios. De este modo la oración de petición coloca al hombre en la relación correcta con Dios, que respeta nuestra libertad.

Al buen Dios le gusta ser molestado. SAN JUAN MARÍA VIANNEY, cura de Ars

Hombre, eres un pobre que tiene que pedir todo a Dios. SAN JUAN MARÍA VIANNEY, cura de Ars

Todos los Santos Padres quedan tanto valora la oración, son de la opinión que una actitud piadosa, como ponerse de rodillas, juntar las manos, cruzar los brazos sobre el pecho, tiene mucha importancia.

¿Qué expresan los cristianos mediante las diferentes posturas de oración?

Con el lenguaje del cuerpo, los cristianos ponen su vida ante Dios: Se postran ante Dios. Unen sus manos en la oración o las extienden (postura del orante). Hacen la genuflexión o se arrodillan ante el Santísimo Sacramento. Escuchan el Evangelio de pie. Meditan sentados.

La postura de estar de pie ante Dios expresa respeto (uno se pone en pie cuando entra alguien de más categoría), y al mismo tiempo atención y disponibilidad (uno está dispuesto a ponerse inmediatamente en camino). Si al mismo tiempo se extienden las manos para alabar a Dios (postura del orante), se adopta el gesto original de la alabanza.

Sentado ante Dios el cristiano escucha en su interior, deja resonar la Palabra en su corazón (Le 2,51) y la medita.  

De rodillas el hombre se hace pequeño ante la grandeza de Dios. Reconoce su dependencia de la gracia de Dios.

Postrándose el hombre adora a Dios.

Juntando las manos el hombre se recoge frente a la dispersión y se une a Dios. Las manos enlazadas son también el gesto originario de la petición.

Esta postura nos ayuda de modo insospechado a recogernos en la presencia de Dios y a permanecer concentrados en él. SAN FRANCISCO DE SALES

 487 ¿Por qué debemos pedir a Dios por otras personas?

Del mismo modo que Abraham intercedió a favor de los habitantes de Sodoma, así como Jesús oró por sus discípulos, y como las primeras comunidades no sólo buscaban su interés «sino todos el interés de los demás» (Flp 2,4), igualmente los cristianos piden siempre por todos; por las personas que son importantes para ellos, por las personas que no conocen e incluso por sus enemigos. [2634-2636, 2647]

Cuanto más aprende un hombre a rezar, tanto más profundamente experimenta que pertenece a una familia espiritual, por medio de la cual la fuerza de la oración se hace eficaz. Con toda mi preocupación por las personas a las que amo, estoy en el centro de la familia humana, puedo recibir la fuerza de la oración de otros y puedo suplicar para otros la ayuda divina. -» 477

 488 ¿Por qué debemos dar gracias a Dios?

Todo lo que somos y tenemos viene de Dios. San Pablo dice: «¿Tienes algo que no hayas recibido?» (1 Cor 4,7). Dar gracias a Dios, el dador de todo bien, nos hace felices. [2637-2638, 2648]

La mayor oración de acción de gracias es la «-> EUCARISTÍA» (en griego «acción de gracias») de Jesús, en la que toma pan y vino para ofrecer en ellos a Dios toda la Creación transformada. Toda acción de gracias de los cristianos es unión con la gran oración de acción de gracias de Jesús. Porque también nosotros somos transformados y redimidos en Jesús; así podemos estar agradecidos desde lo hondo del corazón y decírselo a Dios de muchas formas.

 Pues tiene que haber personas que recen también por aquellos que no rezan nunca. VÍCTOR HUGO (1802-1885, escritor francés ateo)

Dad gracias en toda ocasión: ésta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús respecto de vosotros. 1 Tes 5,18

Pues aunque no necesitas nuestra alabanza, ni nuestras bendiciones te enriquecen, tú inspiras y haces tuya nuestra acción de gracias, para que nos sirva de salvación. Prefacio común IV

 489 ¿Qué quiere decir alabar a Dios?

Dios no necesita ningún aplauso. Pero nosotros necesitamos expresar espontáneamente nuestra alegría en Dios y nuestro gozo en el corazón. Alabamos a Dios porque existe y porque es bueno. Con ello nos unimos ya a la alabanza eterna de los ángeles y los santos en el cielo. [2639-2642] -* 48

Recitad entre vosotros salmos, himnos y cánticos inspirados; cantad y tocad con toda el alma para el Señor. Ef,19

Sed constantes en la oración; que ella os mantenga en vela, dando gracias a Dios. Col 4,2