Nuestra Señora de la Candelaria del Socavón. 2 de febrero.

La efigie de Nuestra Señora de la Candelaria, más conocida como la “Virgen del Socavón” se encuentra en la ciudad de Oruro, Bolivia. Hay 3 leyendas que giran en torno a la Virgen y su devoción, estas son muy conocidas por los habitantes del estado, en especial por aquellos que viven en Oruro:

1. La Ñusta.
La leyenda mas antigua cuenta que antes de la conquista del pueblo de los Urus por parte de los Incas y aun mucho mas antes de la llegada de los españoles el dios llamado “Tiw” representado por Wari (dios de las profundidades y del volcán al que se le atribuía gran fuerza) se enteró que los urus habían decidido encaminar su vida al bien, adorar y rendir culto al dios de la luz, Wari con fuerte resoplido elevó columnas de humo y fuego por los cielos para afrentar la luz que provenía del sol. Sin embargo, esta luz fue más fuerte y destruyó a las sombras, entonces decidio sembrar odio, maldad e intrigas en el corazón de los ingenuos urus, la pureza del alma iluminada por la luz de Inti (el sol), se tornó sombría. Se volvieron hoscos y esquivos, tomaron los bríos de la sedición y se convirtieron en laikas y aisiris (nigromantes y brujos) para dañar al prójimo, en toda esta secuela de odios y perversidades, los preparó e instruyó el maligno Wari. Así fue cómo fueron apareciendo gentes tullidas, ganados enfermos; se desencadenaron vientos helados, se precipitaron tormentas de granizo y una serie de desdichas, plagas, desastres y contrariedades. Los otros pueblos les temian por el daño que ellos hacían y cualquier desgracia se la atribuían a los urus regidos Wari.

Un dia apareció una bella “Ñusta” (doncella buena y pura). Los Urus notaron que ella venia de tierras extrañas ya que ella no se parecía a ninguno de ellos ni a alguna persona de los pueblos conocidos. Una bella aureola iluminaba a la Ñusta, que habló a los urus en una lengua desconocida. A pesar de esto ellos le entendieron y recordaron el pasado de felicidad en que vivieron, en paz, sin odio, ni maldades, ni remordimientos. Ella les pidió la vuelta hacia la bondad y el amor. Aquella dulce prédica era matizada con ejemplos y bellísimas parábolas e influyó en sus espíritus, esto los llevó a la promesa de ser buenos, volviendo a su luminoso pasado de bien y amor entre ellos y sus vecinos.

La luz asomó de nuevo a las mentes de los urus. Volvió otra vez a reinar la paz y retornó la tranquilidad a la comarca. Wari bramó de cólera despertando sus deseos de venganza. Para acabar con los urus con plagas destructoras envió desde sus lares una serpiente monstruosa y horrible, que vino del Sur a devorar a los Urus. Espantados, la vieron todos y muchos creyeron llegada la hora del castigo para sus pasados males. La angustia se apoderó de las almas, pero alguien se acordó de la mujer que un día los exhortó al bien. La bella Ñusta vestida de blanca saya de bayeta, blandiendo una resplandeciente espada, se encaminó por la llanura, mas por entre los cerros y barranqueríos la serpiente asomaba su cabeza. Ante la muchedumbre atónita, aquella mujer, dividió en dos al monstruo que, retorciéndose, murió y fue petrificado por gracia de la Ñusta.

Wari envio otra plaga del lado Norte un gigante y barrigudo sapo, que abriendo su enorme boca habría de engullirse a aquellos laikas que tanto uso habían hecho de él en sus brujeríos, avanzaba lento. Otra vez, la Ñusta protectora de aquel pueblo, volvió a reaparecer misteriosamente y desde lo alto del cerro más próximo, hoy llamado “Pie de Gallo”, hizo girar sobre su cabeza una honda con una piedra que llegó justamente en la boca del monstruoso sapo que al instante quedó convertido en piedra.

Wari hizo temblar la tierra de rabia, y del este envió un gran lagarto que arrastrándose desde Japu y Murucucala, venía azotando los cerros con su enorme cola. El monstruo era el mas terrorífico. Nadie se opondría a su paso y ningún poder sería capaz de acabar con él. Cerca de Cala-Cala la protectora Ñusta de ocultas fuerzas, salió al encuentro y con agilidad pudo dividir y separar el cuerpo de la cabeza de aquel gigantesco lagarto, con cuya sangre se fue formando una laguna. Su cuerpo, con las patas extendidas, quedó petrificado y mimetizado en los cerros que descienden hacia Cala-Cala.

Wari no se rindió e hizo brotar de la boca del lagarto una gran cantidad de hormigas que atacaron por el oeste. La Ñusta hizo girar su honda y las piedras, al llegar a las millones de hormigas, que se extendían en toda la planicie como un ejército dispuesto a acabar con los urus, se convirtieron en montículos de arena. Al mismo tiempo, en la cabeza del lagarto clavó aquella mujer un madero cruzado por otro de brazos menores, que sirvió para ahuyentar para siempre a Wari, que desde entonces se ocultó derrotado en las entrañas de los cerros. Y la bella Ñusta simplemente desapareció en el resplandor de la luz.

2. El Chiru-Chiru.
A mediados del siglo XVII, en la ciudad de Oruro, vivía un pordiosero conocido como el "Chiru-Chiru". Esta denominación se debía a su sucia y enmarañada cabellera, que se asemejaba al nido de un ave andina de ese nombre y cuyo trino asemeja al decir de "¡chiru ... chiru!". Había algunos que también aseguraban que este mendigo hurtaba cosas que luego vendía para sobrevivir, mas la Virgen siempre le llamaba a la conciencia para que se convirtiera y cambiara.

El Chiru Chiru, como todos los mendigos, agradecía por el pan, otras comidas y ropa que se le daba, pero su preferencia era por las velas. Un día, en su recorrido, el Chiru-Chiru llegó a la puerta de la casa de un español identificado sólo como “don Pedro”, que ofrecía un banquete a sus amistades, razón por la que no le dio la limosna solicitada. El mendigo, como protesta, hizo tal escándalo con saña queforzó a don Pedro para que ordenase a sus criados que apalearan al pordiosero. Deseo que se cumplió dejando al Chiru-Chiru completamente maltrecho y tendido en la calle. El Chiru-Chiru, con la ayuda de algunos vecinos, pudo ponerse de pie y encaminar sus pasos hacia el cerro "Pie de Gallo", donde había hecho su refugio en una ermita abandonada.

A los dos días del lamentable suceso, al notar que el pordiosero no salía a pedir su limosna, algunos vecinos de la zona cercana al Socavón, fueron a la ermita abandonada. Al ingresar a la ruinosa vivienda encontraron al Chiru-Chiru muerto. En el mismo recinto, en una de las paredes, vieron la imagen de Nuestra Señora de la Candelaria, bellamente pintada, con el niño Jesús y todos los atributos a esta devoción. Se dice que la gente cayó de rodillas ante la imagen. El velorio del cuerpo del Chiru-Chiru se hizo a los pies de la sagrada imagen y luego se le dio cristiana sepultura. Desde entonces, casi clandestinamente, se elevaban plegarias y prendían velas a la después denominada “Virgen del Socavón” por parte de los vecinos y en especial de los mineros, quienes creían que la misma Virgen había socorrido al Chiru Chiru antes de que muriese. Así, poco a poco, se dio inicio a una romería incesante, que dura siglos, y que continúa ininterrumpidamente hasta el presente.

3. El Nina-Nina
El sacerdote Emeterio Villarro relata los acontecimientos del sábado de Carnaval del año 1789: Ese día, en horas de la tarde, Anselmo Belarmino esbozado con su poncho y el sombrero muy calado, se dirige con rumbo al cerro Pie de Gallo. Al llegar a una tapia de mediana elevación hizo lumbre con su resquero para prender una solitaria vela. Oró fervorosamente ante la imagen de Nuestra Señora de la Candelaria. En esos tiempos asolaba estas comarcas de la Villa de Oruro, un feroz bandido el "NINA NINA", que perpetraba robos con audacia y sangre fría. En las noches de terror crecía y el solo nombre de "Nina Nina" erizaba los cabellos.

Anselmo, después de orar en la abandonada capilla, se presentó en la tienda de víveres de la familia Choquiano, del barrio de Conchupata. En ese momento atendía la tienda la joven Lorenza, enamorada de Belarmino. Serían las siete y media de la noche, cuando de una pareja que pasaba por la calle salió la exclamación "¡mi padre!". Sebastián Choquiano se dio cuenta que su hija se fugaba con Anselmo Belarmino, de quien había recibido informes muy preocupantes. Sin pensarlo dos veces atacó al joven. En la lucha se escucho un "¡ay!" de dolor, el enamorado cayó mortalmente herido y padre e hija se alejaron apresuradamente del lugar.

Poco después, una hermosa joven golpeó la puerta del hospital, llevando al herido Anselmo Belarmino. Después de acomodarle en una cama, encargó al personal que llamaran a un sacerdote y desapareció misteriosamente. Con la daga en el cuello Anselmo Belarmino se confesó ante don Carlos Borromeo Mantilla (párroco de Oruro). Aseguró haber sido socorrido por la Santisima Virgen, quien en persona le había auxiliado y traído hasta el hospital. Anselmo tomando las manos del sacerdote admitió ser el "Nina Nina", y luego de confesar todo el daño hecho, pedir perdón a Dios y recibir la absolución, murió reconciliado con Dios, a los veintiséis años.

La historia.
Luego de haber disfrutado de estas tres leyendas, llega el momento de la historia. Se sabe que en 1559 los padres Agustinos fundaron conventos en Challacollo, Paria y Toledo (en el actual Oruro), solicitados por el encomendero Lorenzo de Aldana. Estos traían una fuerte devoción mariana y en su misión evangelizadora inculcaron a los nativos la devoción a la Virgen de la Candelaria.

La imagen.
La imagen de la Virgen del Socavón fue pintada sobre un tapial en la falda del cerro "Pie de Gallo" entre los años 1550-1600. No se sabe quien es el autor, algunos devotos creen que la imagen simplemente apareció de forma milagrosa y otros indican que fue la misma Ñusta (ver arriba), que en realidad era la Virgen María, quien dejo su imagen plasmada. La imagen en un principio se encontraba en una ermita que luego fue transformada en una modesta capilla. En esa región habían muchas bocaminas fue por eso que la efigie adquirió el nombre de “Virgen del Socavón” siendo particularmente venerada por los mineros, que la consideran su patrona.

Durante muchos años al fresco de la sagrada imagen de Nuestra Señora del Socavón se le adherían telas, vestidos (algunos con manos falsas echas de cerámica), platerías, rosarios, medallas, entre otros objetos para hacer más llamativa la imagen o simplemente para adornarla. Todo esto dañó mucho la efigie original hasta que, en  febrero de 1992, la artista italiana Alda Bertoncello, junto a los restauradores Giovanna Nicro, Armando De Vecchi y Silvio Civiero restauran la sacra imagen. Después de esta restauración no se volvió a colocar nada sobre el fresco original.

La modesta capilla en la que se encontraba la imagen pasó por diversos cambios hasta convertirse en el majestuoso santuario que es hoy. En el presente está unida al museo minero y al museo sacro. Los guardianes del santuario son religiosos de la Orden de los Siervos de María desde el 26 de septiembre de 1950 hasta la actualidad.

El culto.
La devoción a la Virgen de la Candelaria del Socavón es expresada de diversas maneras, entre estas se destacan:

1. La masiva procesión de Candelas en la víspera del 2 de febrero.
2. Los arcos armados a la puerta del Santuario: Estos arcos son cubiertos con objetos de plata, algunos con más de 300 años. Son el arco del triunfo por donde debe pasar solemne y ceremonialmente la imagen de la Virgen del Socavón en hombros de los devotos.
3. El festival Nacional de bandas tiene una solemne procesión con una réplica de la imagen de la Virgen. Ver este vídeo.
4. La fastuosa entrada folklórica del Carnaval de Oruro. Ver este otro vídeo.

Esta entrada se realiza el sábado antes del miércoles de ceniza, y en él participan cerca de 30.000 bailarines, 10.000 músicos y tiene una duración aproximadamente de 20 horas. Es en sí mismo una peregrinación a modo de sacrificio, que por promesa debe realizarse 3 años consecutivos para agradecer a la Virgen por los favores concedidos. Después de bailar el largo recorrido por la llamada “avenida del folclor” los danzarines y músicos devotos llegan al Santuario, al que entran de rodillas, y por lo que yo pude ver la mayoría entra llorando, no quitan su mirada de la imagen de la virgen y algunos cantan el himno a ritmo de yaraví  “A vuestros pies Madre”. Ver este tercer vídeo.

Los que, por alguna razón, no pudieron bailar se quedan en la puerta lamentándose, mientras que los demás reciben una exhortación y bendición especial de parte del sacerdote. Los devotos que participan no solo son de Bolivia, sino que también hay muchos que vienen del extranjero. La danza que más resalta es la  “Diablada”, una danza nacida en  Oruro que representa la batalla entre el bien, representado por San Miguel Arcángel; y el mal, representado por Satanás, los 7 pecados capitales y otros diablos. Al final el bien siempre triunfa.
5. La realización del “Alba”: Ceremonia cacofónica en la madrugada del domingo de carnaval donde todos los músicos tocan al mismo tiempo para la virgen, algunas veces por la excesiva cantidad de gente lo hacen fuera del santuario.

Algunas curiosidades del culto:
Realmente se puede ver en los lugares indicados por la leyenda al lagarto, al sapo y la serpiente petrificados. Tal vez sean formaciones rocosas naturales o simple coincidencia. También se ven las "hormigas convertidas en arenales" y la laguna formada por la sangre del lagarto. El relato de la Ñusta se encuentra pintado en el techo del santuario.

Algunas personas rinden culto a las petrificaciones de las 4 plagas, en especial a la serpiente y al sapo, a las cuales se les agrega otra petrificación: la del cóndor, que no tiene nada que ver con la leyenda de la Ñusta. Según me conto la Sra. Arminda de Fernandez, orureña de nacimiento, este cóndor robaba los niños pequeños de las madres orureñas para comérselos, y todas las madres afligidas fueron a pedirle a la Virgen del Socavón que las ayudase, entonces la virgen también petrificó al cóndor.

A pesar que Wari es una deidad no cristiana y su figura y personas son representadas como el demonio, este tiene un lugar de culto muy cerca del Santuario, en el mismo socavón del museo minero, debajo del Santuario. Lo llaman el “tío”. A él también vienen muchos devotos, tanto bolivianos como chilenos, peruanos y argentinos. Lo sorprendente es que la misma iglesia en Oruro no lo prohíba. Cuando estuve en el museo minero un minero que trabajaba allí explicó que ellos no lo ven como el demonio, sino como el dueño de las riquezas de la mina al cual deben “cha’ llar” y pedir permiso para extraer el mineral sin sufrir ningún daño. Varios extranjeros creen que el Santuario fue construido justamente sobre ese socavón para encerrar debajo a Wari y así este no haga más daño.

La leyenda del “Chiru-chiru” tiene distintas versiones y es posible que realmente haya existido un pordiosero parecido al del relato, entre las muchas versiones aquella que pretende ser la “oficial” es la que relata José Víctor Zaconeta. También la persona de Anselmo Belarmino “el Nina-Nina” es probable que haya existido. Los devotos a veces llaman a la virgen con cariñosos adjetivos como “Mamita”, “Mamita Candi”, “Negrita”, “Morenita”, “Madrecita”…

El 11 de mayo de 1988 el Papa Juan Pablo II estuvo en Oruro y concluyó su discurso diciendo: “volvamos nuestros ojos a María, refugio de los pecadores, consuelo de los afligidos. A Ella los fieles de Oruro, del Altiplano, de toda Bolivia se encomiendan en sus necesidades. El hombre de la mina recurre con frecuencia a la Virgen del Socavón porque ve en ella un modelo de todas sus esperanzas. También el campesino y el trabajador acuden a Ella como a una madre. Ella, que sufrió la pobreza, que tuvo que huir en la persecución, les ayude a seguir con esperanza. Ella, que nos trajo a Jesús, los conduzca hacia Él, el verdadero camino al Padre. Ella, que unió la fe con la vida, les enseñe a hacer que la fe sea vida operante, comprometida. Ella, que cantó en el Magnificat que Dios derroca a los poderosos y exalta a los humildes, sea la Madre y Protectora de este pueblo sufrido y sencillo”. En el santuario hay un cuadro con la imagen del Papa en el momento en que se puso el casco de un minero a las puertas del Santuario.

Fuente:
Redactado por Edmundo Vicente Encinas Torrez para https://preguntasantoral.blogspot.com.

A 2 de febrero además se celebra a
San Lorenzo de Canterbury, obispo.
Santa Hadelogis, abadesa.