San Poncio de Cimiez, mártir. 14 de mayo.

Nació en Roma, donde su padre era senador, a inicios del siglo III. Cuando era pequeño, pasó junto a una casa, desde la cual salía este cántico: "…tienen boca, pero no pueden hablar; tienen ojos, pero no pueden ver", (salmo 115). Entonces Poncio llamó a la puerta, pero tardaron en abrir, pues los cristianos temían abrir a desconocidos, por miedo a las delaciones. Sin embargo, cuando vieron que era un niño, le dejaron pasar. Poncio le preguntó a los cristianos que significaba aquel canto, que creía acertado, pues siempre veía cómo las estatuas de los dioses estaban ancladas en su lugar para evitar que se volcaran o fueran robadas. El presbítero que se hallaba en la celebración, admiró la sabiduría del niño Poncio, le explicó las verdades de la fe y le admitió entre los catecúmenos.

Cuando volvió a casa, el niño contó a su padre lo que había aprendido y quienes eran los cristianos. El hombre sintió curiosidad, conoció a Cristo, y pidió ser admitido como cristiano. Al fin, ambos fueron bautizados. Años más tarde, imperando Valeriano, Poncio debió huir a Cemenelum, actual Cimiez, a causa de la persecución. Pero allí fue capturado, torturado y martirizado por Cristo, en 258. Su culto data del siglo VIII, cuando sus reliquias fueron inventadas y se fundó un monasterio en aquel lugar. No hay que confundirle, como suele pasar, con San Poncio, obispo venerado en Barcelona.


-"Vidas de los Santos". Tomo V. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD.

A 14 de mayo además se celebra a:
San Bonifacio de Tarso, mártir.
San Matías Apóstol.
San Gil de Santarem, dominico.