San Maroncio, abad. 5 de mayo.

Maroncio (Maurant o Maurand) Fue hijo de San Adalbald de Douai (2 y 4 de febrero) y de Santa Rictrudis (12 de mayo). Sus hermanas fueron Santa Eusoye (16 de marzo y 18 de noviembre, elevación de las reliquias) y Santas Clotsindis y Adalsindis (30 de junio). Fue bautizado por San Riquier (26 de abril), el cual le salvó milagrosamente cuando el caballo de Rictrudis se desbocó. Su padre fue asesinado cuando aún él era un niño, y su madre y hermanas se recluyeron en diversos monasterios, yendo él con su madre al de Marchiennes. Cuando llegó a adolescente, tuvo que salir del recinto monástico y entró en a servir al rey Teodorico, pero finalmente, decidió abandonar la corte y el mundo para dedicarse a Dios. Su madre, temerosa de que no fuera una decisión correcta, consultó a su gran valedor, San Amando (6 de febrero), y este le dijo que diría una misa por la intención. Estando celebrándola, vio volar una abeja sobre la cabeza del joven, lo cual tomó el santo prelado por una señal de que era la decisión correcta. Supongamos que sería por el simbolismo de la abeja para la vida monástica.

Así, Amando le ordenó presbítero, y aunque deseaba ir a la vida religiosa, el rey le precisó un tiempo más junto a sí, por lo cual sirvió como secretario real algunos años. De esta época se cuenta una leyenda en la "vita" de su hermana Eusoye: como era muy niña, su madre la había llevado consigo a Marchiennes, pero la niña cada noche se transportaba milagrosamente a su monasterio de Hamage, donde tocaba la campanilla y las puertas del monasterio se abrían solas, para que pudiera entrar y pasar la noche en oración. Una noche la sorprendió Maroncio y pensando se había escapado, pretendió pegarle con su vara, pero esta se partió en dos antes de tocar a Eusoye. Visto este portento, Rictrudis dejó que la niña regresara a Hamage, como se veía era voluntad de Dios.

Maroncio construyó la abadía de Breuil en una propiedad que poseís entre Artois y Flandes, junto el río Lys. Allí recibió. En 686, el obispo de Sitten, San Amando (13 de septiembre) fue desterrado a Breuil, bajo la vigilancia de Maroncio. La leyenda cuenta que cuando iban de camino, Amado quiso cambiarse de ropas en la parroquia de Cambrai y le metieron en un sótano sin luz. Pero Dios acudió a su ayuda y para cambiarse usó un rayo de sol que entraba por la ventanita, colgando en él sus vestidos mientras se cambiaba. Al llegar a la abadía, Maroncio le recibió de rodillas, pues la fama del prelado le precedía, luego le pidió perdón por ser su captor. 

Nuestro santo murió sobre 701, estando de visita en el monasterio en Marchiennes, donde ya era abades su hermana Clotsindis, luego de la muerte de su madre. Fue sepultado en Breuil, y sus reliquias se trasladaron a Douai, de donde es patrón. Durante la Revolución Francesa sus reliquias fueron profanadas, pero la devoción continuó. Es abogado de los niños pequeños, especialmente de los que tardan en andar, y contra los accidentes.

Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo IV. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.

A 5 de mayo además se celebra a
San Ángelo, protomártir carmelita.
Santa Jutta de Sangerhausen, viuda, eremita y mística.